Si hay alguien que se puede definir con las palabras determinación y perseverancia es precisamente David Scheirman. Imaginemos a un niño de doce años que ayudaba a poner micrófonos para los eventos en su iglesia local en alguna ciudad de su natal Oklahoma. Luego imaginemos a un hombre de 65 años siendo el presidente mundial de la Audio Engineering Society. ¿Como sucedió eso? Sigan leyendo su entrevista realizada en el marco de la Conferencia Latinoamericana AES México, realizada en el contexto de la pasada sound:check Xpo.
Entre la música y los equipos.
Su base, como muchos otros, estuvo en la música. David estudió contrabajo desde una edad muy temprana. “Nací en una familia donde se combinaba muy bien la ciencia con el arte, ya que mi madre era maestra de música y mi padre era ingeniero químico. Así que desde el segundo año de primaria tomé el contrabajo porque mi madre me quería en el programa de música de su escuela. Como yo no tenía suficiente experiencia para preferir un instrumento, ella lo decidió por mí, así que me convertí en el primer contrabajista del grupo de música. De esa manera, a los catorce años ya estaba tomando clases con el primer contrabajo de la orquesta sinfónica profesional de la ciudad de Oklahoma”. David también estuvo en un programa coral de música y a la edad de quince años estaba tomando clases en el Westminster Choir College.
Pero el rock and roll estaba tomando cada vez más fuerza y definitivamente no dejó a David intacto. Después de ver a los Beatles en la legendaria presentación de 1964 en el show de Ed Sullivan, él quedó impactado e intrigado por este tipo de música. “Los vi y me gustó mucho. Noté que Paul McCartney estaba tocando un instrumento de cuatro cuerdas, por lo que pensé que podía comenzar a tocarlo sin problemas”. En la navidad, siguiente David se encontraba ya tratando de entenderle a un bajo que sus padres le regalaron.
Muy pronto comenzó a tocar con compañeros de la escuela, luego en otras bandas y después de mudarse a Los Ángeles, alternó con artistas como Alvin Lee, Gentle Giant, Marshall Tucker Band y otros. En realidad fue esto lo que lo llevó a iniciar en la ingeniería de audio. “Una noche estaba extremadamente frustrado por cómo estaba sonando todo en el escenario” explica; “por lo que me estaba portando muy irrespetuoso con el ingeniero de monitores. Entre el público estaba el jefe de ingenieros de la compañía de sonido Tycobrahe (la compañía que proveyó el equipo en esa ocasión), Jim Gamble, y se dio cuenta de lo que sucedía. Inmediatamente me abordó detrás del escenario y me habló muy fuertemente, retándome a hacer que todo sonara como creía que debía sonar. Al final no lo hice tan mal, creo.”
La pasión por el audio ya venía de tiempo, pero David no tenía idea de cómo encontrar un trabajo en la industria, hasta que un día la respuesta vino de un ingeniero que trabajaba con The Who que le dijo: “ Hijo, la única manera en la que podrías encontrar un trabajo en una gira como ésta sería manejando el camión!”. Lo que parecía una frase desmotivante, en realidad resultó una brillante idea. David se apresuró a obtener su certificado de chofer y así encontró un trabajo en Carlo Sound, una de las más grandes compañías de sonido para concierto en Estados Unidos en aquella época.
Cabe mencionar que durante su charla en la Conferencia Latinoamericana AES México, David afirmó: “Si en realidad quieres estar dentro de la industria, no te va a importar el tipo de trabajo que hagas para introducirte. ¡Te vas a tener que ensuciar las manos!”.
Y así lo hizo en todo momento (y todavía lo hace si es necesario), haciéndole ganar el respeto del staff de Carlo Sound en alguna ocasión que perdieron el avión para un concierto de Leon Russell. “Llegué al recinto manejando un tráiler lleno de equipo para el concierto”, recuerda David. “El crew había perdido el avión y el promotor, desesperado, preguntó si no había nadie que supiera montar el equipo. Me atreví a levantar la mano, aceptando el reto. Cuando llegó el resto del personal, una hora y media antes de que comenzara el show, se admiraron de encontrar casi todo conectado y trabajando”.
De aquí siguió una larga lista de éxitos, desde trabajos como técnico en Raytronics, fundador de su propia compañía Concert Sound Consultants Inc, hasta la dirección del área de sonido para giras de JBL Professional y hoy en día Presidente de AES mundial y director global del área de renta y conciertos de Bose Professional.
Heterogéneo círculo de acción.
Lo más sorprendente en David Scheirman es que sus conocimientos no se han limitado a lo relacionado al audio, sino que también ha explorado otros campos como la economía y las ciencias políticas. Afirma: “Siempre me ha interesado conocer cómo es que unos países han podido crecer más que otros; es un asunto que me ha apasionado desde hace tiempo. Y también, mis estudios en mercadotecnia me han servido para entender mucho mejor las necesidades de las personas involucradas en el mundo del audio para satisfacerlas con más y mejores productos”.
Como uno se podría imaginar, no todo ha sido miel sobre hojuelas, también ha tenido que aprender de malas experiencias, vergonzosas y resultado de descuidos. “He tenido muchas malas experiencias, pero recuerdo una que fue demasiado bochornosa por su simpleza y porque interfirió con el flujo de todo el show” relata. “En una ocasión, estaba operando el audio para un concierto y parte de mi trabajo era activar una grabación con efectos especiales que la banda usaba en el espectáculo. Para ello, siempre tenía conmigo una pequeña lámpara de mano que usaba para ver los controles en medio de la oscuridad; el concierto estaba comenzando y yo debía reproducir dichos efectos especiales. Traté de usar la lámpara y encontré que no tenía pilas, por lo que no podía manipular la reproductora de manera correcta. Los segundos pasaban y la banda en el escenario esperando a que disparara este material. Obviamente todo el público estaba totalmente extrañado y todo por no haber revisado las baterías de mi lámpara. ¡Imperdonable!”.
Es por esto que David enfatiza la importancia de la revisión del equipo y de su mantenimiento frecuente. “Uno debe conocer a la perfección cada uno de los componentes de los que están conformados los equipos y saber cuáles son las posibles áreas de fallas. Revisar una, dos o tres veces es fundamental y estar consciente de cómo funciona el equipo en general es crucial. Uno no puede esperar que otros resuelvan algo que tú debes resolver”.
Al mismo tiempo, debes tener equipo en el que puedas confiar. Y en este punto, habla de Bose:
“Aunque somos muy jóvenes en la industria de audio profesional, contamos con productos de excelente calidad, como el sistema de arreglo lineal ShowMatch”, afirma. “Es un sistema con drivers dobles de ocho pulgadas, con una gran calidad. Sobre todo en la proyección de las voces, tiene una alta entrega de decibeles con muy baja distorsión. Estoy muy orgulloso de lo que hemos podido lograr en tan corto tiempo con esta marca”.
Las técnicas de mezcla que David usa han ido evolucionando a lo largo de los años y a la par de los cambios tecnológicos; no obstante, tiene ciertas reglas generales para establecer su mezcla: “Evidentemente, todo depende del tipo de proyecto en el que estoy trabajando, pero por ejemplo, si estoy enfrente de una banda con un cantante invitado, normalmente dedico mucho más tiempo a su procesamiento, le asigno más de un canal extra, me aseguro de tener todo de una manera que pueda hacer cambios lo más rápido posible; con mucha frecuencia agrupo instrumentos en un solo fader, también uso códigos de color para identificar rápidamente secciones de instrumentos y siempre me aseguro de que todo en la consola sea claro y organizado. No uso mucha compresión ni ecualización; obviamente, asumiendo que estoy trabajando con buenos músicos. Hay bandas que tienen su sonido tan definido y pulido, que simplemente casi no requieren este tipo de ayuda”, finaliza David Scheirman.
Profesional que no se reduce a un solo campo del conocimiento, el presidente mundial de AES contagia esa energía que caracteriza a los miembros de la industria de la música y el espectáculo, incansables y versátiles.