Fundador de la compañía de renta de equipo y servicios de audio, Sabag Producciones, Abdo Sabag dejó a los 23 años la carrera de Médico Cirujano para atender el llamado de la música y el sonido en vivo en Torreón, Coahuila. De ahí en adelante, su vocación ya no tuvo impedimento y actualmente forma parte de los personajes vitales del audio en nuestro país.
Con Tropicalísimo Apache pudimos alternar con Los Tigres del Norte, Los Terrícolas y Los Humildes, y de ahí ya no paramos”.

Aprender en todos lados
“Tenía mi banda de rock de los ochenta y estando en la facultad, me llegaron a buscar unas personas del grupo Tropicalísimo Apache, que en aquel tiempo tenían un boom, desde Centroamérica a Sudamérica, con varias de sus canciones como éxitos; me fui con ellos para hacer audio. Ni ellos ni yo sabíamos usar bien los equipos, pero yo escuchaba música las 24 horas y eso me permitió sacar el sonido en uno de sus ensayos. El día del show alternamos con la Sonora Santanera y otro grupo local, e incluso se me acercó Carlos Colorado al final para felicitarme por el audio. Así empecé, pudimos alternar con Los Tigres del Norte, Los Terrícolas y Los Humildes y de ahí ya no paramos. Todo pasó en Torreón, y no he tenido que ir a vivir a otro lugar”.



Por recomendaciones de boca en boca, y gracias a que fue adquiriendo su propio equipo, Abdo fue posicionándose como ingeniero de sala, siendo notable su búsqueda por aprender para mejorar su desempeño: “Había muchos errores en cuestiones de diseño que causaban cancelaciones; cuando iba a Estados Unidos traía libros y leía lo que podía para saber qué pasaba y por qué”.
La asimilación de conocimiento y la práctica constante le dio a Abdo la oportunidad de trabajar con grupos de corte religioso que empezaron a ganar notoriedad en el norte del país: “Un día conocí a Marcos Witt, quien tiene varios Latin Grammy, y empecé con él desde los inicios de su banda. Recorrimos toda la República Mexicana, luego salimos de gira a otros países y de ahí pasé a un grupo llamado Torre Fuerte, que eran los músicos de la primera banda que tuvo Luis Miguel, y les hacía audio. Me vieron con Marcos Witt y empezaron a invitarme a todos lados. Después estuve también con Crystal Lewis y Yuri, siempre haciendo sala”, detalla emocionado.
Una evolución inevitable y esencial
El paso de lo análogo a lo digital fue un reto enorme, comparte el ingeniero: “Me resistí tremendamente. Recuerdo un evento en Miami donde iban a estar varias bandas y se supone que tendría mi consola análoga, pero cuando llegué era una digital y tuve mi enfrentamiento. Otros colegas me ayudaron a hacer mi escena y fui viendo que básicamente era lo mismo, era cosa de saber llegar a dónde se quería, con más herramientas. También he ido a certificaciones y cursos que me han sido muy favorables indudablemente”.
Me han tocado capacitaciones donde todos me atienden de maravilla, y el soporte que ofrecen es invaluable”.



“Me han tocado capacitaciones donde todos me atienden de maravilla, y el soporte que ofrecen es invaluable. Me identifico bastante con los equipos de Yamaha, usé mucho la CL5, su sonido es gigante y cálido; ahora que está la Rivage, me parece hermoso trabajar con ella, hay que ir viendo cómo va abriéndose camino en el mercado”.
En cuanto a la evolución de los altavoces para los sistemas de PA, el ingeniero y empresario, apunta: “Me gusta mucho trabajar con d&b y L-Acoustics; también hay unos modelos de Adamson que son muy buenos. De Meyer Sound me gustan sus equipos Leopard, que me tocó estrenar en Latinoamérica, en un concierto en Villahermosa con Jesús Adrián Romero, con quien sigo siendo ingeniero de sala, además de Lilly Goodman”.
“La acústica de los lugares cuenta mucho, y si las consolas no ayudan con temas como la ecualización porque tienen límites en la cancelación para cortar frecuencias, o no puedes evitar resonancias por la posición de las bocinas, coberturas y demás, no te van a dar lo que necesitas. Es importante tener la que sea amigable en ese sentido”.
Las satisfacciones de hacer sonido en sala son entrañables, no lo duda Abdo: “Lo que hice con Marcos Witt fue muy emocionante y emotivo, estar en sus primeras giras porque eran también mis primeros masivos de 20 a 50 mil personas, por toda América, Centroamérica, Europa, fue increíble. Fui testigo de conciertos como el que vivimos en la Casa Rosada en Argentina, un evento anual de dos días donde participan muchos artistas y que reunió un millón de personas en dos días; en el Estadio Azteca también. Ahora con Jesús Adrían Romero, el trabajo es muy dedicado, se tiene que oír cada cosita que se toca en el escenario y tiene muchos detalles en su producción musical, hay marcadas cosas sumamente emotivas y el tratamiento de la voz, ¡ni se diga! Ya hemos estado en Viña del Mar, el Auditorio Nacional, la Arena CDMX, hicimos conciertos en Nueva York, Miami, Los Ángeles, San Diego, Dallas. Con él y Lilly Goodman sigo trabajando a mis 61 años”.
Es importante escuchar mucha música de la buena, porque así podrán resolver con gusto cualquier estilo”.

El complemento perfecto de esto ha sido su faceta como empresario, ofreciendo un servicio de renta desde Torreón, con alcance nacional gracias a un modelo de alianzas y socios comerciales:
“Ya también tengo una sucursal en Oaxaca. Nos ha ido bien, pudimos resistir todo lo que pasó en la pandemia. Hemos podido atender equipo para eventos en el Zócalo y en la Arena CDMX, gracias a que tenemos socios comerciales que están al pendiente de todo. La empresa se llama Sabag Producciones y damos servicio de renta de equipos. Procuramos estar al día en lo que se está pidiendo y si se requieren marcas específicas, es cuando entran los socios para lograr dar el servicio”.
Finalmente, con miras a dejar un consejo para las nuevas generaciones, Abdo puntualiza: “Ahora deben estar conscientes de que hay más ingenieros estudiados y hechos en la práctica. Yo sugiero que se metan a lugares donde puedan aprender y dar su trabajo, practicar muchísimo, aunque no ganen tan bien al principio. Además, que escuchen mucha música de la buena, porque así podrán resolver con gusto cualquier estilo. Ya irán negociando -el pago- pero es muy importante, así como practicar”.
Entrevista: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco