“Rapsodia Mexicana” es el nombre del segundo disco solista de la pianista Argentina Durán. El álbum, una producción de José Luis Esquivel y Rosino Serrano, fue grabado en la Sala Silvestre Revueltas de los Estudios Churubusco por Luis Felipe Herrera, y está llamado a convertirse en referente por ser el primer álbum de piano clásico producido en México con tecnología de audio inmersivo Dolby Atmos.
Un parteaguas musical y de producción
Este hito tecnológico brindará a los oyentes una experiencia sonora única, que redescubre la riqueza del patrimonio musical mexicano, abarcando un repertorio de compositores mexicanos de épocas y estilos diversos -romántico, nacionalista e impresionista, entre estos-, destacando piezas de Manuel M. Ponce, Felipe Villanueva y José Rolón, así como una de Jesús Corona, autor de la obra que da título al álbum, inédita hasta ahora.
Son la propia Argentina Durán, Rosino Serrano, José Luis Esquivel y Luis Felipe Herrera quienes comparten lo ocurrido para hacer realidad este fascinante proyecto, cuyo antecedente en común es el disco “Abstracciones”, un álbum con músicos invitados, entre los que se encontraba Argentina.
Como la primera mujer pianista en convertirse en titular de la Orquesta Sinfónica Nacional, este álbum representa para Argentina Durán un parteaguas. Así lo valora: “Todo el proceso ha sido realmente más especial, por la sala y su acústica, y el piano CFX de Yamaha, que es una maravilla porque es con lo que establezco conexión. El instrumento es fundamental para poder interpretar bien y eso se plasma en el resultado, y yo sentí cómo respondía todo el tiempo. “Poder tener a Rosino y José Luis, dos oídos súper críticos, pero que además me animaron y me fueron guiando en ese proceso, fue algo diferente y nuevo para mí, que sumó, porque siempre es bueno tener una opinión con más experiencia que enriquezca mi trabajo”.
Rosino recuerda: “Llegamos con ella de manera simultánea porque, por un lado Luis Felipe -con quien he colaborado en innumerables proyectos y lugares en México y el extranjero-, está especializándose en grabación y mezcla inmersiva, y traía en mente hacer este proyecto con Argentina, de manera que tuvo un acercamiento con ella. Por el lado de la producción, José Luis Esquivel y yo hicimos el disco “Abstracciones”, hace dos o tres años, donde ella grabó una obra de él. Posteriormente, ella habló con Joselito para ver una próxima producción y cuando vi en redes que quería hacerlo, le pedí que me invitara. Fue providencial que confluyeran los intereses así, y bueno se dio”.
José Luis también pondera que lograran juntarse para el proyecto: “Hemos colaborado en muchos, y éste en particular ha sido muy afortunado, porque con Argentina trabajé desde la preproducción del disco anterior y ahora me tocó estar como acompañante, en el sentido de que esta es la voz de ella; el otro era un disco en el que recopilamos diferentes compositores, incluyendo piezas mías, pero este es un disco de Argentina. La responsabilidad fue plasmar su visión y desarrollarla de la mejor manera posible. Ella lo tiene clarísimo: musicalmente hablando, fue muy padre trabajar con alguien tan talentosa”.
Luis Felipe también colaboró en “Abstracciones” haciendo la masterización y meses después de su lanzamiento tenía la inquietud de grabar un disco de piano nativo para un formato inmersivo, luego de grabar guitarra clásica y un par de discos de órgano: “Sabía que Rosino estaba ocupado, pero cuando Joselito tuvo la idea y se dio el encuentro con Argentina, pudimos coincidir. Hemos hecho muchos discos antes, nos conocemos bastante bien y con ese equipo formado, el siguiente reto fue encontrar el espacio y el piano”, recuerda.
Fue el patrocinio de Yamaha de México para tener el piano CFX y la selección del lugar para la grabación, la Sala Silvestre Revueltas de los Estudios Churubusco, lo que dio luz verde para grabar el álbum en agosto del año pasado, durante aproximadamente cuatro días, como detalla Rosino: “Grabar en esa sala nos pareció un espacio acústico idóneo, porque hay pocos estudios grandes, tipo salas de concierto, para un disco con audio inmersivo. El tema del piano también era un desafío, porque no hay muchos en la ciudad. Afortunadamente se remodeló la Silvestre Revueltas y se está reinstaurando en el panorama de espacios donde se puede hacer y grabar música. Siendo Argentina artista Yamaha, nos facilitaron el piano CFX, que es probablemente uno de los mejores pianos del mundo. Estuvo muy cuidada toda la cuestión técnica, tanto de su traslado como el ajuste que se le tiene que dar al instrumento una vez que llega al espacio donde se va a tocar”.
Dos fases para resultados excepcionales
De acuerdo con Luis Herrera, la grabación tuvo dos etapas, y la microfonía de la misma se pensó para éstas. “En la primera sabíamos que íbamos a sacar una mezcla en estéreo, normal para un CD y para plataformas, por lo que parte de la microfonía se enfocó en lograr ese sonido. Después se hizo un arreglo pensando en abrirlo para un sistema inmersivo, pues una grabación nativa se graba pensando ya en ese formato, con un poco de reverberación, porque lo que también queríamos tener en el concepto era que la gente sintiera esa sala, dejar un documento, un archivo del sonido de ese lugar durante la grabación, así que tiene muy poca ecualización sin reverb artificial”.
Para la captura sólo se usaron cuatro micrófonos de los Estudios Churubusco, mientras que el resto del equipo lo llevó Luis, quien dispuso microfonía Josephson Engineering, Schoeps, Microtech Gefell, Neumann y Line Audio. El registro se hizo en Pro Tools con una interfaz Hapi, de Merging Technologies. El monitoreo se hizo a través de bocinas Neumann y audífonos Grado Labs y Sennheiser.
“A diferencia de lo que se hace artificialmente con producciones que se grabaron en estéreo que se abren a un sistema para Atmos con reverberación artificial, colocando los elementos de esa mezcla en diferentes puntos; en este caso, todo lo que se escucha en las bocinas, en los surrounds, fue capturado por un micrófono, sin nada artificial en el sonido”, destaca Luis Felipe.
El trabajo de post-producción fue mínimo y lo indispensable para mantener la naturalidad de la grabación e interpretación, sin uso de compresores ni reverberación adicional. Al respecto, Luis Felipe -responsable de la captura, mezcla y masterización en su estudio MasterHead Lab- comparte:
“Para la mezcla estéreo sí fue muy importante la opinión y participación de Rosino y Joselito; la edición también llevó un rato y trabajamos la mezcla estéreo entre los cuatro: hice una propuesta, dieron sus comentarios, se hicieron esos ajustes y basado en ese sonido fue que hice la mezcla estéreo”.
“La mezcla Atmos la hice en Nueva York, en los estudios Liquid Lab + Gramercy Post donde ya he hecho cosas. Es básicamente el mismo sonido estéreo, sólo que ahora está abierto para el sistema inmersivo; por ejemplo, al frente, donde hay un pequeño hueco que tiene que llenarse y para eso está la bocina del centro. Entonces, durante la mezcla se ajustaron ese tipo de detalles, muy pequeños, pero que hacen sentir mucho más fuerte, por así decirlo, el sonido que viene del frente, pues se enriquece con el sonido central”.
El estreno en vivo de “Rapsodia Mexicana” será el 3 de mayo en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes y, días antes, podrá ya escucharse en plataformas y en su versión para Atmos.
Los pormenores de “Rapsodia Mexicana”
Para esta grabación se empleó microfonía de Josephson Engineering, Schoeps, Microtech Gefell, Neumann y Line Audio. El registro se hizo en Pro Tools con una interfaz Hapi, de Merging Technologies. El monitoreo se hizo a través de bocinas Neumann y audífonos Grado Labs y Sennheiser. El arreglo para la captura del ambiente inmersivo se asemeja a los de “Bowels”, “Cubo Hamasaki” y “OCT-9/OCT-3D”. Al frente del arreglo (L-R) se usaron un par de Schoeps MK21 (wide-card); a los costados (Ls-Rs) Neumann KM184 (card); atrás (Lrs-Rrs) Neumann KM183 (omnis); en la parte superior del arreglo (Ltf-Rtf, Ltr-Rtr) 4 Line Audio CM3 (wide-card). Para capturar la intimidad, profundidad y detalles del piano se colocaron el Josephson Engineering C700S (estéreo/surround) y un par de Microtech Gefell M296 (omni).
Entrevistas: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco