Formada por Antonio Urdaneta y Álvaro Valencia, la dupla originaria de Bogotá, Colombia, construye un rock que reúne la esencia instrumental heredada para el género en América Latina, con elementos rítmicos de su región y la vanguardia sonora actual. Tras la salida de su EP llamada “Labios”, en 2016, Urdaneta entrega su primer álbum titulado “Azul Parcial”, trabajo cuya producción acentúa la identidad de su propuesta.
“Todo comenzó en la universidad, empezaba a tocar y experimentar haciendo sonidos y luego canciones; trabajaba en un estudio y ahí veía maneras de hacer las cosas”, recuerda Antonio, fundador del dúo. “Iniciamos de manera independiente, observando la manera en que se hacían producciones de música mexicana y colombiana en esa escena y nos fuimos enfocando más y más en nuestro proyecto”, señala.
Progreso en sonido y producción trazado por la rapidez, como apunta Álvaro: “Hemos ido del trabajo en el home studio, ya sea el de Antonio o el mío, a enfrentar distintos espacios y momentos para una grabación. En eso hemos descubierto la importancia de esa relación con el lugar y los espacios, porque puede ser desafiante llegar a un estudio más grande e inhibir la vibra al tocar. Seguimos aplicando las notas que teníamos de los trabajos hechos en México y nuestro país y sí, puedo afirmar que ha habido evolución tanto en conocimiento como intención al momento de plasmar cómo queremos que suene nuestra música, acompañada de una producción más elaborada”.
En cuanto al sonido, Antonio describe: “Poco a poco hemos ido buscando y desarrollado esos elementos que le dan identidad a nuestra propuesta. Experimentamos en el estudio y dejamos que sea orgánico, como se puede escuchar en el sencillo “Tenue”, en el que hay recursos de la música colombiana, atmósferas que remiten al agua y le ha dado algo que hace a la canción interesante, desde que la escuchamos en el estudio. Hay ya una estética sonora y de eso irá toda la producción”.
Lo orgánico y natural, los mandos creativos: “Nos basamos en una idea principal y esa se pule luego en el estudio de Álvaro”, describe Antonio. “Es un proceso muy orgánico, fluido y retomo lo que decíamos de los espacios: cuando estamos en un estudio más pequeño, el espacio juega un rol bastante interesante a la hora de componer. Ahora también ya estamos buscando colaborar con alguien en la producción como Phil Vinall, a quien ya le mostramos la música y sabemos bien lo que está haciendo en Panoram en México; es un tipo muy experimentado, de la vieja guardia, que además explora con sonidos nuevos”.
Y, ¿cómo está la escena del rock? “Pienso que ha habido un crecimiento a nivel creativo y que hay un nicho en nuestro país (Colombia), y fuera del país. En México es muy interesante lo que vemos porque hay festivales y espacios de menor formato para sonar la música; hay un balance, me parece”, reflexiona Antonio. “En Colombia también lo hay, pero la geografía, por un lado, y la dinámica de consumo de los espectáculos en vivo, por otro, no permiten tocar en varias ciudades. También es cierto que lo que consumen más los jóvenes actualmente sigue siendo el género urbano y cosas locales, aunque están abriéndose las opciones, impulsados por las nuevas generaciones”.
Entrevista: Nizarindani Sopeña /
Redacción: Marisol Pacheco