La presencia en semanas pasadas del grupo británico Massive Attack en la ciudad de México demuestra el interés que grupos de todo género musical tienen por estos territorios que antaño no tenían. Para su escenario, diseñado tanto para conciertos en festivales como presentaciones unitarias, elementos como la iluminación y el video son elementales y forman parte de un discurso en el que la banda establece sus principios y opina acerca de la realidad mundial, en cualquier idioma.
En un tour que tiene sus antecedentes en el país origen del grupo y a importantes compañías de alquiler de equipos como HSL y XL Video, las luces y video para estos conciertos acompañaron el concepto de Massive Attack en el escenario. “Puedes estar seguro de que los conciertos de Massive Attack son provocativos, diferentes e innovadores y ésta no es la excepción. Son casi como una pieza de arte de instalación, una producción y un equipo con quienes siempre estamos felices de colaborar”, comenta Mike Oates, jefe de proyecto por HSL, responsable de conseguir lo necesario para la banda. Por su parte, la iluminación de la gira fue diseñado por Tim Oliver, quien ha trabajado con Massive Attack por varios años, los últimos tres como diseñador lumínico. Su punto de inicio esta vez fueron los visuales que para la banda son vitales en sus conciertos y que para este tour comprendieron una cantidad de pantallas horizontales rotatorias, un concepto desarrollado por el diseñador de video Wilson-Wright y el estudio artístico británico United Visual Artists (UVA).
El diseño de video incluyó la presencia de luces al frente y detrás de las pantallas, y el montaje fue diseñado también para ser fácilmente transportable y accesible para montarse en festivales. Como siempre en cualquier show de Massive Attack, la luz trasera fue un elemento estético, como parte de un sentido de misterio y un toque de magia. Así pues, hubo dos niveles de iluminación de fondo del escenario de la pantalla: arriba estuvieron 12 luces Clay Paky Sharpy Wash, cinco 2-lite y cuatro Atomic Colours, mientras que en el nivel justo debajo de la fila inferior de las pantallas, hubo doce luminarias Clay Paky A.leda K20 B-Eye, que fueron usadas para entregar luz trasera y que jugaron un doble rol, como luces estándar y como fuente de mapeo de pixel alimentando el video vía un servidor grandMA VPU. (Completamente separadas del servidor d3 usado para alimentar contenido a las pantallas principales). En el mismo plano estuvieron tres luces 8-lites con scrollers.
Junto a lo anterior, también hubieron tres estrobos Martin Professional Atomic con scrollers arriba del escenario, cuidadosamente ubicados detrás de cada uno de los screen dollies para la iluminación trasera de la estructura completa de la pantalla, mientras que la iluminación lateral se realizó con tres Sharpy Wash a cada lado del escenario, más otros dos Atomic Colours. Tim Oliver operó los shows usando una consola grandMA light size, además de unidades de procesamiento de video y dos unidades de procesamiento de redes fusionados y corriendo el protocolo ArtNet.
Los dollies especiales fueron diseñados por Tim, y ahí todas las luces pudieron ser montadas para viajar rápidamente en el escenario, ya que hacer la iluminación rápidamente en los festivales en esencial.
Por su parte, las doce luces Sharpy sobre la estructura de la pantalla también fueron integradas para viajar y fueron provistas por XL Video para la parte europea de la gira. Las especificaciones completas del montaje fueron provistas por HSL para los conciertos unitarios de la banda en el Reino Unido, incluidos cinco trusses para la parte superior del escenario.
En el frente estuvieron seis luces Vari-Lite 3500 Wash y seis 4-lite Moles, más cinco VL3500 que fueron usadas como luces beam, ubicadas directamente debajo de cada miembro de la banda, mientras que sobre otras trusses fueron colocadas seis VL 3000 Spot más cinco estrobos Atomic y 2-lites. El cuarto truss incluyó otras seis VL 3500 wash, enfocadas directamente hacia abajo sobre la línea trasera, junto a cinco VL 3000 Spot, cuatro Atomic y cuatro 2-Lites. Finalmente, sobre la mayoría de los trusses sobre el escenario hubo doce VL 3000 Spot, ubicadas exactamente en línea con las luces B-Eye sobre el piso y las Sharpy Wash detrás de la pantalla.
El diseño lumínico para Massive Attack estuvo lleno de contrastes, con momentos fuertes y delicados, para complementar la información compartida vía las pantallas de video. Como en todos los shows del grupo, la actuación involucra el intelecto del público, así como el disfrute musical.
Video a fondo
La imagen de video para la gira más reciente de Massive Attack incluyó pantallas LED y servidores de medios d3, ofreciendo un concepto diseñado por Icarus Wilson-Wright.
La banda es bien conocida por su uso innovador y original de video para reforzar el mensaje de su música en sus conciertos, ya de por sí intensos y viscerales. Utilizan este recurso para atraer al público y entregar buena música. A veces polémico, pero siempre apasionado y sincero, el mensaje del grupo da cuenta de algunos de los mitos y realidades de la información que circula en las noticias todos los días.
Para su gira más reciente, la banda ha desarrollado su propio estilo basado desde hace más de una década en contenido de texto en el video, estética que les da la oportunidad de traducir el texto en el idioma local en cada espectáculo, una medida simple pero que impacta de manera masiva donde quiera que tocan.
La idea inicial para el diseño de video de la gira era que debería ser flexible y tener un alto impacto, tanto en festivales como en shows unitarios. Era importante que el aspecto de la banda tuviera una pantalla semi-transparente iluminada desde atrás, para entregar una dimensión espacial diferente a los escenarios.
Icarus Wilson Wright explica que decidieron que el producto de video más adecuado a sus necesidades fuera la nueva pantalla XL Video Blackface LED Radiant MC-7T con resolución de siete milímetros, que fue elegida por su buena resolución, peso ligero y porque es muy oscura cuando no está en uso, característica clave en los shows de Massive Attack. Cada pantalla mide un poco más de cuatro metros de ancho por 1.2 de alto y ofrece 560 x 160 pixeles. El sistema fue diseñado para ser configurado como un formato de seis pantallas estándar en dos niveles, ampliable hasta nueve pantallas en tres niveles si es necesario.
El concepto visual también involucra movimiento, en el que las pantallas se diseñaron para girar de forma independiente para producir diferentes formas. Esta rotación también tuvo que ser controlada a través del servidor de medios d3. El sistema está impulsado por motores que ofrecen 180 grados de movimiento, controlados a través de una interfaz de servidor de medios d3, que permiten su sincronización. Icarus Wilson-Wright opera el servidor d3 desde sala a través de código de tiempo allí y el envío de la señal por un enlace de fibra DVI a los procesadores de pantalla en el escenario. Por medio de una caja de control MOXA, los datos se distribuyen a las pantallas.
Junto con el personal de UVA, Icarus Wilson-Wright cuidó la re edición de algunos de los elementos anteriores del extenso archivo digital de Massive Attack y también crearon nuevo material. Todo el tiempo Icarus también trabajó en estrecha colaboración con el diseñador de iluminación Tim Oliver para optimizar los diferentes looks en vivo.
UVA creó un módulo de software de cuadrícula personalizado para el servidor d3, en el que el texto y los gráficos pueden colocarse, escalarse y dimensionarse sin distorsiones o faltas de claridad. Esto es central en el material de video de Massive Attack, junto con la capacidad de traducir texto en múltiples lenguajes, incluyendo caracteres cirílicos y chinos. Así, los eventos y problemas locales y mundiales actuales pueden integrarse y comunicarse al público en el contexto de cada concierto.
La banda ha estado presentando este espectáculo desde hace algún tiempo, pero con el uso inteligente y considerado de elementos visuales, cada actuación de Massive Attack se convierte en mucho más que un grupo tocando en el escenario; es una inmersión psicológica que toma un concierto y lo lleva a un espacio emocional y experimental profundo.