Montana Studio, nueva era para la grabación desde el sureste mexicano


Por Marisol Pacheco
Fotos: Cortesía Montana Studio.

Ubicado en la que es considerada la capital artística y cultural del sureste mexicano, Mérida, Yucatán, Montana Studio es un espacio para incentivar la creación musical de la región, diseñado y equipado con los estándares que marca la industria de la grabación nacional e internacional, y que es operado por un capital humano que gracias a la combinación de pasión, conocimiento y experiencia, está logrando establecer un vínculo fraterno y de colaboración único. Así lo pudimos constatar en la inauguración de sus instalaciones, una ampliación que ahora le hacen lucir su Estudio A, con la Sala Maricarmen Pérez y la Sala Arreola’s, más el Estudio B, con la Sala Zabaleta, en cuyo control room está instalado un sistema inmersivo de monitoreo Dolby Atmos 7.1.4.

Entre el regocijo de la comunidad que se reunió para el corte de listón con músicos, productores e ingenieros como Rodrigo y Emmanuel Mora, Maricarmen Pérez, Paco Godoy, Pablo Ahmad, Alonso y José María Arreola, Javier Calderón, José Areán, Gerry Rosado y Hans Mues, pudimos conocer a los integrantes de la familia Montana y recorrer las áreas de este espacio que busca enaltecer a quienes forman parte del ecosistema musical de la región, brindando una infraestructura llena de vanguardia sonora y calidez humana. 

Concepto y diseño 

La idea que rige el concepto y visión de Montana Studio es la de ser un espacio para la creación musical donde es posible ensayar, grabar, mezclar y masterizar cualquier proyecto sin importar el género. Hacerlo realidad ha tomado dos fases con un aliado especial para el tratamiento acústico, el ingeniero Roberto Velazco. De ello habla Gerardo Alejandro Canto Valdés, dueño y fundador: “Empezamos con este proyecto cuando terminó la pandemia. Queríamos ir creciendo un home studio a uno ya más armado, más profesional, como el que tenemos ahora, con el objetivo de que pueda tener una proyección a nivel nacional”. 

Gerardo es ingeniero, pero su pasión por la música le ha hecho tener su banda y saciar su melomanía y audiofilia, ahora a través de Montana Studio, donde ha podido sumar socios e inversionistas y convocar un equipo de colaboradores de primera línea: “En este momento tenemos dos ingenieros de audio base: David Salas y Máximo Espinosa Rosell. Max viene de Cuba, trabajó en EGREM (Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales) y cuenta con una trayectoria que incluye 11 nominaciones al Latin Grammy y tres ganados. Ya vive acá y, junto con David Salas hace una mancuerna muy especial para grabar, mezclar y masterizar. A ellos se suma Erik Martínez, atendiendo la logística y hemos ido sumando socios, músicos y productores como Manuel Mengual, Ricardo Martínez y Chema Arreola, quienes a su vez, están trayendo a más gente para colaborar”.

“Hemos ido poco a poco. Hoy, lo más interesante es que los compañeros de otros estudios en el medio local, se están dando cuenta de que sí podemos estar a la altura de los que hay en otra parte del país e, incluso, internacionalmente. Queremos demostrar que, con trabajo, perseverancia y, haciendo las cosas bien, sí hay material en Yucatán para estar en el foco del huracán musical”. 

El valor acústico

El experimentado Roberto Velazco, ingeniero electrónico y especialista en acústica con más de 25 años al mando de la compañía Soluciones Acústicas (responsable del acondicionamiento de recintos como El Palacio de la Música y Poliforum Zanmá, los Foros GNP de Mérida, Acrópolis en Puebla y Centenario en Torreón, además de restaurantes y cines en casa), comandó el diseño acústico de Montana Studio, siendo estas las guías de su labor: 

“Mi rol fue ser el diseñador y constructor del estudio, tanto del primero como de esta segunda versión. Me trajo David Salas para ayudarles a arreglar la acústica, primero para que se pudiera ensayar a gusto en las salas y luego ya en las tareas de estudio de grabación. Al adquirir el terreno para la ampliación, hice la propuesta y afortunadamente se me dejó hacer lo que el lugar requería, sobre todo eso que no se ve, pero que hace la magia en el cuarto de control, como son el control de baja frecuencia de ondas estacionarias, de reflexiones primarias, filtros de peine, reverberación, poner todo en el punto exacto”. 

Lo principal fue tener esta cabina en media luna, donde hay cristales inclinados al frente, lo que requirió de una estructura enorme para fijarlos arriba del techo, a través de una estructura enorme de PTR y vigas que cargara la casi tonelada que pesan”

Roberto Velazco.

“Lo principal fue tener esta cabina en media luna, donde hay cristales inclinados al frente, lo que requirió de una estructura enorme para fijarlos arriba del techo, a través de una estructura enorme de PTR y vigas que cargara la casi tonelada que pesan. No tienen poste de soporte, sino que están colgados del techo prácticamente, con la idea de enviar las reflexiones primarias hacia el techo y, a la vez, desde ahí, como está inclinado, también había que marcar otra carga. Hay un resonador, que pesa también poco más de media tonelada, y ese juego de las dos cosas hace un sonido muy limpio en el interior. No hay ondas estacionarias evidentes, ni coloración por reflexiones primarias; el tiempo de reverberación es ideal, digamos que está por debajo de 0.4 segundos, entonces se percibe la música con mucha nitidez. Hans Mues escuchó música de Elton John y me dijo que la diferencia era del cielo a la tierra. Eso me tiene muy contento, porque ha gustado mucho lo que conseguimos”.

“Fue importante el trabajo de Shark Cables para armar todo el cableado y snakes; a ellos los conoció Gerardo en sound:check Xpo, donde le mostraron el trabajo que hacen, y se vino a hacer la instalación: Raymundo y yo interactuamos bien, porque nos conocemos de hace tiempo, y aceptaba mis sugerencias. Tuvimos un trabajo muy fluido”. 

“Y lo mismo pasó con los chicos de Immersiva Lab para tener el sistema Dolby Atmos. Yo hice un avance sacando la distribución de las bocinas, aplicando la hoja de DARDT de Dolby Atmos (Dolby Atmos Room Design Tool) y mi idea era armar una distribución esférica con las bocinas todas a la misma distancia, equidistantes. Sin embargo, la última hoja del DARDT ya no proporciona la distribución equidistante, sino que todo tiene que estar como en el cine, así que entré en un conflicto y opté por dejarlo así”. 

“Cuando llegó la gente de Immersiva tuvieron conflicto por esas dimensiones y al pensar qué hacer acordamos tocar los límites de los dos conceptos. Movimos un poco las bocinas con la idea que tenían ellos y no afectó para nada, porque la acústica estaba adecuada para la nueva ubicación. Quedaron las bocinas colocadas para lo que ellos querían y entonces, al hacer el ajuste, no tuvieron problemas de fase, casi no aplicaron delay y fue un ajuste muy rápido”. 

La idea que rige el concepto y visión de Montana Studio es la de ser un espacio para la creación musical donde es posible ensayar, grabar, mezclar y masterizar cualquier proyecto sin importar el género.

Sobre los factores claves del sistema Dolby Atmos habla Juan Santos Castañeda, director de área de Tecnología de Immersiva Lab, quien tuvo a cargo el diseño, implementación, instalación, integración y calibración del sistema. “Pudimos agregarnos al proyecto en una etapa casi final, pero suficientemente a tiempo para hacer las debidas preparaciones de diseño que requiere Dolby Atmos en un estudio de este tipo”. 

“Afortunadamente, el estudio tuvo una muy buena orientación en cuanto a equipo de la marca Neumann para el monitoreo, estableciendo las posiciones correctas y así tener la presión sonora debida para que el sistema estuviera en su mejor versión para adaptarse a este cuarto, atendiendo todo con precisión mediante lásers para cuidar el ángulo e inclinación, así como la alineación. Montana cuenta con un sistema 7.1.4, con siete monitores a nuestro alrededor, un canal de subwoofer y cuatro a techo. Al frente, en L-C-R, los KH150, en la parte de surround el KH120 y en el techo los KH80, con los que se logró una proyección muy bonita de objetos”. 

Vanguardia y versatilidad

En complemento, para Erik Martínez, project manager de Montana, cuyas tareas se centran en coordinar los proyectos, atender los flujos de trabajo, así como la vinculación y conocimiento de los grupos y artistas de la escena, los criterios de selección de equipos se articulaban con las variables acústica, interconectividad y un flujo de trabajo híbrido para lograr versatilidad: “Estábamos limitados en cuanto al espacio; no había muchas opciones más que tratar de conectar lo que ya se tenía, hacer las adecuaciones y tener el equipo para atender ahora este tamaño de sala y el tipo de cosas que podíamos hacer ya fuera producir, grabar,  mezclar o masterizar. Un amigo de Montana, Dano Martínez, que es yucateco e ingeniero de Natalia Lafourcade y también fue baterista de Mon Laferte, tiene asesoría de Neumann y nos ayudó a contactarlos para tener esa primera parte de equipo cubierta, con monitores que son estándar de la industria”. 

“Luego con Roberto Velazco también vimos que venía fuerte lo de Dolby Atmos y pensamos en estar listos para esa expansión como ahora la tenemos. Dijimos: ‘si vamos a tener una sala preparada, hay que tener el sistema completo y acondicionar ésta desde su diseño. Para esa función y cubrir la parte musical y también considerar el ámbito del cine y las series, nos tuvimos que asesorar con gente”. 

“La selección de interfaz, microfonía, periféricos y backline también está regida por cumplir con atender las instrumentaciones que hay en el mercado regional, porque tenemos muy cerca Cancún, Campeche, y hay una gran cantidad de talento en esta zona. Tenemos pres Rupert Neve porque desde el principio quisimos ayudar a crecer a quienes han trabajado con cosas más sencillas y funcionales, y así brindar lo que se pide en estándares de otros estudios que no hay en Yucatán; a eso se suman otras cosas como las interfaces Apollo, todo el monitoreo Neumann, además de microfonía de esa marca y otras. El backline corresponde a la necesidad de atender una instrumentación local fuerte, ligada a lo tropical y por eso, además de guitarras, bajos y amplificadores, tenemos percusiones y baterías”.

“Hoy el Estudio B, la Sala Zabaleta, ofrece dos niveles acústicos, una zona seca y una zona grande o viva, donde está toda la reverberación con la que los ingenieros y productores puedan pensar en diferentes técnicas para grabar, ver qué se puede hacer con eso y los juguetes increíbles que tenemos en el rider para sacarle el jugo a todo, porque cada instrumento y equipo tiene sus particularidades, de manera que existen las herramientas y espacio para jugar con eso, porque no hay una regla cuadrada de cómo hacer las cosas, y cada ingeniero y productor tiene su método”.

Desde consola, los ingenieros de casa valoran así las bondades que ofrece el nuevo espacio y sus herramientas. Para el más joven, David Salas, quien se forjó como ingeniero de forma autodidacta y aplicando el conocimiento en producciones propias, de otros, así como en estudios de grabación en Mérida, como Marina Music, los notables para su labor en grabación y mezcla son: “Toda la microfonía Neumann que tenemos, como el U89 que captura de forma muy natural todo, es una joya. De ahí tengo como favoritos el 214 de AKG y el Shure 57 que me gusta mucho. Luego están todos los preamplificadores que tenemos, el Retro 500 que da un sonido bestial, los Neve con los que cubrimos 24 canales para captura sin problema y, luego, para portarnos un poco mal, el Level-Or MKII que siento que da un extra al sonido”.  

“Lo que creo es que en Montana estamos dispuestos a apoyar a cualquier persona; antes de hablar de presupuestos, queremos conocer la propuesta, sin estar cerrados a nada. Queremos que este espacio brinde un impulso a la gran actividad que ya ocurre en Mérida y que la música necesita. Max y yo hemos establecido un lazo de aprendizaje, sabiendo cuáles son nuestras habilidades y en mi caso, además, viendo mucho cómo microfonea, cómo graba. Yo grabo y mezclo; él, además, masteriza. Ahí toca escuchar, distinguir y callarme. Hemos logrado una comunión muy buena y me siento feliz y cómodo en lo que hacemos”.

Empezamos con este proyecto cuando terminó la pandemia. Queríamos ir creciendo un home studio a uno ya más armado, más profesional, como el que tenemos ahora, con el objetivo de que pueda tener una proyección a nivel nacional”

Gerardo Canto.

Para Max Espinosa Rosell, la aventura de venir de Cuba a México a continuar con su brillante carrera en el estudio de grabación que inició hace casi 30 años, con créditos junto a Óscar de León, Gilberto Santa Rosa, José Alberto “El Canario”, Eliades Ochoa y C Tangana, entre otros, ha significado expandir sus habilidades y mantenerse vigente. “La invitación vino luego de una visita para unos talleres que dio la EGREM acá en Mérida, en 2019. Se acercó Juan Carlos León, uno de los abogados del estudio, y me comentó lo que estaban haciendo y querían, y dejó la invitación abierta por si quería venir”. 

“Para mí fue la oportunidad de hacer un cambio de vida. Montana cuenta con equipo técnico de lo más desarrollado, lo top en el mercado, desde los pres Neve, las tarjetas de sonido Presonus, los Avalon y todo el monitoreo Neumann son muestra de eso. Con eso, y que yo a lo largo de mi carrera había estado haciendo mucho son y música latina vinculada a eso, y que acá se abría ese panorama musical latino a otras cosas más cercanos a la cumbia, y de ahí al rock y el indie, estoy expuesto a nueva música que me está mostrando cosas que no sabía. Eso ha permitido que David y yo tengamos una dinámica única, en la que nos repartimos el trabajo e intercambiamos mucha información e ideas, es una lindísima comunión con él y con los demás”. 

La visión que la denominada familia Montana está trazando, la sintetiza el sentir de uno de sus principales aliados para amplificar el llamado entre colegas músicos, ingenieros y productores, José María Arreola: “Llegué a Montana Studio para reconectar conmigo y con mi instrumento luego de pandemia. Mérida es otro tipo de circunstancia, es alucinante el movimiento que se percibe y en la península en general, y lo constato por los amigos tan importantes que han estado en mi carrera y se lanzaron a esta inauguración”.

“He visto crecer el proyecto y eventualmente empecé a sentir la parte amistosa, a entendernos más y vimos que teníamos muchos puntos en común, como lo que queremos desarrollar ahora de invitar amigos y tender esta red para que se haga música y se detone la escena que ya existe acá. Yo me siento aquí como en mi casa y siento esta conexión donde la música es la que tiene la razón, antes que los equipos y los fierros. La gente acá entiende y vive para eso”, finaliza Chema, entusiasmado por esta nueva y atractiva opción en tierras del sureste mexicano.

Equipo en el estudio

Preamplificadores

  • 3 Neve 1073 OPX (8 canales)
  • 1 Avalon 737 SP 
  • 2 Retro 500 PRE 
  • 2 API 312 
  • 1 Canal SSL SIXCH 500 
  • 1 Standard Audio Level – OR MKII 

Interfaz

  • 2 Apollo X16 GEN 2 

Edición digital

  • 1 Pro Tools Studio 11 
  • 1 Mixer Presonus Studio Live 24R 32 CH (MONITORES) 
  • 1 Apple Mac Pro (Estudio B) 
  • 1 Apple Mac Studio M1 Max (Estudio A) 
  • 1 Melodyne Studio 5 
  • 1 Ground Control Sphere 
  • 1 Patchbays Redco 

Monitoreo (Control Room Estudio A)

  • 2 Neumann KH 120 II 
  • 1 Neumann subwoofer KH 750 DSP 
  • 7.1.4 Dolby Atmos Bundle (Control Room Estudio B)
  • 4 Neumann KH 120 II, 3 Neumann KH 150, 4 Neumann KH 80 DSP 
  • 1 Neumann subwoofer KH 870 
  • 1 Avid Dock 

Monitoreo personal

  • 2 Neumann NDH 20 
  • 6 Audio-Technica ATH M20X 

Micrófonos

  • 1 Neumann U 47 FET, 1 Neumann U 87 AI, 3 Neumann U 89 I
  • 1 Warm Audio 87 
  • 2 AKG C 2141 AKG D112 MKII 
  • 5 Sennheiser MD 421 
  • 1 Audio-Technica AT2020 
  • 1 Aston Spirit 
  • 1 Beyerdynamic T6D71 
  • 4 Shure SM57, 1 Shure PGA58, 1 Shure Beta 52, 1 Shure 545SD Unidyne III 
  • 1 Alctron DK 1000 
  • 2 Aston Element 

Características técnicas Estudio A

Control Room

  • Equipado con resonadores para el control de bajas frecuencias, difusores y material absorbente con una reverberación inferior a 0.5 segundos.
  • Sistema de monitoreo Neumann 2.1.

Sala Maricarmen Pérez

  • Equipada con difusores de amplitud, binaria y tratamiento acústico, preparada para grabación y ensayo.

Sala Arreola’s

  • Con tratamiento básico para control de reverberación, preparada para grabación, ensayo y producción de maquetas.

Características técnicas Estudio B

Control Room

  • Preamplificadores Neve 1073 OPX (24 ch).
  • Ordenador Apple Mac Proa
  • DAW Pro Tools Studio 11
  • Sistema inmersivo de monitoreo Dolby Atmos 7.1.4. Neumann, software Crown Control Sphere
  • Interfaces Apollo X16 Gen. 2.
  • Patchbays Redco
  • Mixer Person Studio Live 24R (32 ch. monitoreo)

Sala de grabación con acústica variable

  • Cuarto de control en forma de medialuna con vista panorámica de 180 grados hacia la sala de grabación.
  • Diseñada con un gradiente de reverberación que transita de un extremo “muerto” (0.3 segundos) a uno “vivo” (1.7 segundos).
  • Zona muerta con piso de madera resonador con un techo plano a 2.40 metros.
  • Zona viva con plafón que se eleva hasta 5 metros, con anillos difusores geométricos de madera.
  • Estudio B control room, sistema de monitoreo Dolby Atmos 7.1.4. Neumann.