En el mundo del espectáculo en México y Latinoamérica. Su calidad y excelencia artística han permitido que este recinto, asentado en la capital mexicana, funja como protagonista en la definición y orientación del rumbo que toman todo tipo de eventos que se realizan en nuestro país.
Desde hace 12 años, los premios Lunas del Auditorio celebran a los artistas que con su talento y sensibilidad iluminan los más de cien recintos ubicados en el territorio nacional, donde cada noche, durante los últimos 12 meses, llegan agrupaciones, solistas y compañías para ofrecer una experiencia inolvidable al espectador. En la edición de 2013, las Lunas cobraron fuerza con la presencia de un elenco estelar, encabezado por Draco Rosa, Natalia Lafourcade, Los Ángeles Azules, Denise (Hello Seahorse!), Río Roma, Paty Cantú, Prince Royce, Yandel, el Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández, la Orquesta Filarmónica de Acapulco y la Compañía de Danza Folklórica de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Guerrero, que desde el escenario del llamado Coloso de Reforma, honraron, cada uno en su respectivo género, la grandeza del idioma español, mientras que la parte anglo estuvo representada por la banda británica The Wanted.
La ceremonia de las Lunas del Auditorio 2013, contó con la participación de Guerrero como Estado Invitado de Honor. Esta entidad, escenario fundamental de capítulos de la historia de nuestra patria y región llena de grandiosas bellezas naturales, llegó al Escenario de México, con un ensamble de música y danza, y un colorido de imágenes de sus paisajes excepcionales y su rica arquitectura.
12 años de celebrar
la calidad escénica
Para Francisco Serrano Carreto, productor ejecutivo de las Lunas del Auditorio y Director de Desarrollo Corporativo de Auditorio Nacional, lo más valioso de unos premios como estos son la credibilidad que ese recinto, considerado el centro de arte y cultura más importante de Latinoamérica y uno de los más prestigiosos a nivel mundial, le imprime.
“El Auditorio Nacional, al ubicarse como un recinto de clase mundial, al nivel de ciudades como Nueva York, Washington y Londres, posee la calidad moral para entregar un reconocimiento de esa naturaleza. Es el foro más importante de México y por ende de Latinoamérica, y eso le da toda la autoridad y la credibilidad suficiente para premiar a los mejores espectáculos en vivo”, comenta Francisco.
El directivo es el encargado de la organización y producción del evento desde hace una década, y desde hace un par de años la coordinación general está a cargo de Salvador Vera. “Trabajar en conjunto con el equipo de producción del Auditorio Nacional, más el staff nacional e internacional que viene con cada uno de los artistas, más los equipos de producción de las cuatro televisoras que lo transmiten lo hace interesante y requiere de una organización y logística establecida con mucha anticipación”, explica.
El productor ejecutivo de Las Lunas resalta que el logro más grande que ha tenido este reconocimiento a lo largo de 12 años ha sido la organización del evento, desde su gestación hasta llevarlo a la pantalla de los televidentes. “En la parte estética hemos evolucionado mucho, haciendo más cosas con menos elementos; en ese sentido, hemos sido más creativos con las cuestiones audiovisuales, nos hemos metido de lleno con el tema digital, con las pantallas de LEDs. En esta edición jugamos mucho con circuitos cerrados, echando mano de elementos que no se ven habitualmente en ceremonias de esta índole en México. Buscamos que haya siempre una cosa novedosa que sorprenda al público”.
Como cada año, las cuatro principales televisoras en México (Televisa, TV Azteca, Canal 22 y Canal Once) se unen a este esfuerzo del Auditorio Nacional por reconocer lo mejor que se ofrece durante un año en los escenarios mexicanos y transmiten la ceremonia en sus respectivos canales pocos días después de haber realizado el evento, a fin de llegar al mayor número de espectadores posible.
“El apoyo de las televisoras es invaluable porque sin su ayuda no podríamos llevar a cabo una ceremonia de esta magnitud. Aportan recursos humanos, técnicos y tiempo aire. Es importante mencionar que éste no es un evento generado para televisión; de hecho sólo tenemos un corte, que nos sirve para soluciones técnicas”, explica Francisco.
El valor más importante: la gente
Como director de producción del Auditorio Nacional, Mark Giancola tiene la enorme responsabilidad de coordinar el equipo técnico y humano para que en todos los shows producidos en el recinto de Polanco mantengan una calidad de primer nivel, como ha sido en los años que Mark ha ocupado este puesto. Con eventos que se realizan casi a diario, este gran profesional es el responsable de que durante la entrega de Las Lunas, todos los que trabajan directamente en el recinto estén listos para lo que haga falta.
“Durante esta edición”, explica Mark, la entrega de Las Lunas fue sin duda una de las más dinámicas y organizadas que hemos tenido. Realmente estábamos sorprendidos de que todo funcionara correctamente durante los tiempos de montaje y ensayos, así que para la ceremonia no tuvimos ningún contratiempo”. La clave estuvo, como es de esperarse, en la organización previa. “Nos preparamos bien con los proveedores locales y con las televisoras, y creo que este resultado tan satisfactorio fue el conjunto de la experiencia que tenemos realizando el evento por varios años, pero también de que el staff siempre ha estado dispuesto a trabajar mucho”.
Para finalizar, Mark enfatiza lo que significó tener a la mano nuevos recursos técnicos. “Esta vez tuvimos combinaciones interesantes, como la iluminación y el video, por ejemplo, que logró dar al escenario una vista muy sencilla pero muy interesante a la vez, con bastante profundidad”.
Patricia Fuentes, coordinadora de producción de Las Lunas del Auditorio y encargada de mediar entre las partes involucradas en la realización del evento, tiene en sus manos la planeación de la entrega y todas las acciones del equipo involucrado, tanto en el Auditorio Nacional como en las televisoras y la dirección artística de Luis de Llano Macedo. “Básicamente, lo que me atañe es atender las necesidades que tiene el evento, como organizar los tiempos para hacer los cambios en el escenario, cuidar que la participación del talento se realice lo mejor que se pueda y hacer que se respeten los tiempos asignados, no salirnos del guión y la escaleta con el tiempo que ya tenemos marcado”.
Patricia explica que cada televisora asume una labor durante la ceremonia de premiación: mientras el equipo técnico de TV Azteca está encargado de grabar la señal durante la alfombra roja de Las Lunas, Canal Once contribuye con el diseño del paquete gráfico, Canal 22 trabaja en las cápsulas para la parte de los reconocimientos especiales y Televisa es el responsable de la grabación del evento en el escenario. “El día del evento, las televisoras también hacen la grabación de pequeñas cápsulas. Este año, Canal 22 hizo making off, igual que Canal Once TV México; con este material se puede hacer un programa más entretenido y completo para la gente que verá la ceremonia por televisión”, refiere.
Si bien es cierto que en esta edición se apostó por un escenario sencillo, no por eso fue menos trabajado. “Lo que pensamos primero es que queríamos seguir teniendo pantallas y que no necesariamente debíamos tener muchos elementos para que se vieran bien. Con Gabriel Cruz e Iván Trujillo, en video, y “Tiffy” en el diseño de iluminación, se trabajó muy cercanamente para que quedara más redondo”, finaliza la coordinadora de producción de Las Lunas del Auditorio Nacional.
El mejor audio para una noche de luna llena
La luna más hermosa es la de octubre, y como fecha de entrega de estos premios, el audio durante el evento no debía dejar lugar a dudas. Como un papel primordial en cada edición de la ceremonia, el sonido jugó un papel primordial. En esta ocasión, fueron Gustavo Zertuche y Rudy Rosales los responsables de la logística de audio. Eduardo Del Águila estuvo detrás de la consola de audio en sala.
“Aunque el evento es grabado para su posterior transmisión en televisión, no requiere de cortes ni repetición de escenas”, comienza Gustavo Zertuche y destaca: “la ceremonia se graba en tiempo real, así que de la misma forma en la que se realiza, así la verán los televidentes”. Esto no surge como por arte de magia, sino que Gustavo asiste puntualmente a los ensayos en los que se instalan y prueban los equipos, tanto en los conductores y personalidades que entregarán cada Luna como en los artistas que esa noche engalanan el evento y son seguidos por miles de fanáticos, cuyos gritos y aplausos pueden escucharse incluso afuera del edificio.
“Evidentemente, todo esto requiere de un alto nivel de profesionalismo, tanto de la parte de producción, como de la parte artística”, explica Gustavo, “así como también es necesario seguir un orden en nuestro trabajo”.
Además de la logística de audio, el también especialista en sonido para monitores brinda asistencia a los músicos que no cuentan con un monitorista durante su actuación. “Debo estar preparado para cualquier cosa; hay artistas que si no traen un ingeniero de monitores yo les auxilio. Es por eso que previamente, dejo todo listo, junto con Rudy, y programamos todas las escenas y lo que cada ingeniero me mande para su artista”, concluye.
Imágenes que crean mundos
Por tercer año consecutivo, Gabriel Cruz, quien tiene entre sus colaboraciones el contenido de video para bandas como Zoé, fungió como encargado del mismo en la ceremonia de entrega de Las Lunas del Auditorio, cuyo concepto ha cambiado en cada edición, como él mismo explica: “Cada vez el video toma un lugar más importante como una herramienta narrativa dentro de un espectáculo. El video también es luz, y por ende, va evolucionando”.
En coordinación con Iván Trujillo, creador de contenido de video para Las Lunas, así como con Germán Castellanos “Tiffy”, responsable de iluminación, y Mauricio Chacón, diseñador de la escenografía, Gabriel realizó una investigación minuciosa del tipo de espectáculo que traía cada artista participante en su respectiva gira, de modo que pudieran empatarlo con la temática que los premios adoptaron en su edición número doce. Patricia Fuentes fue la encargada de asignarles los visuales en los que debían trabajar, siendo Iván Trujillo el encargado del material proyectado durante la participación de Draco Rosa, Los Ángeles Azules y The Wanted, por ejemplo, en los que se usaron visuales basados en árboles, historietas, e incluso en las portadas de sus discos.
Luces que inspiran
Germán Castellanos “Tiffy” es el encargado del diseño de iluminación de las Lunas, un proyecto para él importante y que lo hace viajar desde donde se encuentre (ya sea de una gira con Café Tacvba o Zoé), para ponerlo a punto. “Un iluminador que conoce la palabra entretenimiento sabe hacer la iluminación ya sea para una ópera, un concierto de rock o la presentación de un ballet. Yo no sé si me especializo en una u otra cosa, pero entiendo cómo debe verse un escenario. Es el asunto de cómo puedes generar a la gente algo, sin importar el tipo de show que es”, nos explica mientras se puede observar el diseño de luces que creó especialmente para la ceremonia de Las Lunas.
El uso de LEDs en luminarias como Clay Paky, Elation y Vari-Lite fue la constante en el diseño de Tiffy, quien pone al concepto lumínico como la base de su trabajo, incluso antes de ensalzar tal o cual equipo o tecnología, aunque de ésta última, los LEDs lo tienen satisfecho.
Por último, Tiffy recalca: “El futuro de este negocio del espectáculo y la música, con toda la tecnología y la piratería, es el show en vivo. El artista que no ofrezca producciones completas a sus conciertos en vivo, se quedará relegado. Cuando ofreces un producto de calidad, la gente comprará boletos para tu concierto, porque sabrá que cada peso que pague habrá valido la pena”.
Un año más de Lunas. Durante una noche, muchos quienes durante el año trabajan con diferentes artistas se reúnen para celebrar al espectáculo hecho en este país y para reconocer que quienes están en backstage también son personalidades dispuestas a lo que sea necesario para levantar el telón y sorprender al público mexicano, cada vez más exigente.
Redacción: Natalia Cano