Kinky, fusión y baile de vuelta

“Llena de mentiras” es el primer sencillo del nuevo disco de Kinky que cuenta con la coproducción de Alex & Alex, quienes actualmente marcan estilo en el género urbano. El track ratifica la esencia experimental, de fusión y baile que es sello de la banda regia, y es Ulises Lozano quien comparte aspectos del proceso que están dando forma a esta producción. No es actualización, es a lo Kinky: “Siempre hemos experimentado con los géneros musicales. En el 2000 ya generábamos este tipo de fusiones: cumbia con electrónica, norteña con house… en ese momento, el house era un ritmo muy predominante en la música —como ahora lo urbano y a lo que ya recurríamos con el hip hop— y lo unimos a la cumbia, que siempre ha sido importante para nosotros. Estas fusiones son lo que siempre hemos hecho: Kinky es un experimento donde el único común denominador es que hacemos música para bailar y esa mezcla de estilos hizo que busquemos a sus mejores representantes para invitarlos y hacerlos parte, como ahora con Alex & Alex”.

Radicados en Los Ángeles, Alex & Alex producen música urbana —rap, reggaeton y otras vertientes—, y junto a ellos definen parte del concepto sonoro de su próximo material, como relata Ulises: “Un amigo nos los recomendó. Nosotros ya teníamos unas ideas y a la hora de juntarnos añadieron cosas. Primero fuimos a su estudio en Los Ángeles y luego venimos al nuestro y grabamos las baterías y todos los elementos percutivos que tiene la canción. Después, Gil Cerezo —quien escribe casi todas las letras de Kinky—, escuchó lo que estábamos haciendo, un ritmo urbano basado en reggaeton muy electrónico, y así vino la idea de crear una letra actual en ese sentido: una crítica a esta manera de presentarnos en la sociedad a través de filtros y de todo lo que pasa con las redes sociales”.

Para este primer corte se invitó también el oído externo de Nate Donmoyer (The Weeknd), quien hizo la mezcla: “Siempre ha sido difícil tener a esa persona que le dé a Kinky lo que nos imaginamos porque en cualquier momento puede distorsionar la idea original si no está supervisado por nosotros y así saber qué tan electrónico o acústico debe sonar determinada canción. Nate tuvo esa disposición, comprender que no es como cuando una banda rock manda la canción a un ingeniero en Londres y la regresa mezclada increíblemente. Nosotros no podemos hacer eso, trabajamos juntos”. 

La transición que nos alcanzó. “La tecnología y la industria musical se han adaptado a la situación de hoy: esta industria que creó Spotify, Apple, Deezer y todas estas páginas legales para escuchar música y que ahora sí da regalías al autor. Sufrimos y vivimos como comunidad su transición y entendimos que ya no dependíamos de la venta de discos, sino de los shows, y ahí fijamos nuestra meta”.

“Para nosotros, que se pudiera bajar la música gratis o no, nos daba igual, porque estábamos enfocados en que los shows en vivo fueran nuestra fuente de ingreso y manera de recapitalizar la música que estábamos haciendo y así ha sido hasta ahora. Hoy existen los medios para tener la música de manera legal y en buen formato. Fue una transición lenta, pero por fin ya estamos en esa etapa”.