El maestro Jack Renner no se considera a sí mismo como un ingeniero técnico de audio. Es un músico que dominó el arte de la ingeniería gracias a que aprendió cómo es el sonido en vivo y simplemente intenta que sus grabaciones suenen tan fieles como sea posible. Lo más importante es el realismo. Se trata de transportar al oyente del disco al mejor asiento de la casa.
Jack Renner, quien es conocido como director y jefe de ingenieros de Telarc International Corporation (importante casa discográfica de géneros como jazz, blues, pop/rock y clásico), se ha desempeñado también como trompetista y consultor de ingeniero de grabación, amén de haber recibido once premios Grammy. Es pionero en el desarrollo del primer proceso de grabación digital de jazz y música clásica y en 1978 realizó su primera grabación digital sinfónica en los Estados Unidos. Con estas importantes credenciales, nuestro personaje concluye con el ciclo de entrevistas realizadas en torno al Programa Educativo que la Audio Engineering Society Sección México (AES), realizó como cada año durante sound:check xpo. Que la disfruten. |
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¿Qué dirías de la relación entre tus actividades como ingeniero y tus actividades como maestro? ¿En qué crees que debería enfocarse la educación hoy en día? “He dado clases por muchos años y la conferencia que di en este Programa Educativo es un ejemplo de cómo son mis clases. Hablo de la forma en la que yo encaro una grabación y mis teorías de cómo grabar ciertos ensambles. Insisto en la importancia de la simplicidad y de tomar el sonido en vivo como una única referencia. Hay muchas formas de capturar un sonido para que suene real y ninguna de ellas es la forma correcta. Trato de darles a mis estudiantes una idea de lo que realmente importa, de cómo es la industria en el mundo real. No me meto mucho en teorías o técnicas; como ya lo he dicho, no me considero un ingeniero de sonido, sino un músico que sabe ingeniería. Trato de llevarlos de la mano en la forma en la que me acerco a una cabina de control, cómo selecciono micrófonos y el lugar en el que quiero grabar de acuerdo a su acústica. Trato de compartir con ellos la mayor cantidad de experiencias”. |
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En tu opinión, ¿qué se necesita para hacer una buena grabación? “Antes que otra cosa, un sistema de monitoreo confiable. Sólo así puede apreciar si se está o no haciendo una buena grabación. Para empezar, se debe reproducir en dicho sistema una grabación bien conocida, debe contener todo el espectro de frecuencias y un amplio rango de intensidad sónica. Y lo más importante es no tener miedo. Yo he desafiado las matemáticas muchas veces, con muy buenos resultados. Se puede hacer siempre y cuando el sistema suene bien. Se necesitan muchas otras cosas, como conocer la acústica y entender el comportamiento del lugar en el que ocurre la grabación, incluso cambiar la acústica del lugar si es necesario. En algunas salas de concierto es preferible grabar a la orquesta lejos de la pared de atrás del escenario y mucho más cerca del centro de la sala para tener una mejor acústica natural. Lo más importante es escuchar el sonido en vivo antes de abrir cualquier micrófono. Además es necesario tener mucho cuidado con los spot mics, ya que es muy común, durante una mezcla, cambiar sus niveles, lo que hace que cambien el plano en el que se encuentran (para el oyente), creando confusión”. ¿Qué nos dirías de algún proyecto que te haya impactado y que recuerdes especialmente?
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¿Qué consejos darías a estudiantes de audio?
“Les aconsejaría que aprendan el mayor número de cosas que puedan sobre el negocio y que no se desanimen; no crean que van a tener un trabajo en un lugar en el que sólo harán una cosa todo el tiempo. Les diría que mantengan sus opciones abiertas y busquen empleo en varias direcciones distintas. Después de graduarse, aunque crean que ya tienen un empleo seguro en una empresa grande, sigan aprendiendo cosas nuevas. Por ejemplo, nuestro mejor editor en el Cleveland Institute of Music, donde he dado clases por más de 24 años, tiene una licenciatura en ejecución del oboe y resultó ser de los mejores productores de música clásica”.
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Como pionero y promotor de la industria, ¿hacia dónde crees que va? ¿Qué podrías decir del futuro de la industria?
“Creo que siempre habrá un mercado para la música clásica y el jazz. Siempre que exista un público que quiera experimentar la música en vivo, habrá un mercado para esas grabaciones, pero es difícil predecir el futuro. Hace tres o cuatro años, ¿quién hubiera pensado que Apple sería el vendedor número uno de música al menudeo?”. “Otra cosa que me gustaría agregar es que no debe despreciarse la importancia en los detalles de una grabación, como por ejemplo, los cables que se usan. Hay una gran diferencia en la calidad sónica usando cables de alto desempeño, así que si hay presupuesto, es algo en lo que hay que invertir. Por otro lado, quisiera comentar el acercamiento Telarc para una grabación de música clásica: dejar que el director y los músicos decidan la mezcla del proyecto”. |
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