Titulado “Blurred Images” (Sunset Blvd. Records, 2021), el nuevo disco de Human Drama es un álbum que explora y acentúa, con sonoridades de origen electrónico de los años sesenta y setenta, un decálogo de letras en torno a las responsabilidades y conflictos ocasionados por el amor. Es un CD doble que comparte además el soundtrack del documental Seven Days In Mexico, que protagoniza Johnny Indovina, líder y vocalista de la banda.
Discos para contar historias
El proceso de composición para este material tuvo como detonador creativo la canción “Farewell” y así lo relata Johnny: “Una vez que encontramos el concepto del álbum en la letra de esa canción, seguimos el proceso para poder contar la historia que tomó lugar en mi vida durante los años de 1992 y 1996 en la ciudad de Nueva York. Comenzamos a tomar las piezas y empezamos a pintar una imagen más clara referente a las emociones, a los sentimientos, las pruebas y tribulaciones de la historia y así conformar un concepto más fuerte.
Si bien el disco se entregó por sencillos durante el 2020, se trata de una obra completa con un hilo conductor, formato que sigue siendo el preferido de la banda: “Recuerdo bien que no fue sino hasta que escribí la letras y la historia de la canción “Into Our Escape”, que realmente sentí que estaba haciendo algo muy bueno que podía ser un álbum completo. Como banda, Human Drama se toma tanto tiempo en poder crear un nuevo disco, que lo que pasó fue que consideramos que entregar por sencillos iba a ser algo que nos engancharía más a los escuchas, lanzando un sencillo nuevo cada 45 días. Eso nos dio la oportunidad de que hubiera más plática e interacción con las personas que nos escuchan, los fans de Facebook y otras redes sociales, para poderlos mantener más al tanto y pendientes de lo que estábamos haciendo”, comparte el cantante.
A nivel sonoro, para Johnny, la evolución del grupo siempre ha sido una búsqueda, algo intencional: “Siempre pensamos en crecer, no queremos hacer el mismo disco dos veces y eso realmente es un desafío para nosotros en cada álbum; en cada canción, queremos explorar los sujetos emocionales y a cada uno de ellos darles un color y un sentimiento diferente a la hora de escribir. Creemos verdaderamente que este es un disco muy nuevo para nosotros y es importante que se escuche como una historia completa”.
Autoproducción y oídos amigos
Valiéndose de sus home studios, los integrantes grabaron a distancia el material y también alcanzaron a reunirse en el de Johnny para trackear algunas cosas, independientemente de la pandemia, siendo él quien asumiera las riendas de la producción: “Definitivamente, yo produje los últimos dos discos o la mayor parte de ellos. Solo en el momento en que pensamos que ya tenemos un gran punto del álbum, como un todo, es cuando se lo entregamos a un ingeniero para que lo pueda llevar a un siguiente nivel. No tengo la respuesta de todas la preguntas, pero si llegáramos a considerar que hay alguien que nos conozca mejor que nosotros para hacer el trabajo, se lo daríamos para que lo hiciera”.
“Así las cosas, el proceso de trackear, editar y finalmente mezclar, es algo que hemos estado haciendo muy a gusto en los recientes dos discos. En casa, la mayor parte de las veces lo que hago es para mí, siempre estoy trabajando en demos y nuevo material para Human Drama. Muchas veces, Mark ha llegado a venir y grabamos en el estudio. Creo que sólo una vez vino otro artista a hacer algo; eso me gustaría hacer más, una vez que la pandemia cese un poco”.
Un factor de énfasis en la cualidad sonora del álbum es lo que aportó Mark Balderas con los teclados y sintetizadores. Miembro de la banda desde 1986, para esta reciente grabación, el músico asumió el desafío de aportar sonidos más electrónicos: “Retomé estilos de los años setenta, de bandas que nos gustan mucho, como Genesis, Pink Floyd y David Bowie, que nosotros verdaderamente amamos e intentamos incorporar en este álbum. Lo que hice en mi estudio en casa fue desarrollar las ideas que se me ocurrían, le llamaba a Johnny, se las mostraba, hablábamos y discutíamos al respecto. Fue un proceso que al final nos resultó de manera genial. Tuvimos mucha reflexión respecto al sonido de este disco. Saqué un teclado viejo que había comprado hace muchos años y lo traje de vuelta para esta grabación, de ahí conseguí varios de esos sonidos, de mi viejo Moog. También ocupé sonidos vintage del Fender Rhodes, un Mellotron y los mezclé con pianos acústicos como el Hammond B3 y otro con sonidos de jazz de Roland”.
El proceso de mezcla corrió a cargo de Mark Lonsway, con quien ya habían trabajado en el álbum “Broken Songs for Broken People” (2017); en tanto que el de masterización estuvo en oídos de Daniel Hersch en su estudio D2 Mastering: “Con Mark ya habíamos trabajado, lo conocimos en Nashville y desde que le dimos la primera canción de “Broken Songs for Broken People”, decidimos quedarnos con él, porque ya conoce nuestra música y nuestras últimas dos producciones. Lo mismo Dan, quien es un muy buen amigo nuestro y realmente le importa mucho lo que hacemos, entiende qué tanto es lo que damos para lograrlo”.
La causalidad y el resguardo como enfoque creativo
Por otra parte, con el disco sonando en su totalidad, lo que expone Johnny respecto al bonus track del documental “Seven Days in Mexico” es que su realización fue idea de Gene Blalock, quien quiso acompañarlo en su viaje a la Ciudad de México: “Hice el viaje como una manera de alejarme de todo y encontrar el lugar donde me siento muy feliz porque me encuentro a mí mismo, en paz y en calma. Esa fue la principal razón, nada creativo en particular, pero me ayudó a encontrar la manera de ser feliz, tomar mi guitarra y encontrarme con ella. Nunca fue mi intención el documental, eso lo propuso Gene, quien me preguntó si podía venir y simplemente filmarme en mi viaje y experiencia en la Ciudad de México”, narra Johnny Indovina.
Finalmente, para ambos músicos este periodo de creación en confinamiento les permitió enfocarse de una manera singular para hacer su música: “Solemos ser muy enfocados y sabíamos que estábamos haciendo sencillos cada mes. Posiblemente nuestro nivel de enfoque fue más guiado o más fuerte, porque teníamos que estar encerrados, pero eso nos benefició”, afirma Johnny y Mark, quienes además coinciden: “Creo que nosotros ya teníamos algo de trabajo previo a estos momentos que estamos viviendo, así que básicamente nos mantuvimos trabajando y seguimos en esto. Posiblemente, como dice Johnny, tuvimos un poco más de beneficio por estar todo el tiempo en casa y logramos excavar más adentro para obtener ideas para las cosas que buscábamos y vienen en este nuevo disco. Nos mantuvimos haciendo lo que necesitábamos realizar”.
Entrevista: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco