Geo Meneses, música y romance en el Lunario

La reconocida cantante Geo Meneses se presentó en el Lunario del Auditorio Nacional y ofreció un concierto en el que el romance, desamor y la alegría fueron los condimentos especiales durante  casi dos horas. Acompañada de varios músicos, entre los que destacan el cuarteto Caña Brava, la Banda Bastón, Amalia Romero, Osmán Paredes y el maestro Juan Manuel Arpero, entre otros más, la oaxaqueña interpretó los temas más entrañables de sus producciones discográficas a la largo de su carrera y por supuesto, de su reciente álbum, Rojo Corazón.

La diversidad en géneros

Durante la velada, el público disfrutó de temas como “Porque así tenía que ser”, “Con todo el corazón” y  “Ausencia”, entre tantos más, logrando así una atmósfera cálida y sensitiva, la cual se plagó de aplausos y reconocimientos para la cantante. El concierto se dividió en tres actos: el primero fue dedicado a la tristeza del mal de amores, ausencias y despedidas, el segundo se trató del despecho, coraje y enojo de un corazón no correspondido y por último el jolgorio, goce, olvido y la burla del propio dolor ya superado. Ritmos como el huapango, blues, bolero jazz, hip-hop, world music, norteño y música vernácula sonaron en este espectáculo de principio a fin. El evento contó con la producción de Thierry Goethals y de Gonzalo “Chacho” Peniche en el audio en sala, Salvador Castañeda y Manuel Tapia en monitores, y Francisco Montero en iluminación, quienes con su experiencia y procesos de trabajo lograron que este concierto tuviera grandes resultados.

“Estamos muy contentos por los resultados obtenidos, fue algo que se platicó tiempo atrás, reunimos a las personas indicadas y todos hicieron un excelente trabajo. Creo que el concepto del show se expresó en su totalidad, el talento de Geo fue apreciado completamente por el público y sin duda es el resultado del arduo trabajo de muchas personas”, menciona Thierry Goethals.

Un aspecto a destacar fue la participación de Shure en el evento, con el micrófono KSM9, el cual utilizó Geo Meneses, mientras que para los invitados se ocupó el KSM8. Además, se utilizaron los equipos SM58, MX153, Beta 56, KSM137 y Beta 52, entre otros más. Para conocer qué fue lo que se realizó en monitores, Manuel Tapia, especialista de Shure, señala: “Geo facilitó nuestro trabajo, siempre supo qué es lo que quería y necesitaba. Lo que hicimos fue dotar de los equipos necesarios, como el KSM9, que cuenta con un micro condensador con una respuesta muy plana y una extensión hacia frecuencias bajas y altas bastante amplias. También está el KSM8, con una pastilla dinámica de doble diafragma y que no presenta efecto de proximidad, sin cambiar el color o respuesta al salir del eje. Otros equipos a destacar fueron los Beta 56 en la batería y percusión, mismos que son especiales para estos instrumentos, soportan altos niveles de presión y su respuesta es buena; inclusive  su montaje es sencillo. Los overheads de la batería son KSM137 y el bombo ocupó el Beta 52”.

Por su parte, Salvador Castañeda, educador y profesional del audio que también ha trabajado como monitorista con Lila Downs y en sala con Eugenia León, señala: “Este concierto tuvo un set interesante y variado, con DJ, un grupo de jaraneros, un set flamenco, piano acústico, grupo base y trompetas, fue muy intenso. Llevé una base de mezclas, muy apegado a lo que se requieren. Por la cantidad de mezclas, la mayoría fue mono, con excepción de la batería y de Geo, que fueron los únicos estéreo. Fueron 16 mezclas y a esto se sumó el piano, percusión, tuba, acordeón, clarinete, batería, trompeta, guitarra acústica, bajo, cantantes, mezclas de piso y demás. Fue sin duda una gran experiencia”.

Una de las cuestiones a resolver en este show fue el de ajustar los niveles del audio de los bodypacks ya que se buscaba que interactuaban de la mejor manera con los instrumentos  de los músicos, por lo que fue necesario ajustar los niveles de sensibilidad y poco a poco se fueron realizando los ajustes necesarios. En total se utilizaron 16 mezclas, se ocuparon 44 micrófonos, alámbricos e inalámbricos, mientras que la consola fue la del Lunario, Avid Venue Profile, de la que se utilizaron 49 canales.

El estilo de la música de Geo Meneses tiene un tratamiento especial, ya que reúne ritmos tradicionales y populares mexicanos, sus niveles sonoros se usan más a discreción y son moderados. Para este concierto hubo diversas mezclas, porque si bien no había bajo, sí había tuba, la batería no era de rock, sino de jazz; no era un concierto acústico del todo, sino que también englobó sensibilidad. En el audio en sala, Gonzalo “Chacho” Peniche, estuvo al frente y comandó esta área para que el show tuviera la calidad necesaria.

Se ocuparon 48 canales en total en una consola Avid Venue y se agregaron dos más, a través de un preamplificador extra Gold Channel de TC Electronics, el cual también fue utilizado para recoger ambiente de sala. Otro aspecto a destacar es que se recurrió a un Pro Tools HD2, con el que se grabaron cincuenta canales. El PA utilizado fue el del propio Lunario, Meyer Sound MILO, complementado con subwoofers 700-HP debajo del escenario.

“El Lunario es cómodo y agradable, el personal es muy capacitado y atento, el equipo de audio es excelente y venir aquí es un placer. Para este show utilicé mi set de plug-ins vintage; ocupé un procesador Focusrite Liquid Mix y un set de completo de plug ins. Me gusta lo que permite hacer esta consola; si bien es ya un equipo veterano, con más de diez años en el mercado, responde perfectamente, con gran rendimiento”, concluye Chacho.

Crear atmósferas

Este rubro estuvo bajo el mando de Francisco Montero, quien plasmó el concepto del show, tomando como base todos los elementos del escenario para crear atmósferas y consolidar los tres actos en que se dividió el concierto. Se utilizaron tres universos; en uno se tuvo la luz robótica spot, en otro la convencional y en otro la LED; en total se usaron 84 luces. La consola fue la High End Systems Road Hog 4.

Cabe señalar que el escenario contó con una pantalla de video de ocho milímetros y seis metros de largo por tres de alto, en la cual se reprodujeron distintos gráficos e imágenes, basadas en el concepto de arte del disco Rojo Corazón.

Presenciar a Geo Meneses en el Lunario sin duda fue una gran experiencia y una vez más queda confirmado que el trabajo óptimo de una producción va de la mano con el talento de un artista. Tanto su staff como la cantante supieron encontrar la sinergia necesaria para que los asistentes disfrutaran no sólo de la gran voz de Geo, sino del trabajo de muchas personas que consolidaron un gran concierto.