El sonido de la armónica en el estudio

La armónica es un instrumento musical bastante conocido gracias a su participación en géneros como el blues, rock, folk, country, jazz o música clásica; sin embargo, en nuestra cultura musical no cuenta con la misma popularidad que tiene una guitarra o un piano, y debido a ello, existe un gran desconocimiento acerca de la amplia aplicación con la que cuenta, ya que es posible utilizarlo en virtualmente cualquier género musical.

Los bullet, micrófonos dinámicos muy  conocidos entre los armonicistas, no se prestan para trabajar con este sonido en todos los géneros musicales, pero también pueden usarse micrófonos de condensador en un soporte, dando muy buenos resultados en estudio

De gran versatilidad

Gracias a esta característica, a través del tiempo se han desarrollado diferentes técnicas para obtener una amplia gama en el sonido de la armónica, las cuales han ido evolucionando al punto de contar con tantas combinaciones posibles como se puede imaginar. Por ello decidí compartir algunas de las técnicas generales que comúnmente se utilizan en el estudio de grabación, con la finalidad de ampliar el panorama de sus posibilidades sonoras.

Antes de comenzar con los aspectos técnicos, quisiera mencionar que en el desarrollo de este articulo fui muy bien acompañado y me fue posible conocer más a profundidad los aspectos sonoros muy específicos que prefieren los profesionales de este instrumentos, así que, en conjunto con mi experiencia, obtuve un panorama muy completo que deseo sea de utilidad.

En primera instancia, nos visitó en AntenaStudio Ángel Vera, armonicista profesional en España, quien cuenta con una muy amplia experiencia y además es fundador de la escuela de armónica en línea mas importante de habla hispana: Harpvard. En su reciente gira por Latinoamérica, titulada “Soplatour 2022”, nos visitó para realizar algunas grabaciones para producciones del país ibérico y de Ciudad de México, así como para participar en una live session. Ángel es muy flexible al buscar su sonido en el estudio y prefiere trabajar con amplificación de bulbos y micrófonos tipo bullet, aunque está siempre abierto a las posibilidades de emulación de los plug ins y micrófonos de condensador en soporte, además de que gusta de grabar con su micrófono bullet Hohner HB52 Harp Blaster, dispositivo de mano para armónica que se encierra en las manos junto al instrumento, dando un sonido muy cerrado y presente, ya que la proximidad siempre será extremadamente corta y similar en todos los pasajes. Los bullet, micrófonos dinámicos muy  conocidos entre los armonicistas, no se prestan para trabajar con este sonido en todos los géneros musicales, pero también pueden usarse micrófonos de condensador en un soporte, dando muy buenos resultados en estudio. El bullet es muy utilizado en el blues, mientras que en el jazz, pop o clásico, es más utilizado el micrófono de condensador en un soporte.

Por otro lado, es de vital importancia tener en cuenta los aspectos distintivos del instrumento en sí mismo, ya que una armónica cuenta con un rango de frecuencia que oscila entre los 65 Hz y hasta los 15 Khz, donde el rango de las fundamentales se encuentra alrededor de los 65 Hz y los 2.93 kHz, dejando el rango de los armónicos alrededor de los 131 Hz y hasta los 15 Khz, información vital para saber con qué tipo de micrófono trabajar, ya que éste será la condición necesaria para cubrir el espectro general del instrumento y con la selección de la microfonía indicada es posible capturar el sonido completo de la armónica en sus 3 octavas.

En cuanto a los efectos más convencionales a usar en la armónica, suelen ser un poco de compresión y ecualización, cuidando principalmente obtener más cuerpo y controlar el rango de los agudos, para evitar que éste sea irritante.

A tomar en cuenta

Lo recomendable, refiriéndonos al patrón polar del micrófono, será un cardioide, debido a que el instrumento en sí mismo, suele tener un registro alto. En este tipo de microfonía se puede sacar provecho del efecto de proximidad, fenómeno que incrementa las bajas frecuencias de la fuente cuando la cercanía al dispositivo es mucha y de esa manera es posible obtener un sonido con más “cuerpo”. Aunque es un método muy utilizado, también cuenta con algunas desventajas; por ejemplo, al tener el micrófono cubierto con las manos y muy cerca del instrumento, también se hace muy sensible a los sonidos de la garganta u otros artefactos sonoros, además de que el trémolo de mano o el wah wah, efectos realizados con las manos por los armonicistas, no son tan expresivos, ya que la microfonía se encuentra justo por la parte interior y no por fuera, que es por donde realmente se perciben mejor este tipo de técnicas. Es por ello que la microfonía depende mucho del estilo que se persiga en cada producción.

Cuando trabajamos con amplificador en el estudio, se deben considerar también otros factores de relevancia; por ejemplo: normalmente el tipo de amplificación que se utiliza para las armónicas es muy similar al de guitarra; de hecho, muchos armonicistas utilizan amplificadores de guitarra para este fin, pueden utilizar bulbos para generar la distorsión, o hay algunos que prefieren usar pedales de distorsión en su cadena sonora. Algo importante a considerar es que los amplificadores de guitarra suelen atenuar los agudos naturalmente, de tal manera que se puede compensar muy bien la parte en la que los armónicos del instrumento suelen brillar más, dando un tono no tan irritante.

Si estamos trabajando con amplificador, lo común es microfonearlo igual que una guitarra, buscando siempre la mejor posición del micrófono, que nos permita conseguir lo que se está buscando: un sonido más cálido o más brillante y demás. Hay ocasiones en las que la combinación de varios micrófonos enriquecen aun más la señal de la armónica; por ejemplo, al colocar un micrófono al frente de la bocina del amplificador, otro en la parte trasera y uno más a la distancia para hacer la función del micrófono ambiental, tendremos un sonido muy completo al ajustar las fases y mezclarlos, ya que nos permite manipular todo el espectro por separado y de esa manera manejar cada rango de manera independiente y a voluntad.

En cuanto a los efectos más convencionales a usar en la armónica, suelen ser un poco de compresión y ecualización, cuidando principalmente obtener más cuerpo y controlar el rango de los agudos, para evitar que éste sea irritante. La distorsión, la reverberación y un delay SlapBack suelen ser de los más empleados, aunque no está demás experimentar con cualquier otro que se les ocurra, como octavadores, chorus, flanger y otros, con la finalidad de ampliar las posibilidades sonoras.

Para complementar, en una conversación exclusiva para este artículo con el Maestro Rafa Salgado, “Wea”, armonicista de El Tri y que ha colaborado con artistas como Enrique Bunbury, Miguel Ríos, Moderatto, Cuca, Emmanuel y Billy Branch, entre muchos otros de talla internacional, comenta que su manera preferida de producir la armónica en el estudio es a través del amplificador. Entre sus preferidos (dependiendo del género), están los Mesa Boogie Mark 3 y Mark 5, el clásico Fender Twin y el Orange, así como los micrófonos Beyerdynamic M88 y sus propios efectos reverb, Mako Delay analógico y distorsión MXR. El Maestro Wea cuenta con una colección impresionante de armónicas en tonalidades especiales que le permiten jugar con los colores y acomodar su gran estilo a diferentes géneros musicales. Gracias a ello, en las producciones en las que ha participado, queda de manifiesto su sello y buen gusto musical.

Esperamos que estas generalidades les sean útiles y experimenten por ustedes mismos la armónica en el estudio, además de que consigan enriquecer su producción con un sonido perfecto de este pequeño, pero poderoso instrumento, y no duden en compartirnos su experiencia. ¡Hasta la próxima!

Por Ferrer León*

*Es productor musical, ingeniero en audio y músico y cuenta con 25 años de trayectoria en diversas áreas de la producción, participando en diferentes proyectos dentro y fuera de México, que abarcan música  regional, pop, jazz, rock y orquestas sinfónicas, así como música para empresas y soundtracks. También está a cargo de la producción de audio en la Dirección de Innovación de la Secretaría de Educación Pública. Es miembro votante de los Latin Grammy y cuenta con su propio estudio de grabación, AntenaStudio, en Guadalajara, Jalisco. Pueden encontrarlo en: ferrer@antenastudio.com y www.antenastudio.com