La idea de grabar los éxitos de Los Amigos Invisibles en versión acústica fue del percusionista de la banda, Mauricio Arcas “Maurimix”, aunque indirectamente los integrantes de la agrupación venezolana siempre estuvieron muy familiarizados con el concepto del MTV Unplugged.
Cuenta el vocalista Julio Briceño que cuando él y el bajista José Rafael Torres “El Catire” trabajaban en una tienda de discos, casualmente los álbumes más solicitados por los clientes eran los “desenchufados” que la famosa cadena de videos produjo en la década de 1990, formato que la banda caraqueña adoptó para grabar su nuevo álbum, Los Amigos Invisibles Acústico, que saldrá a la venta este mes en CD y DVD, y en plataformas digitales.
“Honestamente, la idea de Maurimix nos agarró un poco fuera de base, porque no estábamos pendientes de un proyecto así. Lo pensamos muy bien y luego concluimos que a los fans realmente les gusta ver a sus bandas en un ambiente relajado, como si estuvieran en la sala de su casa. Por otro lado, muchas de estas versiones nacieron cuando nos llamaban de la radio para una entrevista y luego nos pedían que hiciéramos algo acústico en ritmos como bossa nova, bolero o mambo, sabiendo que como músicos lo podíamos hacer”, señala Julio.
“Cuando empezamos nuestra carrera, recuerdo que tocábamos en un restaurante pequeño, así que luego surgió la idea de hacer cosas acústicas en este lugar. Si bien es cierto que nunca nos habíamos planteado la posibilidad de hacer un acústico, siempre estuvimos familiarizados con el formato”, agrega el baterista Juan Manuel Roura.
Los Amigos Invisibles Acústico recopila diez éxitos de la discografía del conjunto venezolano e incluye canciones a dúo con Mariana Vega, Gil Cerezo (Kinky), Aleks Syntek, Jay de la Cueva y Natalia Lafourcade, con quien anteriormente grabaron Viviré para ti, que se desprende de su álbum Commercial (2009).
“Hubo un criterio de personas conocidas que estuvieron con nosotros durante la grabación de este disco, es decir, amigos y colegas con los que tenemos algún tipo de nexo, así ha sido todo lo que hemos hecho a lo largo de nuestra carrera. Más que una imposición de alguna disquera, fue una cosa más casual, llamar a la gente con la que tenemos una especie de conexión genuina, gente amiga”, dice José Rafael Torres.
El álbum fue grabado el año pasado en los Estudios Interlomas, en la Ciudad de México, bajo la producción del propio Mauricio Arcas. La mezcla corrió a cargo del propio ingeniero del grupo, Eduardo Lares “Yare”. En video, el grupo contó con el trabajo de Daniel Durán como director.
En cuanto a instrumentos, para la grabación del acústico, José Rafael Torres usó un bajo Hofner. “Tiene un sonido muy particular que normalmente yo no usaría para un concierto en vivo, pero para el acústico era perfecto”, explica el músico. Por otro lado, el guitarrista José Luis Pardo Arrieche “Cheo” (ex guitarrista de la banda) utilizó una guitarra Fender, mientras que a nivel de percusiones Yamaha estuvo muy involucrado. Los platillos fueron Paiste y toda la microfonía fue Shure. Armando Figueredo “Armandito” (ahora ex tecladista del grupo) usó un piano eléctrico Fender Rhodes y un Hammond. La consola con la que grabaron el concierto acústico fue una Avid Venue.
Como ingeniero de monitores les acompaña Iván Ochoa, y como ingeniero de sala, Francisco Carpio, con quien llevan trabajando más o menos 15 años. “Tenemos un crew en Venezuela, y otro para cuando vamos a otros países. El asunto es que tenemos que ajustarnos a presupuestos y muchas veces a los tiempos también”, dice Julio.
Este año, José Luis Pardo y Armando Figueredo dejaron de ser parte de la agrupación, después de 23 años de carrera con Los Amigos Invisibles, varias nominaciones y un Latin Grammy ganado, así como el reconocimiento de su música en 60 países.
“Lo importante es que sean felices. Llegó un momento en el que cada uno de ellos quiso buscar su propio camino”, dice el vocalista. “Creo que lo importante del asunto es eso, aquí nadie botó a nadie“.
Durante este mes, Los Amigos Invisibles presentarán en vivo este disco este mes en el Teatro Metropólitan.
Julio Briceño dice que llevar el formato acústico a los escenarios representa un reto atractivo para él y sus compañeros. “La gente tiene miedo a que los acústicos sean muy lentos y nosotros no queremos hacer algo así, todo lo contrario, queremos algo que se sienta íntimo, pero no que el público se duerma, así que vamos a meterle tanto a la parte acústica como a la eléctrica”, detalló el cantante.
Sobre el poder que debe tener en vivo un grupo, Los Amigos Invisibles señalan que ese aspecto sigue siendo el verdadero reto para los artistas, en una era tecnológica en la que el público ya no consume un disco entero, sino sencillos que obtienen en diversas plataformas digitales.
“Se tiene más acceso a todo nivel, el poder hacer música se ha popularizado. El otro día leía a una escritora de blog que dice que hacer música es como jugar con una pelota. El gusto por la música ya no es sólo que te gusten los instrumentos. Todo mundo graba en GarageBand, lo que se hizo fue facilitar ciertos procesos”, opina José Rafael Torres.
“El otro día estábamos hablando de que quizá nos vamos a convertir en eso, como en la década de los cincuenta, en un lado A y lado B. No es que lo vamos a hacer, pero hemos platicado la posibilidad de no hacer más discos y apostar por los sencillos como todo mundo está haciendo ahora”, agrega Briceño. “El disco seguirá quedando, pero lo que sí creo es en la teoría de que hay que hacer discos más cortos. No todo lo que compones está bueno y la gente no tiene la paciencia para sentarse a escuchar algo más de una hora”, concluye el bajista de una de las bandas venezolanas más queridas de Latinaomérica.