Desde la zona estelar berbenéutika: Systema Solar

Systema Solar retrata la música que los locales del Caribe reinventaron, con tecnología accesible y en poderosos sistemas de sonido, las músicas que los marineros llevaban a las costas de sus viajes por el mundo. Este colectivo colombiano recicla dichas historias y las dispara al mundo, convertidas en beats espaciales, shows alucinantes, videos psicodélicos y letras que son puro poder.

Por fortuna, diversidad

Jhon Primera y Walter Hernández (voces), Juan Carlos Pellegrino (productor), Daniel Broderick (DJ), Vanessa Gocksch (visuales), Arturo Corpas (DJ) y Andrés Gutiérrez (percusiones) dan vida a este singular colectivo de distintos orígenes sociales y culturales, resultado de un azar casi cósmico.

La historia de Systema Solar se inició hace una década en un concierto en Medellín. Aquella noche se reunieron por primera vez sobre el escenario sin tener muy claro el papel de cada planeta. Desde entonces, nunca han tocado frente a menos de doscientas personas: desde el mítico festival de Glastonbury, pasando por el exquisito Roskilde, el Vive Latino en México y el South by Southwest (SXSW), hasta llegar a Lollapalooza Chile.

Con un enfoque subversivo hacia la nueva música colombiana (samples de cumbia de la vieja escuela, mezclados con feroces beats de techno, scratch hiphopero rasguñando gaitas primitivas), su sonido es una conjunción alegre entre la electrónica de fiesta y los aires de la Colombia afrocaribeña.

   

En 2016, Systema Solar lanzó Rumbo a Tierra, una de las producciones colombianas  más celebradas del año pasado y que hace unas semanas debutó en el mercado estadounidense a fin de ampliar su audiencia hispano y angloparlante. Este mismo material los llevó hace algún tiempo a la primera edición del Festival ALMAX, en Bogotá, donde hubo la oportunidad de charlar con tres de sus integrantes.

¿Cómo ha evolucionado su sonido al tratarse de una mezcla de ritmos tradicionales colombianos y música electrónica?

Daniel Broderick: “Ha sido un experimento de alguna manera, un laboratorio de emociones donde amalgamamos y donde conviven nuestras influencias musicales. Systema Solar es un colectivo grande y tiene influencias de personajes de diferentes contextos sociales y musicales, digamos que los primordiales son la electrónica y el hip-hop y por su ubicación y legado cultural, todas las música colombianas, principalmente las músicas del afro caribe”.

Walter Hernández: “No somos una agrupación que se dedique a hacer sólo un estilo, sino que explora en una sonoridad general que tiene raíces del caribe de Colombia, pero siempre dialogando con muchas escenas y creo que por eso conectamos, porque hay gente que cada vez está más abierta a lo local; por otro lado, hay sonidos que en la forma en la que están mezclados son como sonidos del mundo, fusionados con lo electrónico, que invitan a conocer qué es lo que estamos diciendo”.

Háblanos sobre el proceso de creación en Systema Solar…

Daniel: “En diferentes temas ha habido diferentes procesos. Generalmente, una idea musical proveniente de alguno de los integrantes, una idea en el sentido rítmico; entonces empieza a complementarse rápidamente con letras y melodías. Digamos que como mejor funciona la composición y la creación colectiva es cuando llegamos al estudio y cada uno empieza a crear esas piezas o esas referencias personales, pequeños loops o samplers y se pone todo sobre la mesa. Así se nutre con la información de todos y empieza a crearse la letra y la melodía alrededor de eso”.

Talento local, éxito mundial

Tomando en cuenta lo anterior, ¿cómo fue la producción de “Rumbo a Tierra”, en términos de grabación, mezcla y masterización?

Daniel: “Es un disco grabado en su totalidad en Taganga, en la Casa Biyuka, que es un pueblo al lado de Santa Marta, Colombia. Ahí se hizo gran parte de la grabación. La otra parte se hizo en Minca (Magdalena) en el estudio de Christian Castagno, en la Sierra Nevada de Santa Marta. Christian es un productor neoyorquino, un ingeniero de mezcla; su estudio es bastante chévere y con tecnologías interesantes, entonces parte de la producción también se hizo ahí”.

“Al frente de la producción estuvo Juan Carlos Pellegrino. Hicimos ahí varios jams y luego nos fuimos a Minca, donde se realizó el proceso de mezcla en el estudio de Christian”.

¿Qué equipos se usaron para la producción de “Rumbo a Tierra”?

Daniel: Se han usado diferentes tipos de equipos e instrumentos; digamos que en los dos discos anteriores no se habían explorado tanto esas texturas y grabaciones. También en un tema se utilizó un sintetizador Refiner, que convierte audio a impulsos eléctricos, a síntesis; sólo existen dos sintetizadores de estos en el planeta. Es un producto que diseñó un ingeniero de los años setenta y su hija está en la misión de revivirlo”.

“En el disco también hay una colaboración del artista argelino-francés Nedjim Bouizzoul en el tema “Qué pasó”, quien interpreta el guembri, un instrumento de cuerda africano con una sonoridad muy especial. También, los equipos que hemos usado para mezclar son tornamesas y consolas Avid y Neve, además de otro sintetizador análogo llamado Dark Energy”.

¿Cuál ha sido su experiencia como grupo independiente en la industria musical colombiana?

Walter: “Estamos muy contentos con la plataforma que es ahora Colombia. Desde hace más de cinco años hemos logrado hacer giras europeas, hemos visitado países hermanos en Latinoamérica y eso significa que hay un interés en las exploraciones sonoras del país”.

Daniel: “Realmente ha sido una experiencia muy grata ver cómo vamos co-creando. La experiencia en la industria musical colombiana ha sido muy interesante, a partir de nuestra propuesta, llena de retos, en el sentido de que hemos podido trabajar en colectivo, entregando creaciones y encontrando rutas no necesariamente convencionales, pero sí muy amplias, de la misma manera que nos ha permitido estar, en los últimos siete años, presentes en escenarios de nuestro país. Ha sido muy interesante y gratificante ver cómo existen posibilidades”.

¿Cuáles son los elementos que inspiran el trabajo de video de Vanessa Gocksch y qué equipos ocupa para este fin?

Daniel: “Vanessa ha trabajado diferentes instancias y tipos de contenido para el video. Digamos que la plantilla base inicial era su alias: “Pata de Perro”. Básicamente hay un gran trabajo, entre el cotidiano de Colombia en las calles y carreteras. Son imágenes que retratan situaciones típicas de nuestra cultura, de la esencia de nuestros pueblos”.

“Vanessa también trabaja con muchos videos relacionados con la tierra, el ecosistema y la conciencia del espacio. Hay un trabajo de animación, representación de iconos y personajes relevantes del país”.

Su presencia en Europa ha sido importante, ¿la respuesta del público siempre fue tan entusiasta como lo es ahora?

Vanessa Gocksch: “No siempre fue entusiasta. Colombia tuvo durante años todas las fronteras cerradas, nadie venía acá porque tenía miedo, nadie se movía porque no querían a los colombianos afuera, estaba muy cerrado el mercado”.

“Hace quince años que llegué a Colombia y vi cosas muy vibrantes; fue una cosa que me inspiró mucho y me di cuenta de que nadie conocía esta música afuera. Recuerdo que hace años llevé discos de cumbia, vinilos a  Nueva York y a otros lugares de Europa para tratar de venderlos y me decían: ‘¿Eso qué es? Mejor tráigame música de Brasil o Cuba”.

Walter: “Esta dimensión que tiene la música fue en un tiempo lastimosamente manipulado por las organizaciones que siempre buscaban sacar muchas tajadas antes de llegar al beneficio directo del músico”.

En esta época donde los discos no se venden como antes, ¿cuál es para ustedes el futuro de la música? ¿Cuál es el camino a seguir para que los músicos vivan de su trabajo?

Daniel: “No hay fórmulas para esto, creo que simplemente es la creatividad y la pasión por lo que lo haces. Sé que hay muchas maneras de generar ingresos a partir de la música, pasando por los discos y los shows en vivo, creo que precisamente forjar este mercado, esta existencia y de encontrar cuál es el lugar, ese es el reto. Seguramente quien viva por y para la música encontrará una ruta”.