Depeche Mode y México, un amor a prueba del tiempo

Aunque no precisamente para tocar en vivo, Depeche Mode visitó por primera vez México con el lanzamiento del álbum “Violator”, justo al principio de la última década del siglo veinte. A sabiendas de que los seguidores del grupo británico se contaban por miles en nuestro país, las incipientes compañías promotoras de conciertos comenzaron a interesarse en realizar un evento masivo de la banda, lo que ocurrió hasta 1993, con la gira del disco “Songs Of Faith And Devotion”. De ahí comenzó la historia de amor entre Depeche Mode y el público mexicano, que ha continuado elmente por ya un cuarto de siglo.

Mucha evolución ha visto esta banda en lo que se re ere a sus conciertos, y no sólo en su propia historia, comenzada a nales de los años setenta en las tierras británicas de Basildon, sino en cada país que han visitado como parte de sus recorridos mundiales. A ellos les tocó escuchar nuevos sistemas sonoros, probar nuevas luminarias, tecnologías de video, monitores, consolas. Junto a ellos, el fotógrafo y director de video, Anton Corbjn, han sido los creadores de conceptos de escenario recordados por su so sticación y el uso novedoso de recursos que han impuesto estándares de producción en la industria del espectáculo.

De eso trata la siguiente historia. A partir de sus dos conciertos ofrecidos en la Ciudad de México, durante la gira Global Spirit Tour, que tocó otros países como Colombia, Brasil, Chile y Argentina, el staff de Depeche Mode, codo a codo con el equipo de producción de Ocesa en nuestro país, dedicaron unos momentos para compartir sus roles de trabajo y la creatividad necesaria para emocionar a más de cien mil personas en los dos días repartidas en dos conciertos en el Foro Sol.

Producción de alto nivel

Juan Pablo, miembro del equipo de producción de Ocesa PRG y stage manager en este concierto, es el primero en narrar la manera en la que se materializó lo que en un momento estuvo solamente en el papel y en correos electrónicos, para producir el show en tiempo y forma: “Como el nombre lo dice, soy el encargado de llevar a cabo físicamente todo lo que en la producción se avanzó. En este caso, en conjunto con la producción de Depeche Mode, trabajamos en conjunto y tuvimos a punto todo lo planeado en el recinto, en cuestión de audio, iluminación, estructuras y demás. En el caso de este evento, hubo mucho tiempo de planeación previa, aproximadamente un año”, menciona.

Como elementos esenciales en la producción, Juan Pablo comenta: “Con respecto al sistema de PA que Ocesa PRG brindó para el evento, se utilizó el sistema L-Acoustics K1 como principal, y que fue reforzado con delays de altavoces L-Acoustics K2, que es lo que establece Depeche Mode como una de sus principales opciones, así como varias bandas que nos ha tocado producir”.

Además, no se trata solamente de contar con el equipo, sino de saber usarlo: “En efecto, para sus producciones, sé que Ocesa PRG cuenta con todo lo necesario para cualquier evento, además del personal técnico de mayor experiencia para producirlo adecuadamente, como es el caso de Eduardo González “Trosky” en el audio y Sandro Arellano en la iluminación, además de todo nuestro personal humano, que está en todos los shows internacionales que son producidos por Lourdes Skipsey, quien tiene una experiencia enorme”.

La experiencia de Juan Pablo hasta llegar al escenario que planeó para Depeche Mode ha pasado por otros artistas y bandas: “He trabajado con artistas locales”, menciona; “he hecho producción de Fobia, Café Tacvba, Alex Syntek y Gloria Trevi, y me tocó llegar a Ocesa por el Festival Vive Latino. A partir de ese momento tuve acercamiento con Lourdes, quien es la productora del festival. Llevo muchos años trabajando en ese evento con diferentes grupos y el año pasado hubo un acercamiento de mi parte hacia la empresa con respecto a mis ganas de trabajar con ellos y así fue como empecé a colaborar más; ha sido una experiencia muy buena; es un placer compartir la experiencia con personas como Lourdes, Trosky, Sandro o Félix Villaseñor, quien coordina todos los equipos por parte de Ocesa PRG, y por supuesto, es muy importante poder recibir a bandas de la magnitud de Depeche Mode”.

Una buena estructura, gran seguridad

Esta área es, como sabemos, fundamental para contar con un escenario adecuado. Y es Julio García, de parte de Ocesa PRG, quien nos cuenta su experiencia: “Nos encargamos de todas las estructuras, ya sean coordinados por la compañía o por proveedores externos. Para los conciertos de Depeche Mode tuvimos un escenario de 28 metros de boca, seis torres: cuatro para audio y dos para seguidores, así como las estructuras para FOH (sala), y la pasarela que requirió el escenario. Nosotros coordinamos tanto la logística como el personal; revisamos el rider y nos encargamos de hacer los planos para mandarlos al artista por medio del área de producción. Para este show trabajamos aproximadamente con treinta personas antes del montaje y después, para el desmontaje”.

Con respecto a la capacitación que Julio ha tenido en estructuras, comenta: “Hemos hecho muchos cursos que se han impartido durante estos diez años que llevo en el área, como cursos de rigging, y también tenemos la consultoría de las empresas que nos han provisto de equipos. Además, cada estructura es analizada profundamente antes de cada evento. A partir de eso, trabajamos los cálculos para poder nivelar pesos. Tú puedes saber que una estructura carga ochenta toneladas, por ejemplo, pero hay shows que concentran veinte de ellas en un solo punto, mismo que debe analizarse para distribuir el peso y trabajar con seguridad, que es lo más importante”, señala.

“La estructura que manejamos es acero en su totalidad. Cuenta con un volado de seis metros que ayuda bastante para los shows: protege de la lluvia y a tener una línea de luces extra al frente. Se conforma de doce tráilers de equipo, aproximadamente. Para este montaje trabajamos dos días y medio y se desmontó en dos. Las seis torres de delay pueden cargar, cada una, tres toneladas de equipos de audio”, añade Julio.

“Siempre tenemos, como mayor reto, los tiempos. De pronto tenemos eventos análogos a los eventos, por ejemplo, del Foro Sol. Lo complicado es repartir al personal: tener a la gente correcta en cada montaje”, naliza Julio su experiencia. Y eso es parte del éxito de conciertos como los que Depeche Mode ofreció en tierras mexicanas: que quienes participan en ellos tienen el interés continuo por la capacitación.

Un crew, varias nacionalidades

De parte de la producción de la banda británica, Toby vino a México como su stage manager. No obstante, ésta fue la primera vez que trabajó con Depeche Mode, Toby tiene más de 25 años en la industria del espectáculo y eso le ha dado el carácter adecuado para adaptarse a cualquier situación: “Es la primera vez que trabajo con Depeche Mode, aunque he trabajado con bandas como Arctic Monkeys o Kyle Minogue. Estoy familiarizado con este tamaño de escenarios y estamos trabajando con un poco más de veinte personas. El demás personal es local, tanto de audio, como de video e iluminación” menciona Toby.

Por fortuna, la evolución de la industria del espectáculo en nuestro país ha hecho posible que las giras mundiales vengan con pocos equipos y que lo demás se encuentre fácilmente aquí. “Estamos viajando con las consolas de sala, monitores, video e iluminación, pero todos los demás equipos son locales”, comenta Toby. “Para mí, realmente no tengo problema, tengo haciendo esto muchos años y realmente no hay muchas sorpresas. La evolución en los escenarios ha sido muy grande, creo que desde el punto de vista del público, lo más trascendente ha sido el video, la resolución de los LEDs es muy buena y eso es notable. Básicamente, como stage manager, me toca coordinar lo que pasa en el escenario, pero no soy especialista en alguna tecnología, como mis compañeros”.

En la parte de la iluminación, el nacido en Estados Unidos, de ascendencia mexicana, Manuel Conde, formó parte también del crew que llegó hasta el Foro Sol para instalar y poner a punto las luminarias usadas en los dos conciertos de Depeche Mode. Así explica su trabajo: “Anton Corbjn, quien realizó el diseño del escenario, fue a ver a Sooner Ruthier, quien concibió la parte de las luces, escucharon el disco que la banda iba a promover (“Spirit”), y empezaron a tener algunas ideas para la iluminación, que se inspiró en las banderas de la portada del álbum; ahí está la representación de la imagen del concierto. Fue un poco modi cado para la gira en México y Sudamérica, pero es el mismo concepto y el mismo contenido en toda la gira. Los lms que se ven en las pantallas fueron hechos por Anton, y el show fue programado en las luces por mí y Brian Jenkins.

“El diseño de iluminación tiene que ver con la música, evidentemente, y todo tiene que ver con la banda en su actualidad. Siempre han trabajado la música con las luces. Trabajamos básicamente con la consola GrandMA Full Size, y hay mucha tecnología involucrada. En Centro y Sudamérica, los modelos de iluminación fueron diferentes, pero el diseño es el mismo: una apariencia muy industrial. También usamos motores que suben y bajan luces en distintos momentos del show”, continúa Manuel.

La programación de los conciertos en la iluminación se hizo en un mes con Brian: “Lo empecé y él lo concluyó, pero para los ensayos usamos un mes en el Reino Unido. Todo el staff es británico, excepto yo y otras dos personas”. A la fecha de los conciertos en México, aún faltarían decenas de shows en Estados Unidos y Europa, aunque la banda llevaba ya casi un año en este tour. Para Manuel Conde, el reto en estos conciertos es trabajar en lugares tan distintos y con diferente staff, aunque el profesionalismo siempre se impone. Entre las luminarias usadas en estos shows, se encontraron las marcas Robe (modelos Spike y BMFL), Clay Paky y Elation.

Movimientos, tal cual son

Como es sabido, el video en vivo es muy importante en los conciertos de Depeche Mode. La manera en la que David Gahan o Martin Gore interactúan con el público noche tras noche es algo que todos quieren ver, y para este tour, Ricky Parkin fue el encargado de dirigir a las cámaras en vivo: “Esta es mi primera vez trabajando con la banda, he trabajado antes en tours con Kanye West, Ariana Grande y Pink, entre otros. Para esta gira, estuvimos trabajando con Anton Corbjn acerca de lo que él esperaba del video en vivo”.

El concepto al cual se llegó fue que el video en vivo apoyaría a la música. “Proyectamos videos en ocho canciones, que fueron hechos por Anton, mientras que en las demás canciones, el video en vivo y lo que ellos hacen en el escenario es lo más importante. Usamos cámaras Sony, dos video servidores Hippotizer y tres cámaras robóticas personalizadas. Tenemos dos Universal Pixels, gracias a su calidad”, explica Ricky.

“También contamos con pantallas de alta resolución IMAG de cinco milímetros y es destacable que nuestro sistema de video es único, con dimensiones compactas, enviamos nuestras especi caciones, en cada país se sabe si es posible tener todo y de ser necesario, modi camos algunas cosas”. Como puede entenderse, dentro del trabajo de Ricky, más que los equipos, que ya se encuentran en muchas partes del mundo, uno de los factores más importantes es la capacidad de comunicarse correctamente con quienes se encuentre para trabajar, ya que en cada lugar hay que dar instrucciones a los camarógrafos y tenemos que estar seguros de que lo hicimos bien”.

La psicología en los monitores

Sarne Thorogood, proveniente de Nueva Zelanda, es otro de los veteranos que conocen muy bien a Depeche Mode y ha sabido establecer con ellos una relación provechosa, sobre todo por el rol que le toca jugar: el de ser ingeniero de monitores. “Tengo veinte años trabajando con Depeche Mode, desde 1998. Me han tocado muchos cambios, el paso de las consolas análogas a digitales, los monitores personales, y ahora usamos una consola Midas ProX, así como veinte monitores de piso db audiotechnik MS y QSubs. En realidad, seguimos usando monitores de piso porque se ellos se sienten bien usándolos, confían en ellos”. En su caso, a este ingeniero le tocó el pleno cambio entre las consolas análogas a digitales, a lo que él comenta: “No fue realmente muy difícil el cambio, porque fue gradual y emocionante. Dejaron de estar los racks que llevábamos y todo el equipo periférico. El sonido es diferente, pero ahora la consistencia es muy buena”.

Para concluir, en opinión de Sarne: “Como ingeniero de monitores, la relación con los músicos tiene que ser de con anza, hay que interpretar qué quieren y ponerlo en términos de audio, no pueden explicar demasiado durante un concierto. En este caso, tal vez la parte más difícil del montaje sea el manejo de las radiofrecuencias. Los sistemas de monitoreo personal fueron 17”.

Una banda como Depeche Mode se tiene que ver una vez en la vida. ¿Son leyenda? Es muy probable. Pocos grupos han tenido tantos años de una carrera tan fructífera, pero también de tanta creatividad y capacidad de reinventarse a sí mismos, de la misma forma que su staff, siguiéndolos alrededor del mundo, en un espíritu global.