Muchos lo han llamado el “Heredero de Pavarotti”. Cautivando a las multitudes con su voz clara y cristalina, es universalmente reconocido como “uno de los más grandes tenores de la historia”. Pero aunque su exitosa carrera lo ha llevada desde La Scala de Milán, hasta el Royal Albert Hall de Londres, Juan Diego Florez conserva su corazón en Perú. Cuando su tierra natal se vio azotada por una serie de desastres naturales esta primavera, la famosa estrella de la ópera anunció que haría un concierto de beneficencia para los afectados por estos trágicos acontecimientos.
El 1 de julio se celebró el concierto en el Estadio Nacional de Lima. Producido por Tito Vattuone y Milagros Florez, “Homenaje al Perú” contó con la actuación de Florez y de la Orquesta y Coros Sinfónicos de Perú. Apoyando a la inolvidable música, un evocador diseño de iluminación de Gianfranco Di Vitto capturó el espíritu de la gente y tierras peruanas, con la colaboración de un conjunto de equipos Maverick y COLORado de CHAUVET Professional.
“Tito Vattuone, lideró la producción, y yo procuré plasmar el sentimiento del Perú durante el concierto”, dijo Di Vitto. “Queríamos proyectar estampas de paisajes y caminos peruanos. Imaginaba a Juan Diego actuando con un fondo de los Andes, de nuestras costas, y de las junglas con enormes nubes sobre la orquesta. Esto lo traduje en curvas de luz proyectadas desde las estructuras”.
Esas curvas de luz fueron creadas por 50 equipos Maverick MK1 Hybrid que Di Vitto colocó en cinco arcos de estructuras, a unos 10 y 13 metros sobre el frente y la mitad del escenario. La luz de estos equipos se utilizó con frecuencia para hacer amplios baños de color que creaban diferentes aspectos ambientales. En otros momentos, también proyectaban intensos haces de luz para resaltar a los diferentes artistas y elementos escénicos sobre el escenario.”
“Mis opciones para crear líneas de color para la curvas, definitivamente pedían equipos híbridos de alta potencia con doble zoom y mezcla de color CMY, para proyectar efectos tipo beam, y poderosos baños de luz” dijo Di Vitto. “La llegada de los Maverick MK1 Hybrid a la industria me facilitó la tarea de conseguir los niveles necesarios de color, calidad y cobertura para este concierto, todo con un solo equipo”.
El amplio rango de zoom de los Maverick fue clave para que Di Vitto consiguiera crear las apariencias deseadas. “Los equipos no aparentan perder el brillo al ocuparlos con ángulos de zoom amplios, y eso me permitió cubrir todo a la perfección. Estamos hablando de unos 32 metros a lo ancho del escenario, una orquesta de 240 músicos, el coro de 200 niños, 10 elementos del grupo folclórico, y más de 80 bailarines moviéndose a lo largo del escenario. ¡Más de 500 personas en escena!”
Para añadir color al escenario, Di Vitto instaló 32 equipos COLORado Batten 144 Tour, y 45 cabezas móviles Q-Wash 560. Colocados detrás de las tarimas, los COLORado apoyaron la temática de color proyectada por los Maverick MK1 Hybrid, al igual que los Q-Wash, que se montaron en estructuras verticales a la derecha e izquierda del escenario.
En los momentos más emotivos del concierto, Di Vitto ocupó los Maverick para iluminar a la audiencia con intensos baños de luz. “Cuando la música lo pedía, cambiaba el zoom a su ángulo más cerrado”, dijo. “Esto los convertía en poderosos efectos beam que se paseaban por todo el estadio, llenándolo de color”.
Con información de CHAUVET Professional.