Aníbal Seminario y Lorenzo Ferrero, fundadores y directores de la Afro-Peruvian Jazz Orchestra, viven un momento de festejo gracias a la nominación a los premios Grammy 2021 de su disco “Tradiciones”, con arreglos de música tradicional peruana en formato de big band. En noviembre pasado recibieron ya un Latin Grammy por el arreglo al tema “La Flor de la Canela”, original de Chabuca Granda, y sin duda, lo que han logrado los anima a continuar con esta labor de dar su particular aporte a la música que ellos siempre han escuchado.
A kilómetros de distancia y gran amor musical
“Lorenzo y yo nos conocemos desde los trece o catorce años”, inicia Aníbal; “nos conocimos en la Orquesta Sinfónica Infantil de Perú, tocando clarinete clásico. Después, él se fue Boston a Berklee College of Music a estudiar y yo llegué a Los Ángeles; en un momento nos empalmamos y fue así como tuvimos la idea de hacer una orquesta big band y por suerte ya contábamos con músicos para hacer los primeros ensayos”.
“Tanto Aníbal como yo le tenemos mucha pasión y amor a este ensamble”, comenta por su parte Lorenzo; “pero claro, en Los Ángeles hay miles de ellos que tocan jazz, así que decidimos arreglar música peruana conocida. Integramos cajón y todos los ritmos afroperuanos y así comenzó el proceso de investigación, de probar y ensayar con la banda y ver cómo juntamos estos dos estilos y músicos”.
“Lo intenso del proyecto han sido los ensayos, enseñar a nuestros amigos músicos cómo interpretar la música peruana”.
Aníbal Seminario.
Aníbal cuenta que esto se dio entre 2016 y 2017: “Los experimentos empezaron sobre esa época, pero algo muy importante que cabe mencionar es que la banda es 95 por ciento norteamericana y los únicos peruanos en el grupos somos cuatro a lo más, contando a Lorenzo y a mí, de manera que lo intenso del proyecto han sido los ensayos, enseñar a nuestros amigos músicos cómo interpretar la música peruana, así como escribir nuestra música, cómo arreglarla y llevarla a otro sonido”.
Las canciones que quedaron en “Tradiciones” se eligieron como narra Lorenzo: “Fue a partir del concepto del cajón peruano, que internacionalmente se cree que es español; sin embargo, es un instrumento absolutamente afroperuano y es una responsabilidad mía y de Aníbal hacer que se conozca este instrumento, ponerlo en la big band y hacer un nuevo tipo de latin jazz”.
Aníbal continúa: “Lo que dice Lorenzo es totalmente cierto y es algo que siempre mencionamos; en el título del disco estamos haciendo un homenaje a lo que nosotros hemos escuchado desde pequeños. Cabe resaltar que en el disco se incluye el tema ‘María Landó’, quien tiene un gran reconocimiento dentro de la historia afroperuana; ‘Ritmo, color y sabor’, que es otra canción estándar de la música afroperuana, y ‘La flor de la canela’, como un homenaje a Chabuca Granda. Todo empalmó en el momento perfecto para hacer este proyecto como una ofrenda a la cultura afroperuana con este sello y al mismo tiempo trayendo el jazz”.
“Somos dos cabezas que de cierta forma damos diferentes respuestas, pero dentro del grupo funcionamos con gran sincronía; lo que hemos hecho con los músicos de la big band, como peruanos que somos, es literalmente decirles cómo tocar cada frase, dónde picar y dónde poner emociones, transmitirles y darles indicaciones exactas de dónde y cómo tocar y eventualmente, a medida de que vamos ensayando, se convierte en algo que ellos han ido entendiendo. Todo ha sido un proceso”.
Tomarse el tiempo tiene su recompensa
En cuanto a la producción: “Queremos destacar que es absolutamente independiente, comenzó con Aníbal y yo conversando y reclutando a los músicos, se nos unieron más personas, y comenzó a desarrollarse el proyecto. Los productores fuimos Aníbal y yo, más otras dos personas: Arya Morales y Rayner Fernández, así como los ingenieros de sonido Carlos Rodgarman y el mismo Rayner nos ayudaron después a grabar el álbum”, comenta Lorenzo.
“Rayner, además de ingeniero de sonido, también toca en la big band”, continúa Aníbal; “grabamos en el estudio Corchea Recording Studios, en la ciudad de Paramount y tuvimos la suerte de haber formado un grupo muy fuerte, al igual que con Arya en la coproducción. Lorenzo quería que también sonaran sus arreglos de cierta forma y sabía cómo dirigirlos, nos tuvo paciencia y estamos muy felices con el resultado dentro del estudio. Rayner también hizo las mezclas de mis temas, pero también tuvimos a Carlos Rodgarman, quien hizo las mezclas de los temas de Lorenzo”.
Carlos también fue un excelente productor e ingeniero y lo importante a destacar es la post producción, creo que fue lo más complicado, después de todo lo que grabamos, con tantos músicos, había muchas cosas, cuando uno está en el estudio y no tienes todo el tiempo del mundo prefieres grabar demás; fue muy bonito y pudimos después ir editando. Fue un proceso en el que hemos aprendido mucho”.
“Los músicos captaron la intención de nuestra música; dirigirlos no fue tanto el problema, sino editar y cambiar cosas. El resultado es producto de muchos años de conocer nuestro lenguaje musical”.
Lorenzo Ferrero.
En el estudio, Lorenzo y Aníbal tenían las cosas claras hasta cierto punto, pero también tuvieron flexibilidad para decir a los músicos lo que querían cambiar en el momento mismo y probar cosas: “Escuchas el álbum y es como un libro; se fueron sumando detalles y esto ayudó a que nos diéramos cuenta de qué es lo que queríamos hacer”, menciona Aníbal.
“Los músicos captaron la intención de nuestra música; dirigirlos no fue tanto el problema, sino editar y cambiar cosas. El resultado es producto de muchos años de conocer nuestro lenguaje musical y tener la confianza de decir lo que podría sonar mejor de una forma. Por eso es que el proyecto fluye”.
Lorenzo menciona que el proceso de mezcla les tomó un año y medio: “Lo hicimos de manera muy lenta, tomamos nuestros tiempos porque cada uno estaba ocupado en sus propios proyectos, nos reuníamos y avanzábamos y esto nos permitió encontrar una buena dinámica, aunque tardamos este tiempo para sonar como nosotros queríamos, por eso ahora tenemos noticias tan buenas como la nominación al Grammy”.
En cuanto a la masterización, el proyecto estuvo a cargo de Reuben Cohen, del equipo de Gavin Lurssen en Lurssen Mastering. Aníbal comenta: “Este proceso hizo que el álbum tuviera su propia identidad y ellos nos ayudaron por ser un producto independiente y tener el potencial”.
“El año pasado, la banda tenía el show de debut del disco, pero decidimos presentar un video con todos los músicos desde casa para empezar a promoverlo; sin embargo, estamos felices, porque lo lanzamos en mayo, aplicamos para la nominación a los Grammy en junio y entró a las categorías de Mejor Álbum de Latin Jazz y mejor arreglo por “La Flor de la Canela”. Fue una emoción muy grande, una recompensa para tanta gente involucrada”.
Lorenzo concluye: “Nos sorprendió mucho esta nominación, comenzando porque los arreglos comenzaron todo este proyecto. ‘La Flor de la Canela’ es de las más conocidas de Perú y justo coincide con el centenario de Chabuca Granda, su compositora, así que todo esto que está pasando es un regalo muy bonito y un logro para todos los que estuvimos involucrados en estos nuevos arreglos y la producción del disco”.
La música originaria de Latinoamérica se está viendo reconocida ampliamente, como es el caso del disco “Tentaciones” de Afroperuvian Jazz Orchestra, y es de esperarse aún más sorpresas de este tipo, sobre todo con el empuje que los músicos jóvenes están dando a los ritmos de los países que los vieron nacer.
Entrevista: Nizarindani Sopeña / Transcripción: Rafael Uriega