Rocko Van Köperen, talento en varias vías

De espíritu libre donde quiera que se encuentre, Rocko Van Köperen va cumpliendo todos sus objetivos en el camino de la música, con su talento para tocar el bajo y otros instrumentos, que él mismo se encarga de grabar para el lanzamiento de su música. Con un EP llamado “Westside Stories” y otros sencillos como “Believe”, “Rock&Roll Junkie” y “Hollywood”, este talentoso y joven músico se va abriendo paso en el medio musical.

La historia de Rocko inició siendo adolescente: “Empecé tocando la batería a los trece años, hice mi primera banda y la toqué hasta los veinte. En ese entonces comencé a estudiar en Sala de Audio el diplomado técnico de Ingeniería de Audio, donde aprendí los fundamentos básicos de grabación, mezcla y masterización y me pude foguear. En ese momento yo me interesé mucho por la Ingeniería y pude conocer a Pepe Hernández y Aarón Cruz (bajistas). Ahí fue cuando alguien me invitó a tocar en una banda y yo empecé a tocar el bajo. Seguí teniendo mucho contacto con Aarón y él me recomendó a Marco Rentería, con quien seguí tomando clases”.

Rocko con Salvador Tercero en Sala de Audio

Acerca de su EP “Westside Stories”, Rocko menciona: “Salió en 2020 y lo escribí un año antes, a partir de que me fui a vivir a Estados Unidos en 2016, donde he vivido muchas cosas muy interesantes que dieron paso a muchas composiciones y a entrar al mundo del jazz. Empecé a escribir el disco y ahí todavía no tocaba todos los instrumentos. Invité a músicos y la grabación se hizo de las guitarras aparte y la batería en un estudio en México, así como los bajos. La mezcla se realizó en Sala de Audio, por parte de Fermín Vázquez”.

“Posteriormente, gracias a los conocimientos adquiridos, pude grabar todos los instrumentos por mi parte. Busco un estudio en particular únicamente para las baterías, pero normalmente, si puedo grabar yo, así lo hago. Intento aprovechar todo lo que hay, experimentar con lo que existe, y me gusta hacer las cosas por mí mismo”.

Para grabar, Rocko es muy fiel a su interfaz Focusrite Scarlett y a sus monitores Focal. “Uso Ableton Live y Pro Tools, y cuando estoy componiendo una canción básicamente me siento, tomo mi guitarra y hasta que no la termino no me levanto y entonces puedo pensar en grabar. He estado  muy metido en el jazz con el proyecto Groove Machine, con Marco Castro y Omar Gardunho, y también he tenido proyectos alternos con Adrián Escamilla y otros bateristas, lo que me ha permitido conocer a muchos músicos. Por Aarón también conocí a Todd Closer. Agradezco mucho a todos los músicos que han tocado conmigo. Estas colaboraciones se han dado primeramente por nuestras relaciones humanas”.

En los planes de Rocko está el lanzamiento de cinco sencillos más, como concluye: “He estado escribiendo mucho. Soy muy fan de Prince, de Paul McCartney y de Lenny Kravitz y mi camino me ha llevado a grabar todos los instrumentos de mis canciones. Tengo mucha música ahora y uno de mis planes es hacer una gira por Estados Unidos y Canadá. El lugar de mis sueños para tocar es el Whisky a Go Go en Los Ángeles; de hecho, era algo que se iba a hacer, pero por la pandemia ya no fue posible, pero en el futuro hay muchos planes”.