Durante la entrega número 61 de los Premios Arieles, realizados por primera vez en la Cineteca Nacional, actores, actrices, guionistas, directores, productores y todos aquellos que participan en la industria del séptimo arte, se dieron cita para premiar y celebrar lo mejor del cine nacional. El evento contó con una producción que superó el cambio de sede y otros retos, llevando a cabo de forma profesional esta ceremonia.
Luces para la acción
Una de las áreas que destacó en el evento fue la iluminación, dirigida por el reconocido diseñador Tupac Martir, que logró optimizar los recursos y llevar a cabo un show apoyado en luces LED, mismo que no sólo se adaptó a las características del lugar, sino que se disfrutó tanto por los asistentes en la sala como por los televidentes de los Premios Arieles: “Es la primera vez que colaboro en este proyecto”, expresa Tupac; “y sin duda fue una gran experiencia. Le propusimos a la Academia de las Ciencias y Artes Cinematográficas de México nuestro concepto y les gustó la idea. Nos dimos a la tarea de realizar un diseño de iluminación acorde a la televisión, que no fue fácil, ya que el lugar fue una sala de cine, un sitio donde no se espera iluminación, además de un espacio es reducido y que requiere de temperaturas precisas para la televisión. Afortunadamente el crew hizo un gran trabajo y por supuesto tuvimos un apoyo destacado de Canal 22”.
El concepto base del diseño de iluminación para los Premios Arieles consistió en presentar un estética limpia, que respetara los requerimientos de Protección Civil y por supuesto no estorbar a los asistentes, además de permitir movimientos de cámara sin complicaciones. No se podía colgar equipo en el techo, por lo que se utilizaron diversas trusses, las cuales se distribuyeron por la sala. Asimismo, se pensó que tanto los asistentes como los televidentes debían tener su atención dirigida hacia el frente del escenario, el cual contó con una pantalla que no debía robar protagonismo a los conductores, invitados y ganadores.
Entre los sistemas y equipos que se utilizaron se encuentran: Martin MAC Aura, Robe MegaPointe, Source Four Lekos, Asteras, 4 seguidores y una consola Hog Road 4; se trabajó vía Arnet y se contó con 8 universos. El diseño de iluminación tomó semana y media su elaboración, se ocupó el software de iluminación Wysiwyg. El montaje se realizó en 8 horas.
Cabe destacar que el uso de los tubos Leds Asteras fue de gran apoyo ya que al ser recargables e inalámbricos (bluetooth) facilitaron el trabajo y permitieron un estilo visual creativo acorde con lo que se planteó en el diseño de iluminación. El escenario de los Premios Arieles lució limpio, sin cables, favoreciendo la estética del evento.
Las empresas que participaron en esta 61 entrega fueron: Pro3, quienes apoyaron con distintos equipos en iluminación y audio; la compañia Imeca Producciones, que apoyó con las luces Astera, y la firma Satore Studio de Tupac Martir en el diseño de iluminación, mientras que en la producción general de los premios la realizó Chilakatazo Producciones.
“Es la primera vez que hago esto en una sala de cine; una ventaja es que habíamos desarrollado proyectos de moda, específicamente pasarelas. Estos eventos se realizan en lugares donde no se hacen shows y en esas experiencias encontramos formas y trucos. Para esta entrega hicimos un clúster de luces Martin MAC Aura, algo muy utilizado en desfiles de moda; lo usamos en varios espacios y creamos así un adecuado motivo; acá ubicamos seis luces en una posición y cuatro en otra, jugamos así con la distribución. La cámara tiene diferentes puntos de luz y profundidad, y con ello podemos hacer que el espacio crezca y que sea más grande, con profundidad. Cuidamos que el público no recibiera más luz de la indicada, también buscamos algo que ayudara al techo y recurrimos a unos leekos para conseguir un óptimo contraste y no saturarlo”, añade el diseñador lumínico.
Otro de los retos para esta producción fue hacer que los equipos, las temperaturas y los colores tuvieran una simetría y calidez para la cámara. Cuando se trabaja para la televisión, la participación del director de cámaras, camarógrafo e iluminador es cercana. Se debe pensar en lo que el público verá en su pantalla. A diferencia de los shows en vivo o conciertos, para la televisión hay un ambiente cuidado y el encuadre es lo esencial. Para conocer un poco más, Javier Jasso “Kito”, iluminador, comenta: “Participé en el diseño de iluminación con la oficina de Tupac. Hicimos muchas pruebas, tuvimos un monitor y una cámara exclusivamente para conocer las temperaturas; es básico que las personas se vean bien, pero también que la paleta de colores que se usa luzca en la transmisión de televisión. Además, hay que añadir los encuadres, tomas, movimientos y momentos. En cuanto al cuidado de la pantalla del escenario, lo que hicimos fue abrir el iris de la cámara para que se viera esa pantalla, pero también se distinguiera el personaje, presentador o premiados; buscamos contrastarlos. Como iluminadores, estamos pendientes de las dimensiones, texturas y los haces de luz, pero en la televisión esto no se ve. Se dice fácil, pero quitarlos sin perder calidad es el mayor reto”.
Cabe mencionar que la preproducción tomó alrededor de un mes y en este tiempo se hicieron diversos ensayos para medir todo, desde la escenografía, tiros de cámaras, temperatura, número de equipo de luces, cámaras y demás.
Sonido, cobertura plena
El audio en sala fue otra de las áreas de producción que destacó en esta entrega de los Premios Ariel y al frente estuvo Mauricio Betancourt. Para la cobertura adecuada en el recinto, se contó con un sistema d&b Audiotechnik de la serie T, ubicado a nivel del piso, ya que no se pudo colocar nada en el techo. Se ocuparon ocho cajas por lado y en primera instancia se pensó en utilizar un delay, pero durante las pruebas se consideró que no sería necesario. En el pódium se utilizó el sistema inalámbrico Microflex de Shure y la consola fue una Digico SD9. Las interconexiones que hubo entre sala y la unidad donde se hizo la mezcla para televisión fueron vía fibra óptica.
“El principal reto en el audio en sala para este evento fueron justamente las interconexiones; lo demás fue realizar audio de manera sencilla. No hubo procesos tan complicados como ocurre en festivales o conciertos; en este caso, en el momento en el que se prueba todo y queda en modo y forma, no hay que cuidar más cosas. Se trata de una responsabilidad compartida, no recae todo en mí o en la gente de cabina o de la unidad que transmite, recae en todos. Yo me encargo de que suenen bien en el lugar y que llegue donde tiene que llegar, y de ahí, la gente encargada de hacer una correcta mezcla lo consiga para que esto llegue de forma adecuada al televidente”, explica Mauricio.
La entrega de los Premios Ariel número 61 culminó con un llamado generalizado de actores, actrices, directores, vestuaristas, diseñadores y productores a que todos los engranajes de la industria del cine nacional se incentiven. Asimismo, la entrega sirvió para expresar la urgencia y defensa de la igualdad de género a través de la iniciativa #YaEsHora, en la que más de cincuenta mujeres de todas las profesiones del mundo del cine se unieron para reivindicar la equidad y el respeto.
Los retos fueron muchos y el resultado fue una producción de gran nivel, en el que el trabajo en equipo fue el pilar principal. Esperamos que la siguiente edición cuente con el apoyo necesario para su realización. Este año, la experiencia de utilizar los recursos con los que se cuenta fue el aprendizaje para todos y permitió que pudiéramos disfrutar de los Arieles.
La iluminación de los Arieles
- (32) Luces Martin MAC Aura
- (67) Luces Astera de un 1 metro (47 en mampara, 20 en filo del escenario)
- (16) Luces Robe MegaPointe
- (20) Luces Chauvet Maverick Mk2
- (12) Source Four Lekos de LED 26 grados
- (12) Cegadoras 2 Lite LED 01
- (01) Consola Hog Road 4