Después de dos fechas de lleno total en el recinto de Reforma de la capital mexicana, más un extraordinario concierto para todo público en el Zócalo, Miguel Bosé refrenda su posición como una de las figuras más importantes de la música de habla hispana. Canciones por muchos conocidas, músicos de primer nivel y un staff de gran trayectoria hicieron de estos conciertos unas veladas siempre especiales.
FOH, desde Francia
Wilfried Lasbleiz, de origen francés, forma parte del equipo de producción de Bosé desde hace ya diez años. Gracias a sus conocimientos musicales y a que comenzó su trabajo en el audio profesional desde muy joven en la compañía Eurolive, pudo colaborar en festivales y otros conciertos de música celta y rock underground de aquella época. “Tres años después me fui a Bélgica y ahí viví la experiencia de los grandes eventos como Rock Torhout, además de trabajar con una empresa que en ese entonces se llamaba EML Sound & Light Production (actual PRG). Con esta compañía crecí mucho y aprendí sobre la marcha, con el ingeniero de sala de Patrick Demoustier, Leen Frijters, Patrick Stercks y Xavier Theys, entre otros músicos. A los veinte años terminé mi curso de Técnica Audiovisual en Francia, salí de la escuela y directamente regresé a trabajar con EML”.
“En 1995 conocí a Herman Cools; era la época de las consolas análogas como las Yamaha PM4000, SR9000, Midas XL4, F2 Martin Audio y los sistemas de PA L-Acoustics VDOSC y Adamson Y 18. De 1995 al 2002 hice festivales y giras, sobre todo “Night of the Proms”, como técnico de PA, además de trabajar con el artista Maurane”, recuerda Wilfried.
“Para 2002”, continúa; “fue la primera vez que entré en el mundo del audio en español gracias a EML para Miguel Bosé, como técnico de sistema durante una semana para la gira “Sereno”, y así conocí a Fernando Díaz y a Miguel. Después de eso, también tuve la suerte de hacer dos giras en Europa con Simple Minds: una como técnico de PA y otra en sala, en 2002 y 2003. En 2004 me tocó sustituir a Fernando Díaz en Valencia, también como ingeniero de sala”.
“Así fue como me enamoré de España, así que hice más giras, por ejemplo con Alejandro Sanz en el tour “No es lo mismo”, como técnico de PA. En ese momento, Alejandro, Miguel y Ana Torroja eran los tres grandes artistas de RLM y cuando Fernando no pudo estar con Miguel o Ana, sino con Alejandro, tuve la suerte de estar disponible y la primera gira en sala fue la de Ana Torroja: “La fuerza del destino”, recuerda Wilfried.
“En esa época, Miguel buscaba un técnico de PA y mezcla para sus giras futuras. Fue a un show de Ana, pasó conmigo a la sala y dijo después del concierto que yo trabajaría con él para el próximo año. Así entré a la gira ‘Papito’… fueron doscientos conciertos en dos años y de ahí seguimos trabajando juntos. Son diez años de confianza increíble”.
Mezclas precisas
“Antes de empezar a hablar del sonido de Miguel, quiero defender una cosa que es muy importante para mí dentro del audio en vivo: la forma de mezclar con dinámica”, continúa Wilfried; “eso lo descubrí moviendo los faders, con los buenos ingenieros de los años ochenta y noventa, con mesas análogas. Una referencia para mí fue Jean Pierre Janiaud, en su época lo más grande de Francia. Ha hecho los mejores discos de la década de los ochenta de Francia, en su Studio GanG: Michel Berger, Jean Jacques Goldman, France Gall y Johnny Hallyday, además de ser ingeniero de estudio. Él fue ingeniero en vivo de estos artistas, el único que hizo carrera en ambas áreas. Ahora bien, en el sentido de mezclar el audio en vivo con dinámica, me he enterado de una cosa importante cuando vi a Nine Inch Nails y David Bowie (con el ingeniero Jon Lemon, otra leyenda), y es que las programaciones de las máquinas, como integración a la música tocada en vivo, era una llave esencial para el éxito de estas mezclas”.
“Por eso es importante guardar lo máximo de dinámica en todos los sonidos para tener suficiente espacio e impacto y no llenar demasiado el espectro de frecuencia”, explica el ingeniero de sala. Es importante para impactar bien a un volumen que puede ir, a mi gusto, de 80 a 95 dba, pasando por picos de 100, sin ser agotador para el oído y desagradable para el público. Una mezcla comprimida a tope, tipo radio FM (menos de 3 dbs de dinámica) y sin macro dinámica (diferencia de nivel entre principio y final de cada canción, por ejemplo, y no se integra también a la forma de distribución u orden de las canciones por show), a volumen de concierto, es simplemente insoportable a lo largo de dos horas para la audiencia. Por eso soy una persona que defiende las mezclas con dinámica y macro dinámica dentro de las canciones o el show entero”.
Wilfried continúa: “Al guardar lo máximo de dinámica en los canales de mezcla es el proceso que hay que integrar al principio de la elaboración de este proceso. Yo comprimo una fuente de sonido solamente cuando es necesario y lo hago a lo mínimo posible para que no se sienta en lo general. Al contrario, usar la compresión como efecto, hace parte de la creación de un tipo de sonido. Jugar con la dinámica y macro dinámica de una canción es estar en relación con la energía que se crea en el escenario y que debemos transmitir al público. ¡Eso es muy importante para mí!
“Otra regla primordial para mí en una mezcla en vivo es que una persona en el público puede escuchar un sonido que se ve tocando en el escenario. Y no importa si hay mucha información de instrumentos. Se debe escuchar cada detalle; para mí es un objetivo que nunca es fácil de conseguir”.
“Para superar la calidad del audio en las máquinas, metemos directamente todo digital, vía puertos Madi, y tenemos solamente un Stage Rack de preamplificación para los micrófonos del escenario”, menciona el ingeniero de sala; “Mike Tapia y yo compartimos una sola etapa de ganancia, así no bajamos impedancia a la microfonía y cuando todas las líneas llegan a la mesa de monitores, también me llegan a mí. Es por eso que mi día de montaje se dedica mucho más a alinear el PA”, señala Wilfried.
Los procesos de Miguel
Respecto a la consola que el ingeniero de sala de Bosé utiliza, el profesional menciona: “Usamos una Digico SD10 con Loop Optocore. Quiero agradecer a Claude Rigolier y Laurent Laignel, ingenieros de servicio del distribuidor francés de Digico: DV2, por todo el servicio que me dan antes de iniciar las giras. Como efectos uso TC Electronic M 4000, M 3000, D2 y M 2000, y uso también los efectos internos de la mesa. Tengo mi grabador personal multi pista BroadySolutions MT 128, que graba hasta 128 pistas en Madi. Es el equipo más importante durante los ensayos generales, porque así podemos todos escuchar todo separado por pistas y así montamos la concepción de las mezclas durante los ensayos generales”, explica Wilfried, y continúa: “Mi SD10 versión Core 2 está llena de pistas de mezcla (132). Uso snapshots para cada canción y cambio vía Midi las memorias de los efectos externos”.
“Para la voz de Miguel el proceso es: insert de Neve 8801 con un SPL De esser insertado al canal, eso para tener un canal de voz ya casi hecho y luego termino el proceso usando el ecualizador de la mesa en Dynamic mode. El material y equipo de PA que sigue siendo el más consistente con nuestra hoja de datos en relación a los lugares donde tocamos en México, es el K1 de L-Acoustics con Kara, Kudo, SB 28 y VDosc. Trabajamos con la empresa Procolor desde muchos años en México y gracias a los ingenieros de sistema Alex Soto, Heraclio Bernal, Luis Roque y toda la familia Procolor usamos este PA”.
“En la microfonía, para mí Shure es un clásico; es como tu tierra, siempre regresas a tu fuente”, menciona el ingeniero de sala; “con Miguel siempre hemos usado Shure UHFR con Beta 58A. Él ha usado siempre esta marca para su voz en vivo, yo pienso que por más de veinte años. Para esta gira, Miguel mismo decidió usar Axient con la cápsula B 58A, porque este micrófono corresponde a su timbre de voz para en vivo y punto”.
La música, siempre primero
“Empecé trabajando con Miguel Bosé en el año 2002 como bajista en la gira “Sereno”. Desde la gira “Velvetina” (2005) hasta la actualidad, además del bajo, llevo la dirección musical de todos sus shows en vivo”. Esto lo dice Mikel Irazoki, director de esta área, recordando cómo fue su entrada al mundo Bosé.
“A lo largo de estos años ha habido una clara evolución en el sonido de los shows de Miguel. La gira “Velvetina” tenía una sonoridad muy electrónica, donde las programaciones de baterías, percusiones y sintetizadores eran muy protagónicos”, señala Mikel.
“Jugábamos mucho con los sub graves para crear profundidades, tanto en los bombos como en los bajos. En aquella gira esto era muy importante y las dinámicas que se creaban eran increíbles, desde sonidos profundos que te golpeaban en el pecho hasta sonidos muy finos en la zona más aguda, creando contrapuntos muy interesantes, siempre dejando un amplio espacio a la voz, que quedaba en primer plano. En la gira “Papito” fue cuando se incorporó Wilfried al equipo; un año antes nos conocimos en la gira “La fuerza del destino” de Ana Torroja, donde trabajamos muy duro en la mezcla de todas las programaciones para conseguir buenas dinámicas que permitieran colocar la voz de Ana en un lugar cómodo donde pudiera brillar con el respaldo de programaciones y banda”.
“Para ‘Papito’, el concepto cambió con respecto a ‘Velvetina’; Miguel toma mucha parte en la creación de sus shows en todos los aspectos: escenografía, luces, video y por supuesto en el sonido. La sonoridad de ‘Papito’ debía ser amigable; era una gira de grandes éxitos y las canciones tenían que sonar modernas y renovadas, pero con una sonoridad limpia y fácil que las hiciera llegar directas al público. En algunas canciones también utilizamos los sub graves como herramienta de dinámica, pero de una manera más moderada con respecto a ‘Velvetina’. La gira fue un gran éxito e hicimos mas de doscientos conciertos”, señala el director musical.
“Desde entonces, el sonido en vivo de Bosé no ha dejado de evolucionar. Para mí es muy importante que cada vez que empezamos un nuevo proyecto haya un salto, una mejora, y que cada miembro de la banda se renueve, mejore su sonido e investigue nuevos caminos. La banda de Miguel es un núcleo muy familiar; la mayoría de nosotros llevamos muchos años juntos y esto tiene la ventaja de que nos entendemos bien, entendemos lo que quiere Miguel, pero también tiene el peligro de caer en el relajo y la repetición. Por esto como director hago mucho hincapié en la renovación personal de cada uno de nosotros empezando por mí mismo. Debe haber un trabajo de crecimiento personal y como músico, debe buscar nuevos estímulos y nuevos sonidos, de compartir cosas que hayamos descubierto para crecer juntos y sobre todo de ser capaces de entender el sonido de Miguel Bosé en cada nueva etapa. Miguel es un artista muy inquieto y muy al día en cuanto a concepto musical y su equipo de trabajo tiene que estar a la altura de las circunstancias”.
“En la gira más reciente, el tour ‘Estaré’, menciona Mikel; “volvimos a hacer un tour de grandes éxitos; algunas de las versiones que hicimos estuvieron basadas en otras que ya hemos hecho en giras anteriores, pero tanto éstas como las nuevas versiones, tuvieron otra dirección, otro concepto y por tanto otra sonoridad. En este momento los sub graves han quedado atrás, pero hemos ganado en dinámica trabajando de otra manera. Aunque sigue habiendo programaciones en muchos temas, el sonido es más orgánico y la dinámica la crea la banda. Pasamos por muchos estilos; hay canciones que tienen cuarenta años y otras que nacieron prácticamente ayer, entonces el reto era unificar todo ello sin perder la esencia de lo antiguo, pero integrándolo a 2017 y que toquemos una canción de aquella época seguida de una canción nueva, con coherencia sonora y de estilo”.
“Cada canción del repertorio tiene un pasado, un presente y cuenta una historia; mi trabajo y el de Wilfried es tratar cada una de ellas con todo su contenido de emociones y de historia y cuidarlas como pequeñas joyas, sacando todo su brillo para que las emociones que contienen lleguen directas al público. Agradezco a Miguel por dejarnos cuidar de sus canciones y por enseñarnos tanto en el camino”, finaliza el director musical.
Monitores, talento mexicano
Mike Tapia, reconocido ingeniero mexicano gracias a su trabajo con Molotov y La Quinta Estación, habla acerca de la forma en la que llegó a ser parte del equipo de Bosé: “Llegué al staff a través de Alex Soto, gran amigo y profesional; él me recomendó con Herman Cools, ingeniero de Miguel por 17 años. Buscaban a alguien en América, ya que él tiene sus operaciones en este lado del mundo. Herman platicó conmigo sobre el proyecto y así fue como entré a colaborar en el equipo”, inicia Mike.
“En el monitoreo uso 18 canales de Shure PSM1000, todas mezclas en estéreo. Dos de éstas son para Miguel, con diferente frecuencia, así como para la banda, técnicos e invitados, más tres canales de spare para cualquier contingencia. Los efectos para él son dos TC Electronic 2000 y un TC Helicon. Su voz lleva insertado un canal de preamp-eq-comp Millenia STT1, y como consola uso una Digico SD10. Los racks los comparto con la sala y creo que es muy bueno esto, ya que nos evitamos un splitter más, además de ser rápido y eficiente para los chequeos de línea y demás. Las secuencias corren vía Madi y el DAW que se usa es un Logic 10. Cabe mencionar que todos los canales de radiofrecuencia los coordinamos con el sistema Shure WorkBench 6”, continúa Mike.
Entre las características principales de estos equipos para Mike Tapia, él menciona: “Es la calidad y versatilidad; el software de coordinación ayuda muchísimo con estos equipos, y por el proceso de la voz de miguel también se basa en la calidad y funcionalidad. Facilitan mucho mi tarea estos equipos para el monitoreo; de hecho, las bondades de tener en red los sistemas de radiofrecuencia y la funcionalidad de la consola, es muy importante”.
Para Miguel Bosé en los recientes conciertos, Mike Tapia hizo 16 mezclas estéreo y cuatro envíos mono; por otro lado, el sistema Shure Axient fue utilizado de la siguiente forma: “Tuvimos solamente las voces de Miguel con Axient; la calidad es muy buena y es una marca que a él le gusta; de hecho, pasaron varias cápsulas por los ensayos y finalmente, él regresó a su Beta 58A”.
Para concluir, Mike habla acerca de su trabajo con Miguel Bosé, tanto en términos técnicos, como profesionales: “Creo que es una de las cosas más importantes que me han sucedido en mi vida de trabajo; estar al lado de una leyenda como Miguel me hace prepararme más, aprender y sobre todo disfrutar mi trabajo. He encontrado gente maravillosa de la cual he aprendido, como Ángel Magro, técnico de sonido por muchos años con él, así como Wilfried Lasbleiz, su ingeniero de sala, y por supuesto, Herman Cools, que sin su guía hubiera sido más complicado obtener los resultados buscados. Miguel es un gran profesional y exige calidad; los ensayos fueron extenuantes en España, pero los resultados siempre salen a flote por el nivel que él maneja”.