Aprendió bicicleta en los montajes y de niña acompañaba a su padre, Sergio Zenteno. Y si bien aquello pudo ser definitivo para trazar su carrera en la producción, las experiencias de Mariana Zenteno junto a Alexander Acha, Cristian Castro, Benny Ibarra, Plácido Domingo, Sting, Elton John, Ricky Martin, Alejandra Guzmán, en musicales como “Cats” o las giras internacionales de Holiday On Ice, ocurrieron luego de una búsqueda profesional ajena a este ámbito y, especialmente, atender el llamado a una pasión saciada sólo por vincularse con la gente que hace posible el espectáculo.
Una infancia en backstage
“Mi papá es Sergio Zenteno, ingeniero de audio, y muchos fines de semana estaba con él cuando trabajaba; entonces me tocó estar en muchos montajes. Aprendí a andar en bici mientras mi papá montaba el show y, de recuerdos muy marcados que tengo de esa niñez tengo el del concierto de Natalie Cole en Bellas Artes: ensayaban una parte donde ella se apoyaba con una proyección de Nat King Cole en la pantalla y empezaba a cantar con él. Es muy vívida la imagen mía de estar en el pasillo central de Bellas Artes viéndola. Tenía como siete u años años. Si lo pienso es muy interesante, porque no todos los niños tienen esa experiencia de escuchar música tan distinta, Me di cuenta de que la apreciación por el músico, la música y lo que pasa en el escenario se vuelve importante y, ahora puedo decir que a nivel profesional, en mi infancia se definió lo mucho que me importa estar en el crew y tener una buena relación con quienes he trabajado, porque al final, ¡yo soy hija de crew!”.
Con formación como ingeniera industrial, amante de la danza y una preparación en la India como terapeuta de trabajo corporal y meditación, el gran giro de Mariana hacia los entarimados ocurrió tras un llamado de su padre con Alexander Acha: “Le había pedido a mi papá que le preguntara si me permitía darle una sesión de meditación a Alex y aceptó. Hasta hoy sigo sin entender cómo sucedió lo siguiente: estábamos en un descanso de la clase, cuando me dijo que yo debería de ser su production manager. Honestamente no tenía idea de a qué se refería y cuando vi a mi papá le pregunté qué hacía un production manager. Conforme describía el perfil, me di cuenta que tenía muchas de las cosas que me encantaban de haber estudiado ingeniería y le dije que quería aprender a hacerlo. No me hizo mucho caso -y debo reconocer que con justa razón, porque yo había querido ser bailarina, ingeniera y terapeuta-. Ese comentario de Alexander fue lo que cambió mi vida”.
Lo que vino después fue un acercamiento con la producción de Benny Ibarra y Raúl Rosas, su entonces production manager, con quien intercambió la primera petición de trabajo para aprender. Ahí conoció a ingenieros como Gonzalo “Chacho” Peniche y empezó a empaparse del apartado técnico de la producción; de ahí, el paso fue hacia la oficina de Darío De León en Genera Música: “El hijo de Darío, Adrián, y Edmundo Ramírez, que era el jefe de producción, me llevaron a trabajar a la gira de Cristian, donde me quedé tres años. Edmundo fue el primer production que realmente me enseñó lo que es hacer este trabajo; a entender que el trabajo más fuerte es toda la parte de preproducción; que si haces giras internacionales de alta exigencia, habrá cosas en las que falles, que pero tienes que aprender. Con él sigo infinitamente agradecida porque fue mi primer maestro”.
Posteriormente, Mariana tuvo otras oportunidades: “Cuando Darío De León iba a traer la gira de Holiday On Ice a México, me llamaron para hacer la logística. A la tour manager le gustó mi trabajo, ofreció mandar mi currículum a Europa y seis meses entré a hacer la gira europea del show, que duró un año y que pasó por Alemania, Francia y Holanda. Me tocó estar desde el desarrollo y creación del show; aprendí otra estructura de trabajo y fue un año sin parar. Al volver a México, me ofrecieron hacer la gira del musical “Cats”, con OCESA y la compañía de Estados Unidos. Fue por Sudamérica y ahí pasé otros tres meses fuera del país”.
Las estructuras, prácticas y metodologías foráneas aprendidas por Mariana ratificaron los valores medulares para hacer producción: “En este medio hay que ser muy flexible. Lo que me enseñó trabajar con diferentes estructuras es saber que te tienes que adaptar a trabajar. Sigo pensado que, al final, siempre hay cosas que se pueden mejorar en todas las producciones, pero también que esa producción funciona porque ya tiene una estructura y tienes que ver en qué parte te tocar adaptarte a ella”.
Esta cualidad de adaptación ha hecho que Mariana forme parte de una gran cantidad de proyectos, desde la coordinación de producción de conciertos y en oficinas de management de diversos artistas, hasta las relaciones públicas de marcas de audio profesional: “Hay que entender que dedicarse a esta industria es un estilo de vida muy complicado; requiere muchísimo de uno, no solo por la parte del tiempo, sino porque tienes que hacer relaciones y carácter. Pide mucho de ti en muchos aspectos y también hay que aprender a aceptar a la gente como es, porque en muchas ocasiones vives con ella”.
Lo importante son las personas
El valor cualitativo de ser un profesional de la producción es aprender de un grupo de personas con una estructura mental única, menciona Mariana: “Yo trabajo en esto porque me gusta la gente de la Industria; gente que piensa distinto y que tiene una estructura mental absolutamente fuera de lo convencional: que son creativos. pero estructurados. Esa es una de las características particulares que veo en mis compañeros: gente que piensa de otra manera, que saben de arte, pero también de cosas muy prácticas. Estoy enamorada de ellos…ellos me apasionan. También tengo claro que en esto, las únicas personas que tienen derecho a creérsela son aquellos que han aportado a otros a su crecimiento y aprendizaje. La gente que ha enseñado, instruido, creado estructuras y reglas en este medio es quien realmente puede decir que es importante”.
“He trabajado con artistas, promotores y agencias de publicidad de artistas como Elton John y Sting; en cruceros, espectáculos de patinaje sobre hielo y para mí ha sido sumamente interesante la oportunidad de poderme inventarme a mí misma en distintos ambientes y ver cómo logro resolver estar ahí o no, entendiendo que muchas veces uno viene a irrumpir en la producción, dejas de ver las cosas como un problema y desarrollas otras capacidades. Por eso me puedo mover en proyectos de relaciones públicas, promoción, management o logística; eso me ha hecho participar en la ópera, pero también con Ricky Martín o musicales. Gracias a que no me amarro a algo, tengo cierta estructura y he podido conocer a tanta gente en esta Industria y quiero seguir haciéndolo”, concluye Mariana Zenteno, hija de crew que ha encontrado en este medio una fascinante forma de vida.
Entrevista: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco