En un momento en el que la música latina goza de un reconocimiento a nivel global y sus procesos de producción son cada vez más sofisticados, los oídos de María Elisa Ayerbe, que levantó la mano en el momento exacto para desarrollar su talento en la mezcla, se están convirtiendo en un lugar al que cada vez acuden más figuras artísticas. Con lugar de residencia en Miami, ella demuestra en cada proyecto que su vocación está con las manos en una consola.
“Me hice el compromiso mental desde hace mucho tiempo, porque sé que cualquier carrera en la industria musical es de muchos sacrificios y yo decidí trabajar todos los días para tener un lugar en este medio”.
¿Quién es ella?
Con trece años de experiencia en grabación, mezcla, producción musical y postproducción de audio, María Elisa ha sido parte de proyectos de Ricky Martin, Marc Anthony, JLo, Natti Natasha, Il Divo, Laura Pausini, Juanes, Kronos Quartet, la Orquesta Sinfónica de Nashville, la Orquesta Filarmónica de Bogotá (su ciudad de nacimiento), y muchos otros. Desde 2015 ha trabajado como ingeniera de grabación y mezcla en Art House Studios, fundado por el productor multipremiado Julio Reyes Copello, para los más importantes artistas latinos y estadounidenses. Además, María Elisa también ha sido reconocida por la Latin Recording Academy con el Leading Ladies of Entertainment en 2019 y como ingeniera de audio independiente ha trabajado para artistas, productores, estudios y disqueras como Heiga Studio, Creative Caffeine Studios, Pino Squillace, Ben Sturgell y Adam Dalton en los Estados Unidos, y Fiona Records, El Ritmo Records y Farina en Colombia y muchos más.
En 2016, María Elisa creó el sello independiente South Mountain Music como una plataforma para desarrollar y producir música de futuros artistas latinoamericanos y en la parte docente ha trabajado como profesora universitaria en muchos cursos relacionados con la música y el audio en Colombia, Tennessee y Florida, amén de moderar páneles y mesas redondas para Grammy U, Music Expo, IMSTA Fest y The Recording Academy, entre otros. En otros créditos, también se encuentra su participación en programas de televisión y cine como “Protagonistas de Nuestra Tele”, El Regreso a la Guaca, “Contracorriente” y “Sin Retorno”, entre otros proyectos.
Los comienzos
“Empecé estudiando Ingeniería de Sonido en la Universidad de Chile en 2003 y en 2005 decidí regresar a Colombia porque quería estudiar además música”; inicia María Elisa la conversación; estudié guitarra y clarinete y terminé estudiando la carrera de Música en la Pontificia Universidad Javeriana con énfasis en Ingeniería de Sonido. Estuve trabajando un tiempo como supervisora de audio en reality shows y postproducción en general y después sentí inquietud por salir de mi país porque quería expandir mis oportunidades profesionales y conocer otras industrias y otros equipos, así que decidí comenzar una maestría en grabación en Middle Tennessee State University en 2012. Yo ya había grabado música clásica, tenía clientes de mezcla de Colombia y Latinoamérica y trabajé en estudios de Nashville; no me quedé quieta sólo estudiando, sino que seguí con mi carrera. También doy clases desde 2007”.
“Era 2015 cuando me gradué y empecé a ver las opciones que tenía; entonces surgió la oportunidad de ir a Miami, así que vivo y trabajo aquí desde ese año”. María está consciente de que todo lo que hace implica mucho tiempo, pero lo asume por completo: “Me hice el compromiso mental desde hace mucho tiempo, porque sé que cualquier carrera en la industria musical es de muchos sacrificios y yo decidí trabajar todos los días para tener un lugar en este medio”.
El tiempo ha pasado desde entonces y María Elisa se ha reafirmado cada vez más en su vocación, al punto de que comenzó a ser buscada por artistas que hoy son protagonistas: “Me he especializado en trabajar con música urbana y es curioso, porque lo que me pasa con ella es que empecé a mezclarla antes de salir de Colombia, me empezó a ir muy bien y me contactaron más artistas como Farina, que es ahora es importante en Latinoamérica. Mis referencias eran lo que salía de San Juan (Puerto Rico), y Miami, principalmente, así que cuando llegué a esa ciudad ya tenía seis años trabajando en ello. Ahora, la producción de esta música se hace como el pop estadounidense; aquí es cuando las buenas canciones se encuentran con buenas producciones”.
Y levantar la mano para mezclar estos géneros musicales ha comenzado a tener resultados satisfactorios para María. Como ingeniera de grabación, ha participado en los discos “Similares”, de Laura Pausini (nominado a los GRAMMY Awards como Mejor Álbum de Pop Latino 2016); “Matices”, de Paula Arenas (nominado a los Latin Grammy Awards como Mejor Nuevo Artista 2017); “Arte”, de Mau y Ricky (nominado a los Latin Grammy Awards como Mejor Nuevo Artista 2017), y “Visceral”, de Paula Arenas (con dos nominaciones a los Latin Grammy Awards como Album del año y Mejor Álbum de Pop 2019).
“Mi trabajo ha sido de interés para la industria estadounidense porque actualmente se quiere saber cómo es que los latinos hacemos las cosas”.
Acerca del lugar que tiene en la industria musical y de cómo se está fortaleciendo, Ella comenta: “Aún no sé si tengo un lugar en la industria estadounidense, porque al ser latina y vivir en Miami, lo obvio es trabajar en la industria latina (la mayoría de mis clientes son latinoamericanos), pero lo que he estado haciendo para vincularme a la música (actualmente, en la industria cada quien forja su camino a su manera porque la oferta es muy grande en la música independiente), es que mi trabajo ha sido de interés para la industria estadounidense porque ahora hay un mayor interés por saber cómo es que los latinos hacemos las cosas; entonces como yo sé hacer eso, hablo bien inglés y sé presentar temas para Sonic Scoop (plataforma de información de audio profesional), o demos para diferentes marcas que me contactan, lo he aprovechado y eso me ha generado una plataforma para mostrar lo que hago y me ha dado la oportunidad de trabajar en proyectos muy grandes e interesantes”.
Procesos digitales de trabajo
“Para la música con la que yo trabajo, ha sido una decisión muy consciente mantener mi equipo lo más digital posible”, explica María; “justamente porque trabajo tres o cuatro proyectos simultáneamente y me es conveniente para hacer recalls, además de que el sonido que yo manejo, de pop latino y urbano, está establecido en tecnología digital. Cuando estoy frente a una consola, yo utilizo hasta el último botón. Mi estudio en Miami es de mezcla y me gusta escoger qué voy a ocupar cuando me llega un proyecto”.
“Como monitores, uso Adam Audio A7X y KRK V4 con subwoofer, que utilizo como sistema secundario para hacer la referencia. También tengo unos Iloud, donde verifico todas las mezclas en una posición completamente diferente a mi ubicación de mezcla, para asegurarme de que lo que estoy haciendo funcione en cualquier parte. En otra sala tengo unos Kali Audio y unos Fluid Audio, monitores concéntricos coaxiales que son para sacar mezclas rápidas. También paso las mezclas por mis audífonos Sennheiser HD650 y unos Holo Audio. Me acostumbré a trabajar con audífonos porque yo empecé haciendo postproducción en televisión y a la hora de trasladar eso a los altavoces no me pierdo”.
Además de la constancia y la disciplina que María Elisa tiene como eje rector en su carrera, como ingeniera de audio nunca ha tenido límites autoimpuestos para desarrollarse: “Tuve una compañera en la Universidad de Chile (Irasema Vera), y juntas nos dimos cuenta de que los hombres tienen una actitud muy competitiva entre ellos a la hora de trabajar: siempre quieren ser los primeros en usar los equipos, en estar en la consola. Asumí que yo tenía que hacer lo mismo (lo cual es un error), pero ahora trato de enmendarlo y desde mi posición como educadora, ahora sé que si hay una chica que tiene una actitud no tan agresiva como los hombres, no quiere decir que no esté interesada en estudiar o pertenecer al medio del audio. Ya en el trabajo, aunque ha cambiado mucho la situación, algo que veo todavía es que si bien hay muchas mujeres profesionalizándose, hay un punto de quiebre a la hora de salir a que las contraten. Quisiera decir que en los Estados Unidos es diferente, pero no es así”.
Siempre dispuesta a compartir sus experiencias, María Elisa Ayerbe señala: “Para mí es la alegría por brindar una ayuda en esta carrera, que es muy difícil, realmente se sufre de mucha ansiedad y para los estudiantes es complicado medirlo. Para los estudiantes, mi mensaje es que con esfuerzo y dedicación se pueden lograr muchas cosas”. Esta ideología llevó a que María tuviera en 2020 más de cincuenta proyectos de mezcla, tres de producción y al menos ochenta horas de talleres en línea, reforzando la carrera que con tanta dedicación ha desarrollado y seguirá, porque aún su camino es largo y seguramente será muy satisfactorio.