Con Marcela Zorro, la música clásica en Latinoamérica (principalmente en Colombia), encuentra un enorme refugio cuando se quiere expresar en forma grabada. Un refugio en el que encontrará comprensión y un buen escucha para todas las conversaciones que tendrá con ella. La Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia, la Orquesta Filarmónica de Bogotá, la Orquesta Filarmónica Joven de Colombia y ensambles como el Ensamble Alfabeto, Cuarteto Q-Arte y el Cuarteto Manolov han acudido a tal refugio, enfrascándose en profundos diálogos.
Vocaciones descubiertas
Marcela es una especialista en la producción y grabación de música clásica; música que requiere de una sensibilidad y habilidades especiales; una música que se debe comprender desde su concepción dentro de un contexto en el cual se encontraba su compositor. Una comprensión que no se logra sino a través de muchos años de estar en contacto con esta música como es el caso de esta profesional del audio, cuya tradición melómana viene desde su familia: su padre, aunque abogado de profesión, es organista educado en conservatorio; su abuela, siempre ligada con la música; un tío suyo, músico profesional; y así todos, incluida ella, quien estudió piano.
El audio vino a ella hasta su época adolescente, al momento de decidir qué pregrado estudiar. “Aunque desde niña estudié piano yo sentía que no quería –y tal vez no hubiera podido- desarrollarme como instrumentista. Es por esta razón que estuve en la búsqueda de algo relacionado con la música, pero no necesariamente con la ejecución”, recuerda Marcela; “así que cuando la Facultad de Artes de la Universidad Javeriana lanzó un nuevo programa con énfasis en ingeniería de audio, no lo pensé demasiado antes de resolver que eso quería estudiar. Era el campo perfecto para mí, siendo una carrera que involucra totalmente a la música, pero por otro lado también involucra matemáticas y física, que son temas a los que me siento muy atraída de igual manera”.
Posterior a sus estudios en la Universidad Javeriana, a Marcela se le presentó la oportunidad de estudiar en el extranjero en la Universidad de McGill en Canadá, la cual describe como una de sus mejores experiencias en su vida profesional. “Tenía la inquietud de estudiar fuera de mi país. Cuando encontré la maestría en música que estaba ofreciendo la Universidad de McGill, de inmediato apliqué. La experiencia de dos años de verdad fue extremadamente enriquecedora, no sólo por lo que respecta a la parte técnica, sino también, y sobre todo, por haber conocido un gran número de personas con gran trayectoria en el audio y en general en el mundo de la música. Ahí fue cuando me di cuenta de que las relaciones que uno establece pueden tener un gran impacto en el desarrollo de su profesión”.
Durante estos años, Marcela realizó diversas prácticas en estudios muy importantes como los Emil Berliner Studios (antes Deutsche Grammophon), los Polyhymnia International (antes Phillips Classics), Galaxy Studios en Bélgica, y Skywalker Sound en Estados Unidos. “En Emil Berliner” recuerda Marcela, “realicé una práctica como de dos meses, sobre todo en la parte de posproducción, por lo que tuve la oportunidad de aprender de manera muy cercana con ingenieros de mezcla que estaban trabajando sobre la ópera El Anillo de los Nibelungos. Fue una gran experiencia!”.
Hasta aquí, Marcela no tenía definida su carrera muy claramente. Todavía no se había encauzado de lleno a la producción de música clásica. Fueron pasos constantes los que la fueron llevando hacia su verdadera vocación y uno de esos pasos fue una gran oportunidad que surgió después de haber realizado unas prácticas en el estudio Galaxy. “Un tiempo después de haber terminado mi periodo de prácticas en este estudio, me llamaron porque necesitaban un asistente; mi respuesta fue inmediatamente un sí”. Para aquellos que no están muy familiarizados con estos estudios, los Galaxy son un grupo que ofrece los servicios más finos en producción y posproducción de audio para películas, televisión y música. Estos estudios son los desarrolladores de la nueva tecnología de audio envolvente Auro-3D. Vale la pena echarle un vistazo.
Y pues… así de grande fue la entrada de Marcela Zorro en la producción profesional.
Un emocionante camino por delante
La carrera de Marcela, desde entonces (o mejor dicho, desde siempre), ha corrido de manera muy fluida; de manera muy natural, donde ha pasado por proyectos como el que dice haber sido uno de sus favoritos con el compositor de música para cine, Alejandro Ramírez Rojas. “El primer proyecto que hice con Alejandro fue también el primer proyecto para cine con orquesta que grabé. Fue ciertamente un gran aprendizaje para mí, ya que yo estaba habituada a la grabación de orquesta en un contexto clásico. En este caso era un contexto diverso, donde el uso de procesadores y reverberaciones artificiales era mucho más prominente y donde además la música tenía que entenderse desde un ángulo muy diferente al clásico”. Algunos de esos proyectos con Alejandro Ramírez han sido la grabación y mezcla de películas como La Sargento Matacho y Amores Peligrosos.
Lo dice uno, lo dice otro, lo dicen cien ingenieros de audio exitosos: la relación que uno tenga con las personas con las que uno trabaja y para las que uno trabaja será la base del éxito o fracaso de un proyecto, o, en últimas cuentas, de tu carrera. Afortunadamente, Marcela ha sido alguien que observó esto desde una etapa muy temprana: “El empeño es importante”, señala. “El cariño con lo que uno desarrolla cada proyecto sin dejar que ningún detalle técnico pase sin corregir, es importante. Sin embargo, es invaluable crear un ambiente relajado y de buena vibra durante una sesión de grabación, por ejemplo. Saber escuchar a los músicos como personas y tratarlos de comprender acerca de lo que quieren conseguir en cada grabación siempre será muy gratificante”. Además de los músicos, ella se ha rodeado de un equipo de trabajo que comparte su visión al respecto, lo cual desemboca en resultados casi ideales. “Cuando llego a una nueva sesión o a un nuevo proyecto, lo primero que hago siempre es escuchar al músico para darme cuenta de lo que quiere transmitir. Regularmente, cuando se trata de asuntos estéticos, ellos tienen muy bien definido lo que desean y yo hago lo que ellos dicen. No obstante, tampoco quiere decir que el ingeniero siempre tenga que estar de acuerdo en todo porque habrá veces en la que tenga que intervenir basado en su experiencia y, muchas veces, en su simple sentido común. Así que sí, ha habido veces en las que he tenido que ser un poco más enérgica, pero creo que ha sido más una excepción que la regla”.
Para Marcela no hay como la consola Solid State Logic Duality y el micrófono DPA 4006. Bach es su compositor favorito, la Misa en Si menor no tiene comparación y México es uno de los países que prefiere. El día de hoy también se desempeña como docente e investigadora de la Sección de Audio y Tecnología del departamento de música de la Pontificia Universidad Javeriana y asimismo es docente en producción de Audio de la Universidad de los Andes en Bogotá, Colombia. Sin duda, el futuro que le espera es brillante.