Considerada la reina del arte pop, que comparte con iconos como Madonna, Lady Gaga, una de las artistas contemporáneas más innovadoras, provocativas e interesantes del mundo, no podría más que convocar a uno de los diseñadores visuales más arriesgados y creativos, LeRoy Bennett, cuya sociedad hoy el mundo del espectáculo sabe, trajo como resultado un impresionante montaje de escenografía creativa y magia técnica para su gira recientemente terminada, titulada “Joanne”.
Hay mucho trabajo en equipo en términos de color y texturas, entre la iluminación y el contenido de video.
Drama e intensidad
La producción de esta gira mundial supuso oprimir los botones correctos para llevar a buen puerto este vehículo creativo que implicó seducir a la audiencia con los intensos talentos y géneros que explora Gaga. En ese camino, crear un entorno dinámico de tiras escénicas enormes, puentes que se mueven hacia abajo, se vuelcan y se transforman en pantallas de proyección, tuvo lugar a lo largo del espectáculo, gracias al apoyo de iluminación dramática e intrincada que se creó y pudo empatar con recursos visuales.
Así, se trató de más de dos centenas de equipos de iluminación Robe en escena, suministrados por Solotech, proveedor mundial de iluminación con sede en Montreal, de manera que el diseñador visual de la gira tuvo muchas opciones para desarrollar y aplicar la emoción, energía y los contrastes en su concepción lumínico-visual.
El crédito como director creativo de la gira se le adjudicó a LeRoy Bennett junto con la artista, quien prometió que la iluminación sería “algo grandioso” en sus más recientes shows. Su concepto cubrió el escenario, iluminación y diseño visual, con material de reproducción de video personalizado producido por Madison Vine.
El escenario incluyó muchas partes móviles. Tres puentes voladores descendiendo en tres vigas de más de trece pies de largo en el techo por encima de la audiencia, creando un camino debajo que se inclinaba hacia los lados y se transformaba en pantallas de proyección. Este diseño le permitía a Gaga emprender un viaje físico por el lugar, detenerse en dos momentos: uno de ellos cuando quedaba como un satélite y el segundo, para captar de cerca a diferentes secciones de los espectadores durante el concierto.
El viaje terminaba en la etapa B, donde tocaba un piano cubierto en forma de corazón y donde lucieron algunos de los efectos láser que LeRoy Bennet incluyó en el diseño y que se activaban justo al interpretarse el piano.
El escenario incluyó muchas partes móviles. Tres puentes voladores descendiendo en tres vigas de más de trece pies de largo en el techo por encima de la audiencia, creaban un camino debajo que se inclinaba hacia los lados y se transformaba en pantallas de proyección.
Entramado luminoso
Lady Gaga quería esta sensación de proximidad con la multitud, con la que tiene una conexión personal increíble, por lo que un objetivo visual y psicológico clave para LeRoy fue aproximar un elemento escénico sustancial y a través de él, permitirle comunicarse en este nivel tan íntimo a la cantante. De esta forma, cuando se trataba de iluminación, el director visual y el de iluminación, Harry Forster, debían cubrir no sólo el área del escenario convencional, sino toda la sala. Exigieron algo grande, versátil y poderoso, y fue así como eligieron los BMFL Wash Beam de Robe para ser los principales elementos de batalla de la plataforma de iluminación.
Ocho BMFL Wash Beam fueron colocados en una armadura dentro de cada una de las tres cápsulas que iluminaban a Gaga hasta el punto B en sala, mientras otros cuatro BMFL Wash Beam se incluyeron en el armazón perimetral que también brindaba posiciones singulares para los 28 proyectores Barco de alta potencia que transmitieron imágenes a las cápsulas y las pantallas del puente móvil. De igual forma, ocho BMFL Wash Beam se incrustaron en los trusses sobre el escenario, con nueve más en el piso, debajo de la pared iluminada.
Harry Forster compartió que gracias a que el BMFL Wash Beam “puede hacer todo”, desde los delicados momentos teatrales en solitario en los puentes y los puntos satélite donde Gaga se movía sobre la audiencia, supuso reducir la cantidad total de fuentes requeridas en esa parte del rider, por lo que el presupuesto pudo ser redistribuido a otras áreas.
Por otra parte, ocho ColorStrobes Robe se usaron para proporcionar luz lateral wash y para crear efectos estrobo, además de un total de 188 luces Pointe en la plataforma, con 52 pods sobre dos armazones móviles, lo que produjo los fastuosos looks del show, haciendo cobrar vida al lugar y convirtiéndolo en un entorno totalmente interactivo al momento en que se activaban.
El director visual y el de iluminación debían cubrir no sólo el área del escenario convencional, sino toda la sala.
Para las cápsulas se consideraron varias opciones. “Se buscaba algo pequeño e ingenioso que diera un golpe sorpresivo”, explicó Harry; “al tiempo que se integrara como una unidad con todos los mecanismos y elementos involucrados en la automatización”. Se decidió que las Pointe cumplían dichos requisitos y fueron una buena solución. Otras 16 Pointe se colocaron debajo de los dos puntos satélite, iluminando a través de las partes superiores.
Las Pointe se ubicaron en tres secciones, mismas que se movían de forma independiente con la sección de fondo, subdividida en tres partes. Las luminarias se aparecieron cuando la sección de fondo se levantaba, radiando a través de los paneles de LED de 24 milímetros que cubrían el frente de cada sección elevada, por lo que los retos fueron controlar brillo, tamaño y peso para no sobrecargar los elevadores hidráulicos. LeRoy y Harry también quisieron un accesorio con paneo y continuo y la alternativa fueron las luces Spike: 795 unidades que vieron la luz en la también impresionante gira de Bruno Mars titulada “24K Magic”.
Para Harry, Robe es una marca cuyos productos observa más en diversas giras de gran formato alrededor del mundo. “No estoy sorprendido, sus equipos hablan por sí mismos”, comentó.
Las primeras semillas del diseño del tour “Joanne” comenzaron a germinar en la cabeza de LeRoy a finales de 2016 y debido al calendario de Gaga, que incluía hacer una película y planear su actuación de medio tiempo en el Super Bowl en febrero, tuvo que tomar varias decisiones fundamentales de diseño sin mucha opinión de ella. Después de haber trabajado en dos giras anteriores de Gaga, “Monster Rave” y “Art Ball”, ambos gozan de una excelente relación y flujo creativo, sabiendo que le brinda comprensión y empatía en lenguaje para materializar lo que quiere transmitir en vivo, por lo que confió en asumir estas tareas: “Ella está muy en el centro de este espectáculo”, menciona; “se trata de un show grande y con mucha energía, como esperan los fanáticos de Gaga, y el énfasis está en esa conexión emocional personal con su base de fans que es el latido del corazón de sus shows en vivo.
El énfasis está en la conexión emocional personal con la base de fans de Lady Gaga, que es el latido del corazón de sus shows en vivo.
El teatro, siempre el inicio
Es verdad que “Joanne Tour” es una gira desafiante y poco convencional; sin embargo, LeRoy también aplica algunos principios teatrales básicos en la estructura de su idea que funcionan a la perfección, lo que incluyó desplegar los efectos visuales de forma mesurada y que cuando llegaban al 75 por ciento del camino del show, se anunciaban las sorpresas por venir.
La iluminación fue programada y ejecutada desde una consola MA Lighting GrandMA2 Full Size, una programación que trabajó Harry estrechamente con Jason Beari y con Loren Barton de Lumentech, para la parte de los elementos de reproducción de video. Hay mucho trabajo en equipo en términos de color y texturas, entre la iluminación y el contenido de video. Inicialmente se hicieron algunas previsualizaciones en Los Ángeles, seguidas de dos semanas de preproducción en Rock Lititz, Pensilvania, antes de trasladarse a Vancouver, Canadá, para las dos semanas de ensayos de producción completa antes de tener el primer concierto en el Air Canada Centre.