A los cuatro años de edad, a José Luis ya le gustaba la música; lo atrapó el interés de la consola de su casa. Era un mueble grande de esos tradicionales que traían tocadiscos, radio y dos bocinas a los lados. “Ahí escuché a Los Beatles con el disco “Sgt. Pepper´s Lonely Hearts Club Band” y sonaba increíble”, recuerda. A los once años, tuvo una oportunidad en EMI Capitol, entró en época de vacaciones por medio de uno de sus hermanos mayores y el director comercial lo orientó. Tiempo después, en 1994, el director general de la misma disquera, Robert Ascot, le preguntó qué le atraía de la música y al dar respuesta de su gusto Los Beatles, fue invitado a una reunión para inaugurar nuevas instalaciones con Ringo Starr. Gracias a Roberto, José Luis conoció los estudios de grabación de la compañía, lo cual lo impresionó y le entró más gusto todavía por el audio. Así que a los veinte años de edad grabó parte del disco “1 + 1= 2 Enamorados” de Luis Miguel”.
Entre la ingeniería electrónica y la búsqueda del audio
En México, para estudiar sólo había Ingeniería en Electrónica o Ingeniería Acústica, así que José Luis compró un libro en Estados Unidos llamado “Encyclopedia of Audio” y en la universidad estudió Ingeniería en Electrónica. Una tía que vivía en Tampa, Florida, le envío información de las escuelas y decidió irse y estudiar en el “College for Recording Arts” la carrera de Ingeniería en Audio y Producción Musical”.
Después de eso, José Luis comenzó a trabajar con artistas en diversas grabaciones y mezclas en los Estudios Golden, como José José, Kenny and The Electrics en 1984 bajo la producción de Ricardo Ochoa para la compañía Comrock, Diego Verdaguer y Amanda Miguel, entre muchos más. Cuando estos estudios fueron adquiridos por el general Miguel Ángel Godínez y cambiaron de nombre a Estudios MAG, José Luis se quedó como director general desde 1986 hasta 1993. Es en este lugar en donde el ingeniero recibió a artistas como Timbiriche, Thalía, Flans, Kerigma (con quien esto escribe en la guitarra); Caifanes, Maldita Vecindad, Miguel Mateos, Ansia, Botellita de Jerez, Emmanuel y Pepe Aguilar (a quien llevó a conocer Rockotitlán), la Orquesta Sinfónica del Estado de México, la Orquesta Filarmónica de la Secretaría de Marina y más.
José Luis Ugalde, el linaje anónimo de los grandes ingenieros
Pedro Infante y Lola Beltrán, entre otros, fueron artistas de Peerless, la primera disquera nacional en México. José Luis Ugalde fue el ingeniero en aquellos años y acostumbraba escribir bitácoras de las grabaciones, y cuando José Luis Rodríguez continuaba creciendo y fue invitado a Peerless para encargarse del estudio, encontró estas bitácoras y no sólo eso, sino micrófonos Telefunken U-47 (ahora Neumann), los cuales estuvieron guardados y sin usar por décadas. José Luis Rodríguez dirigió la remodelación de los estudios cuando la era digital empezaba a tener auge y crearon “estudios híbridos” de 48 canales, 24 digitales y 24 análogos. Así, grabaron a la Sonora Margarita, Banda Machos, Banda Limón, Banda del Recodo y otros artistas. Acto seguido, se realizó un proyecto a dúo con la voz de Pedro Infante y Mijares a través de EMI Capitol, en el que la voz de Pedro estaba grabada en monoaural y había que separarla del mariachi, de manera que José Luis Rodríguez encontró un equipo restaurador en una convención de Audio Engineering Society : “Ví que podía separarla de la instrumentación, logré más bien atenuar la música y se hizo un arreglo de música nueva, dejando la voz de Pedro al frente”, recuerda. Entonces buscó a José Luis Ugalde, quien ya era mayor y a quien y se le salieron las lágrimas al ver sus bitácoras; hicieron amistad y se integró su nombre en la producción.
En la voz de José Luis Rodríguez
“En mi percepción y con un concepto muy básico y simple, mucha gente que se dedica a grabar comete ciertos errores que después se verán reflejados en el sonido final. Muchos piensan que postergar todo para la mezcla es lo mejor y no es así, ya que cada proceso requiere de cierto proceso y ajuste, y esto provocará que al final obtengas una mejor calidad de audio. Creo que no es buena idea seguir pensando que en el proceso de mezcla todo se corrige y eso es una gran mentira. Grabar no es capturar por capturar, no es sólo colocar un micrófono, tomar nivel del pico más alto y comenzar. Hay que entender que al capturar ondas sonoras transformadas en energía eléctrica se requiere de un nivel óptimo para que suene con la presencia debida y por tal motivo es muy importante el nivel en decibeles al que se graba. Al mismo tiempo, es muy importante de origen acercarnos al sonido que buscamos en todos y cada uno de los instrumentos que vamos a grabar, de acuerdo al estilo o concepto de música que se pretende. Para esto es muy importante ecualizar y comprimir; estas dos herramientas básicas del audio son fundamentales para agregar y generar buen sonido desde el proceso de origen, pero el problema es que hay quienes temen esto, porque no están seguros de cómo manipular o desconocen ciertos parámetros de ajuste del ecualizador y compresor y lo postergan al proceso de mezcla, el cual, aunque se procese bien aquí, no llegará al mismo resultado que desde el origen se puede obtener”.
“Ejemplo: al momento de grabar el nivel de una voz se ajusta el pico más alto al cero; sin embargo, este pico no es el nivel óptimo que requiere la voz a lo largo de toda la canción, sino que muy probablemente, toda esa voz estará fluctuando entre -8 y –5 dbs. Su rango dinámico quedará bajo y este nivel, traducido en sonido, lo escucharemos muy pobre y con falta de energía o presencia y no tendrá la calidad óptima, provocando que tu grabación o tu mezcla final quede baja o pobre de nivel y el rango dinámico de cada instrumento musical o audio que graben quedará débil de energía. Un punto muy importante y que mucha gente hace de forma desordenada es: ¿Con qué debo dar nivel, con el fader, la ganancia o ambos? Entonces los suman como sea, provocando que esa señal tenga ruido o distorsión. Desde el inicio, el audio como regla universal tiene el famoso Cero db como capacidad normal de trabajo, en todos los equipos análogos o digitales tiene esta referencia y es fundamental utilizarla para obtener buenos resultados”.
Si de verdad quieren tener un sonido con presencia y competitivo, José Luis Rodríguez sugiere lo siguiente:
·El audio que van a grabar debe ser ajustado a cero decibeles, que es la capacidad normal de trabajo de cualquier amplificador y es el punto óptimo en el cual se trabaja, ni menos, ni más, haciéndolo de la siguiente forma:
- Posicionen la ganancia del micrófono totalmente cerrada.
- Pídanle al músico, locutor, actor o fuente sonora, que toque, cante, hable o suene lo más fuerte que tiene pensado hacerlo y sobre ese trozo ajusten lo que sigue.
- Comiencen a subir su fader hasta llevarlo al cero en los valores marcados en decibeles al lado del fader de su consola o DAW. Probablemente, al mirar su medidor del canal, observarán que no llega todavía el nivel al cero, entonces…
- Comiencen abrir el pot de ganancia hasta que vean en su medidor que su señal llega al cero o lo más cercano a él; por lo general, hablamos de -.5 de decibel o máximo -1 decibel cercano al cero, o que se mantenga fluctuando alrededor de estos valores.
- Una vez ajustado el nivel, procedan a ecualizar y comprimir; pongan el compresor al final del proceso para que puedan recortar los picos, y muy importante: no se olviden darle output al final al compresor, para que su señal ya sin picos la lleven al cero o lo más cercano, para que su rango dinámico será mayor.
- Procedan a grabar. Después, al reproducir lo grabado, se darán cuenta de que en los medidores de sus tracks, todos estarán fluctuando al cero o muy cercanamente, por lo cual habrán generado un rango dinámico óptimo y sin picos.
- Posteriormente en su mezcla, lo hecho anteriormente les permitirá dar un mayor nivel a sus faders y así obtendrán un rango dinámico mayor, donde podrán de nuevo ajustar ecualización y compresión, provocando que logren aún una mejor definición y presencia de cada instrumento, y en la suma de mezcla de todos ellos, la misma receta: el nivel en su medidor de master general debe estar al cero o muy cercanamente al cero db.
En resumen, ésta es la razón de la importancia del nivel a cero db. Mucha gente en su mezcla final y al compararla con otras, se percata de que ésta no tiene el carácter suficiente y a pesar de tener un proceso aparte de la masterización, no compite sónicamente con presencia, carácter y definición.
Actualmente, pueden tomar clases con José Luis en SAE Institute y conocer el trabajo que realiza en producciones para cine y otros proyectos importantes. Lo pueden encontrar en: prodhit@gmail.com
¡Hasta la próxima!
*Guitarrista, compositor y productor. Ex-guitarrista del grupo Kerigma (1989 – 1993), grabó el disco “Esquizofrenia”. Como solista, sacó su primer disco instrumental “Horizontes” en sound:check Xpo 2018. Psicólogo educativo, psicoterapeuta corporal y de pareja, conferencista, consultor en sexualidad, cuenta con el Postgrado CORE Institute of New York. Es empresario, filántropo, fundador y director de la fundación Más allá de la Adversidad AC, para apoyo de personas con enfermedades reumáticas.