Maestro, gurú, sensei, mestre, teacher; todas palabras en diferentes idiomas para referirse a la misma persona: un guía, una persona que muestra el camino. Pero sólo trabajar para una institución educativa no nos hace verdaderos maestros y verdadero guía, sino la vocación de serlo y el entusiasmo con que se hace. John Krivit es una de estas directrices, gracias a su labor de enseñanza de producción de audio en tres colegios en el área de Boston durante los últimos 18 años, labor que lo ha hecho merecedor de premios como educador como el Inabeth Outstanding Teacher Award en 2002 y el Norm Prescott Outstanding Teacher Award.
Talentos variados
La carrera de John Krivit (por si fuera poco también presidente electo de Audio Engineering Society a nivel mundial, a continuación del periodo presidido por Andrés Mayo), ha cubierto una extensa gama de ramas del audio: grabación y mezcla en estudio y en vivo, desarrollo de estudios caseros, acústica, psicoacústica, acústica en la música y por supuesto, enseñanza. “Cuando era joven estaba principalmente involucrado en la mezcla de audio en vivo y en la música como ejecutante. Un día alguien me pidió que le diera algunas clases y así fue como descubrí una de mis pasiones, que es instruir. Me di cuenta de que era muy fácil para mí ayudar a otra persona más joven a adquirir nuevo conocimiento, y cuando esa persona es a la vez apasionada por lo que está a punto de aprender, se hace una sinergia increíble. Además, de verdad que me hace muy feliz cuando uno de mis alumnos encuentra lo que realmente ama hacer en la vida, así que hoy, uno de mis principales intereses es vincular el mundo académico con el mundo profesional” , comenta John durante la entrevista realizada en el marco de la pasada sound:check Xpo.
Es curioso que cuando John fue a la universidad como alumno no fue para estudiar audio, sino para estudiar Literatura americana e Historia en la Universidad de Michigan. Ahí fue cuando comenzó a tocar en una banda y le fascinó. “Me encantó la música y posteriormente me interesé por el campo de la grabación. Un día me mudé a Boston y decidí dejar la escuela para buscarme un trabajo. Estaba en ese punto donde uno está realmente harto del colegio, demasiado abrumado por todas las tareas y proyectos que se tenían que hacer y quería la libertad de solamente salir del trabajo y hacer lo que quisiera sin tener que pensar en que tenía algo pendiente. Quería libertad total. Así que dejé la escuela y me encontré un trabajo en una tienda de discos como gerente… ¡qué aburrido era!”
“Literalmente me la pasaba contando los minutos para salir del trabajo. Después de cuatro años de haberme salido de la escuela (tenía 26 años), me di cuenta de que una de las cosas que me hacían sentir mejor en la vida era la música. Me di cuenta de que podía escuchar una canción o una pieza musical cien veces sin cansarme de ella. Un día estaba en la sinagoga –aunque debería ser judío no lo soy, soy en realidad ateo, pero me encantan ciertas tradiciones judías-, así que estaba en la sinagoga en la época de Rosh Hashaná (año nuevo judío), cuando la gente da gracias, pensando precisamente acerca de las cosas maravillosas en la vida e inmediatamente me vino a la mente la música y toda esa sensación que me produce. Al mismo tiempo pensé en lo peor que estaba haciendo en mi vida y concluí que definitivamente era pasármela viendo el reloj esperando mi hora de salida del trabajo. En ese instante decidí dejar mi empleo y comenzar mi aventura con mi estudio de grabación. ¡Gran decisión! El tiempo ya no era problema para mí. Me levantaba a las diez de la mañana, comenzábamos una sesión y cuando veía el reloj ya eran las dos de la tarde, y luego lo volvía a ver y ya eran las once de la noche. ¡Eso era increíble!”.
El resultado del trabajo
Y aquí tenemos a John Krivit, veinte años después, como presidente electo de AES mundial, debido, tal vez, a sus habilidades en el ámbito social y educativo: “Como ya lo había señalado, me encanta lanzar a los jóvenes fuera del cañón, por decirlo de alguna manera. Adoro ver que inicien su carrera fuertemente y pienso que AES es un lugar ideal para lograrlo. Es el lugar perfecto para conectarse y conocer a otros profesionales en etapa de inicio o ya consolidados”, comenta John Krivit, quien ha sido el jefe del departamento de educación de la AES por los últimos cuatro años, organizando todo tipo de eventos educacionales en las convenciones de Europa y Estados Unidos.
John agrega acerca de hacia dónde la gustaría llevar a AES una vez que tome su puesto: “Me parece que tenemos que asegurarnos de que estamos construyendo una comunidad. Necesitamos hacer que todos y cada uno de los miembros se involucre y se sienta cerca. No todos, o tal vez podría decir que la gran mayoría, no tiene la posibilidad de ir a Nueva York a la Convención Anual de AES, o a Varsovia, o a Los Angeles, por lo cual tenemos que lograr que todos aquellos que viven lejos de estos lugares no se sientan aislados, sino todo lo contrario, tan conectados como cualquier otro. Tenemos la tecnología para lograr estas conexiones, capacitar a la gente, dar consejos y demás, así que ya no tendría que haber pretextos para no ser miembro AES”.
Y ya de alguna manera se ha esforzado para que esto sea posible fuera de una organización como AES… ¿Cómo? Siendo el creador de BADASS (Boston Area Definitive Audio Student Summit) –que si no fuera porque son las iniciales de una organización se traduciría algo así como “fregón”, por no poner otra palabra menos permitida en estándares editoriales-. John nos relata brevemente de lo que se trata esta cumbre: “En 2007 organicé la primera cumbre BADASS. Lo que estaba buscando es que fuera una excusa para que cientos de estudiantes y maestros regionales en el área del audio se reunieran por un día completo bajo el estandarte de AES a realizar talleres de grabación, seguir tutoriales, hacer demos y tener una exhibición. El pasado fue nuestro octavo año y puedo asegurar que el evento ha crecido mucho y cada vez atrae a un público más grande, además de que nos visitan profesionales de la industria para ofrecer conferencias, seminarios, clases maestras y demás. Sólo por mencionar algunos de los que nos han visitado están: Brian McKeever, Luke Smith, Carlo Libertini, Mark Rubel, Jonathan Pines, Ian Corbett, David Lefkowitz, Susan Rogers y Tai Irwin”. El número de exhibidores se ha incrementado, incluyendo a muchas de las marcas más importantes de la industria”.
En inglés existe la palabra bliss para describir aquella actividad o labor que gusta tanto desempeñarla que se haría gratis, si no fuera porque se tienen que pagar las cuentas. “Encontrar ese bliss es como encontrar exactamente para lo que uno ha sido hecho” comenta John; “yo he encontrado dos, uno es el audio y el otro la educación, y es también por esta razón que me entusiasma tanto ayudar a otros a encontrarlo; mejor aún si es en el campo del audio”.
De manera interesante, John Krivit nos ha confesado que no se inclinaría por el momento en regresar al estudio como lo hizo hace muchos años, sino continuar y acrecentar el lado académico. Bueno, que un bliss sea mayor que el otro no tiene nada de malo.