Jairo Guerrero y su Cámara de sueños, sonidos sanadores

El artista sonoro Jairo Guerrero tradujo el acompañamiento personal de un tratamiento psicoterapéutico en un proyecto para mejorar la calidad de vida de las personas a través de la música. Llamado “Cámara de Sueños”, se trata de atmósferas que a través del sonido permiten contrarrestar desbalances emocionales y trastornos mentales, al emular el efecto vibracional que proveen medicamentos como los ansiolíticos; efectividad avalada por el Instituto de Educación e Investigación en Salud Mental de México.

“Este proyecto partió de una experiencia propia en el confinamiento sanitario, que creo nos pasó a muchos por toda esta nueva situación: lidiar con nosotros mismos, aislarse, empezar a compartir con una familia con la que no acostumbras estar las 24 horas y tener dinámicas de vida que no se demoraron en mostrar problemas mentales y emocionales como insomnio, ansiedad, depresión y falta de concentración porque, además, los entornos de trabajo cambiaron”, relata Jairo.

DCIM100GOPRO

DCIM100GOPRO

“Muchas personas desafortunadamente no tienen la posibilidad de un tratamiento o simplemente no han llegado a la decisión de entender que lo necesitan o a pedir ayuda. De ahí partió esta iniciativa. Quería hacer algo de manera sonora que pudiera fungir como una especie de acompañamiento para personas que sufren este tipo de desbalances. Lo que hacen los antidepresivos es equilibrar la química del cerebro para que empieces a pensar de manera correcta. Cada uno de estos medicamentos hace lo suyo en la mente y en el cuerpo, y cuando eso sucede, la persona empieza a experimentar bienestar y eso está ligado con vibraciones: está comprobado que el cuerpo humano vibra cuando está en una situación positiva o estable; emite vibraciones que se miden en hertzs —entre los 62 y 69, aproximadamente—. Cuando la gente vibra por debajo de esas frecuencias es cuando está deprimida o triste y el sistema inmunológico es más propenso a enfermarse”, explicó el músico.

Jairo comenzó a trabajar en el proyecto y considerando también factores como la fluctuación del ritmo —la música electrónica como el house suena a 122 beats—, decidió componer esta música para tratar de llevarla a la manera en la que ocurre la respiración humana para conseguir que las personas se sincronicen a ésta:

“Es música que fluctúa entre los 40 y 60 beats, que es como respira el cuerpo humano; tiene ese juego también y las frecuencias que mencionaba, aunque éstas no sean tan audibles por el oído humano; es como poner una cama de vibración por debajo que, de alguna manera, cala el inconsciente. Le mostré el proceso de trabajo a Ruth Cabrera, psicoterapeuta, y me dijo que le recordaba a los sleeping pods (cápsulas de descanso) en los aeropuertos, para que quienes hacen viajes muy largos puedan dormir mientras escuchan sonidos acompañados con variaciones de luces; se meten en una especie de burbuja para relajarse”.

“Me hizo sentido: de ahí salió el nombre de ‘Cámara de Sueños’. Le expliqué a Ruth el tema de las vibraciones y empezó a utilizarlo en terapias con pacientes a volumen bajo y lograba que llegaran a lugares más íntimos para el tema de sacar todo lo que necesitaba durante la sesión. Luego lo mostré a médicos del Instituto de Educación e Investigación en Salud Mental de México y me dijeron que el efecto lograba borrar el exterior y tener un momento de foco bastante interesante, que no tenía que ver con dormir o meditar, sino que se trata de un viaje sonoro que te acompaña”, explica el artista sonoro.

Concebido como proyecto no terminado, Jairo comenta: “Cada track-atmósfera-cámara corresponde a un medicamento: primero salió ‘Aprazolam’, después ‘Desvenlafaxina’, luego ‘Fluoxetina’ y ‘Zolpidem’. Seguirán ‘Prozac’ y ‘Quetiapina’, que se usa para el trastorno bipolar”.

“La composición ha sido un tema de mucha paciencia, porque tengo los ingredientes, pero no sé exactamente cómo va a quedar el viaje y al final, aunque sea sonido experimental, la misma canción empieza a hablar por ella misma”.

“Toda la captura de audio la hago en Ableton y ahí también armo la masterización, ajusto volúmenes y demás. Uso sintetizadores análogos, algunos teclados y quise incorporar algo aleatorio, porque finalmente esto no es una fórmula química, puede tener variantes inesperadas, así que me valí de una vieja técnica que se llama tape looping para generar casetes; se cortan las cintas y se arman reels muy cortos que pongo a correr en una grabadora multicanal Tascam de seis canales, que empieza a generar un ritmo que se repite de algo que grabas, pero es inexacto. Sobre eso voy jugando con los sintetizadores y demás, pero lo que grabo en las cintas y demás va en línea con las vibraciones y notas que necesito, todo sonando de manera aleatoria, y de pronto en el caos, empieza a encontrarse un patrón que termina siendo una fluctuación que entiendes y con el que te sintonizas”.

“La masterización va sobre cómo meter ciertos niveles de bajos por track, porque uno de los sonidos más incómodos para el oído son los medios, así que traté de matar esos sonidos y limpiar ciertos niveles, dar volumen y cuerpo en los bajos, que no suenen muy brillante y que se entiendan si los escuchas en equipo de alta fidelidad o en tu celular o computadora. La ecualización está pensada para que funcione en diferentes ambientes. Es maravilloso hacerlo, porque es todo un tema de experimentación, donde mezclo cosas digitales y análogas”, expone el creador.

“Cámara de Sueños” está acompañada por su contraparte visual, realizada por artistas que trabajan en 3D; es material ya hecho que permite elegir el tipo de fluctuaciones visuales adecuadas para cada cámara: “Se buscaba que no fuera como un video ni que entrase al mundo del DJ con visuales y demás, sino que también acompañara, como cuando se dispara el salvapantallas de tu computadora. Está pensado para que se use en consultorios psiquiátricos y de psicología y ya se ocupan en la Sala de Espera del Instituto de Investigación y Educación Mental de México; son hipnóticas, amables, tranquilas y te sincronización en un estado neutro”, describe Jairo.

El proyecto cuenta ya con una playlist especial en Spotify a través de la disquera del artista, Days Without End, y ha ganado menciones por su arte y campaña de difusión entre la comunidad publicitaria de América Latina, especialmente por sus posters e e-Cards interactivas que permiten descargar los tracks al celular: “Ya están disponibles cuatro temas y en el segundo semestre de 2021 se liberará otro más. Esto es para todo público, porque todos hemos sentido ansiedad o depresión y hemos lidiado con situaciones complicadas para las que a veces la mente no da solución. Si está funcionando en tratamiento para personas con ese tipo de trastornos, lo hará para el público en general y eso me parece una maravilla”, concluye feliz Jairo.

Este momento de la historia y nuestro bienestar, lo agradecen. Bendita la música.