Izotope Tonal Balance Control 2, un amigo confiable

Desde hace más de veinte años, Izotope está haciendo un gran esfuerzo y trabajo en sus plug ins y elegí el Tonal Balance Control 2 (TBC 2) de esta marca para dar comienzo a esta nueva columna, porque considero que es una herramienta que hacía falta en nuestra industria. Más adelante iremos haciendo reseñas de otros productos; ojalá encuentre entusiasmo en quienes amablemente me leen.

¡Iniciamos oficialmente!

(TBC 2) es una herramienta de medición, más concretamente de análisis frecuencial muy útil para mezcla y masterización; no es un analizador de espectro y eso es justamente lo que más me gustó, ya que si bien el concepto es parecido, estamos frente a algo totalmente diferente.

En primer lugar no se confunde con el Loudness; es decir, si pones algo fuerte, no es que se vea el espectro o la medición más grande y eso es maravilloso. Lo mismo pasa con las partes más sutiles de música, sin importar el nivel TBC 2 las mide.

En segundo lugar, ya tiene de fábrica muchos presets que son muy útiles (cubre los géneros de música más habituales), y también tiene la posibilidad de que puedas hacer tus propios ajustes; es decir, muestrear tus canciones favoritas y comparar la medición con lo que estás trabajando. Aquí hay que hacer una aclaración importante: el TBC 2 no sirve para la medición o comparación individual de instrumentos y esto debe hacerse con un programa musical completo.

Si la canción que intentas revisar en el primer verso tiene voz y bajo solamente, el TBC 2 no te servirá, sino que para medir el programa completo se debe esperar a que la canción se complete con toda la instrumentación. Supongamos que se trata de una canción: debes revisar el coro, porque ahí seguramente, la batería, el bajo, las guitarras, las voces y demás instrumentos están tocando en conjunto. Ahí sí puedes comparar con tu canción y que en lo posible se trate de un género similar. No sirve comparar rock con jazz.

Los distintos recursos

Por una parte, el espectro en el modo Broad del TBC 2 está dividido en cuatro bandas, (graves, medios graves, medios y agudos), y cada una de estas bandas (dependiendo del preset que se utilice o de la canción que se haya muestreado), dará un rango de resolución disponible para cada banda, que siempre es variable y que varía de acuerdo al preset o a la canción que muestreamos. En mezcla por ejemplo, si subes el bajo, verás cómo afecta la banda de graves, o si bajas la batería, verás cómo afecta a casi todo el espectro.

También puedes revisar el nivel de los platillos: si los bajas, la banda de agudos enseguida se bajará. Esto es fantástico, porque ahí nos damos cuenta de que el TBC 2 no solo reconoce frecuencias, sino que además reconoce tonos y notas musicales, tal como su nombre lo indica.

En mezcla es una herramienta fantástica para lograr el balance de instrumentos que deseas, y también para tomar conciencia de que una buena mezcla está muy relacionada con el arreglo musical. Por ejemplo, si pones tu música y el nivel de los platillos te gusta cómo está, pero en el TBC 2 se ve que faltan agudos, puedes ver si quizás no quede mejor subir o agregar agudos a algún sonido de acompañamiento para contrarrestar esa falta de agudos, o bien llamar a un percusionista y agregar unos shakers. Esto es parte de la inteligencia artificial que ya está escuchando o viendo cosas que quizás se nos pasen por alto.

Lo he probado con diferentes estilos musicales, desde rock, pasando por clásica, pop y world music, con resultados fantásticos. Una vez que lo aprendes a utilizar, lo amas.

Por otro lado, en el modo Fine se ve la curva de Fletcher / Munson y en una línea pequeña, el contenido de tu trabajo con un margen de resolución más fino. Esto también me encanta, porque evita que algún rango de frecuencias se dispare o se atenúe en una campana estrecha o ancha. No es que un modo de visualización sea mejor que otro, sino que son diferentes. Primero se utiliza el Broad para hacer una corrección más global o genérica y luego revisas el Fine para hacer los ajustes definitivos.

En masterización pasa exactamente lo mismo: el uso de los dos modos es igual, pero considero que para mastering es una herramienta indispensable, porque puedes tener una absoluta certeza sobre el rango frecuencial, y si en este proceso no se tiene mucha experiencia, siempre está ese miedo dando vueltas: ¿y si me paso de graves, de medios o de agudos?

El TBC 2 también tiene un visualizador de crest factor que permite evaluar si los graves de tu mezcla o mastering están muy comprimidos y además viene con otra herramienta que se llama Relay, que permite la conectividad con productos de Izotope y controlar automáticamente el nivel de cada track de tu mezcla o incluso tiene conectividad con el ecualizador de Ozone, por ejemplo, para que estos ajustes de ecualización los haga automáticamente. Ojalá que este sistema en un futuro no tan lejano se pueda usar con diferentes marcas.

En conclusión, el TBC 2 es una herramienta que considero indispensable, que no afecta en absoluto la creatividad, sino que más bien la expande, porque te atreves a descubrir nuevos horizontes. Es como tener un gran amigo ingeniero de confianza, que ha ganado muchísimos Grammys, que está todo el tiempo a tu lado y que puedes preguntarle en todo momento: ¿cómo suena? y él siempre te responderá la verdad con una sonrisa.

Gracias por leer. ¡Hasta la siguiente columna!

*Músico, compositor, productor musical e ingeniero en audio.

Especialista en Mezcla y Mastering.

Imparte cursos privados online y en universidades sobre Ingeniería en audio, Producción musical y Desarrollo de la creatividad.

Es profesor de Técnicas de mezcla y mastering en REC Música y SAE Institute México.