El Auditorio Nacional y la industria del entretenimiento y la cultura en México expresan su pesar por el fallecimiento del arquitecto mexicano Teodoro González de León a los noventa años de edad, uno de los grandes maestros de la arquitectura latinoamericana y personaje clave en la transformación de este centro de cultura y espectáculo.
Considerado uno de los arquitectos que supo realizar una sabia combinación entre el lenguaje moderno y los patrones clásicos como orden, medida y proporción, que genera volúmenes sobrios y de gran economía de líneas, González de León fue creador de obras emblemáticas como el Colegio de México y el Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo, además de tener la visión de convertir al Auditorio Nacional en un lugar capaz de recibir a millones de personas en un ambiente cálido y con las mejores condiciones para apreciar un espectáculo multitudinario.
Sus obras, muchas realizadas en colaboración con Abraham Zabludovsky, abarcan edificios públicos y de apartamentos, museos, centros cívicos, plazas, jardines y residencias. Son piezas sencillas pero poderosas, con una equilibrada combinación entre el lenguaje moderno y los patrones clásicos.
Fundador de una corriente arquitectónica basada en la honestidad del material, la sencillez en la composición tendiente al minimalismo y la abstracción, su obra refleja también una influencia de la arquitectura prehispánica como la de Teotihuacán y Monte Albán.