Por Jairo Guerrero*
Votar es una plegaria en el viento de la democracia y esta vez, la democracia fue la música. Por cuarto año consecutivo y en mi calidad de Artista Miembro de la Academia Latina de Grabación (Latin Grammy), tuve una gran jornada 2023 de votación en las nominaciones de estos reconocimientos, proceso que este año me sorprendió gratamente.
¡Así es! Al igual que los Grammys estadounidenses o los Oscars, una gran parte de los Latin Grammy vive de los anunciantes de la ceremonia de premiación y ésta no los tendría sin contenido corriente y popular; por eso hay muchas categorías que se premian off-line. Dentro de esas categorías que la gente no ve en la televisión, están:
Best Recording Package, Best Classical Album, Best Instrumental Album, Best Flamenco Album, Best Latin Jazz/Jazz Album, Best Latin Children’s Album, Best Classical Album, Best Portuguese o Best Classical Contemporary Composition; aristas ocultas que dan cuenta de que más allá de lo barato, existe un cúmulo de trabajo musical culto, lleno de técnica, concepto y creatividad quirúrgica.
Premiación off-line
Además de la música desprolija que las personas reciben mediáticamente de los Latin Grammy, y detrás de este matiz popular del pop lleno de fórmulas hipercomercialmente desechables e intrascendentales o el abismo decadente del reggaeton, se esconden gemas sofisticadas, de esas que premian fuera de los spots de la televisión comercial.
Creo que la excelencia musical artística por la que aboga la Academia Latina de la Grabación fluye de manera abundante y vigorosa en las categorías no comerciales.
Participar en las votaciones no es una tarea sencilla y es por eso que se debe aplaudir el trabajo concienzudo de los miembros votantes, que dedican horas de su vida a escuchar cientos de trabajos de la planilla de pre-nominados, para de allí sacar un listado final con los nominados.
Muchos creen que sólo lo que suena famoso llega a los Latin Grammy, pero resulta que no. También llega buena música, mucha de ella no tan conocida, y aquí cito algunos ejemplos.
Huascar Barradas
Es un artista que no tiene más de 60 oyentes en Spotify, pero su disco con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela figuraba en la quinterna de nominados a Mejor Álbum de Música Clásica, que no es cualquier cosa, si pensamos que esta música se caracteriza por su complejidad, estructuras formales elaboradas, armonías ricas y una atención meticulosa a los detalles.
Esto es lo que me hace creer que la palabra “Latin” no es sinónimo de “corriente”, sino que es también el equivalente de verdaderos músicos latinos haciendo cosas maravillosas que buscan limpiar el ecosistema musical que tan contaminado está en los últimos años.
Pacho Flores y la Orquesta Sinfónica de Minería
Son mexicanos y tienen 10 mil oyentes en Spotify, equivalente al 0.019 por ciento de quienes escuchan a Karol G. Fueron nominados a Mejor Álbum de Música Clásica, y esto, en términos de longevidad, relevancia, orgullo, prestigio y respeto, pesa más que una nominación en la categoría urbana. También están ensambles como Cantares del Pacífico, que con menos de 400 oyentes mensuales, fueron nominados en la categoría Mejor Álbum Folk, con un disco que rescata los cantares tradicionales del Pacífico colombiano, manifestaciones musicales que dan cuenta de la rica herencia cultural afrodescendiente que caracteriza a esta área geográfica, rescatando tradiciones, en vez de estar lapidando la música como tantos otros artistas en otras categorías.
Se trata de un recordatorio valioso de que la riqueza sonora y la autenticidad musical no siempre están alineadas con las corrientes populares del momento ni con las decisiones de marketing impulsadas por intereses comerciales. La música, en su esencia más pura, sigue siendo un arte que florece tanto en los rincones menos explorados como en los escenarios principales, y estos artistas, con sus contribuciones excepcionales, desafían a las convenciones y enriquecen el panorama musical con su dedicación y talento.
Es gratificante observar con estos ejemplos, que la excelencia sonora se extiende a individuos que no ostentan la fama asociada al mundo de TikTok ni dependen de la práctica de la payola. Estos talentosos artistas, en ocasiones eclipsados por las tendencias comerciales y las estrategias de promoción más convencionales, demuestran que la verdadera calidad musical trasciende las limitaciones de la visibilidad mediática efímera.
Preguntas de un productor
En mi papel como productor, dediqué una atención especial a dos categorías que teóricamente deberían estar estrechamente vinculadas, pero que en la práctica revelan una completa desarticulación: las categorías de Productor del Año y Mejor Ingeniería de Música. Se esperaría que un productor nominado en la primera categoría también tuviera su álbum nominado en la segunda, pero lamentablemente esto no se cumple. Esta discrepancia me llevó a cuestionar y tratar de comprender más a fondo la definición de productor en el glosario de la academia.
En mi perspectiva, la definición es clara y sencilla: un productor es alguien que debe conocer y aprender a gestionar los recursos del estudio, así como algunas de las herramientas habituales en él. Además, idealmente, debería contar con conocimientos musicales, especialmente en lo que respecta al ritmo, la armonía y el lenguaje musical. Por otro lado, un ingeniero de música realiza, en términos generales, tareas similares, pero con la diferencia de que este último posee un conocimiento más profundo en herramientas, técnicas de grabación, mezcla, producción y masterización.
Bajo esta premisa, surge la pregunta de por qué figuras como Camilo, Marshmello o Maluma fueron nominados a Mejor Productor, o peor aún, que casos como Bizarrap, cuya contribución se limita a pegar loops y activar el autotune, fueron considerados en esta categoría.
Siempre es emocionante ser parte de un evento que busca un punto medio, donde la verdadera excelencia sonora también tiene su espacio en medio del bullicio del mainstream.
Esta desconexión e incoherencia entre la nominación de estas figuras y la realidad de lo que implica ser un verdadero productor resulta, a mi parecer, una falta de respeto hacia aquellos que realmente ejercen el rol de productores como otros nominados y verdaderos expertos en producción e ingeniería, como Thiago Baggio, nominado en Mejor Ingeniería en un Album, quien posee certificaciones en Ingeniería de Audio, Producción Musical y Teoría Musical por la Academia Internacional OMID. Thiago cuenta con varias nominaciones a los Latin Grammy y recientemente obtuvo el título de Mejor Ingeniero en la quinta y séptima edición de los Music Pro Awards. Asimismo, también está Rodrigo de Castro Lopes, un destacado ingeniero de audio con Latin Grammys y Grammys en su haber.
Sin embargo, más allá de estas cuestiones, las votaciones de los Latin Grammy resultaron esclarecedoras en varios aspectos. Siempre es emocionante ser parte de un evento que busca equilibrar la esencia del tianguis con la del centro comercial, encontrando así un punto medio, donde la verdadera excelencia sonora también tiene su espacio en medio del bullicio del mainstream.
Aquí dejo la lista de algunos de los tesoros nominados que merecen ser escuchados por más personas:
- “Atipanakuy” (Deluxe), Kayfex
- “Crónicas Latinoamericanas,” Daniel Freiberg, arranger (Varios Artistas)
- “Aroma A Distancia (Live from Paliesius, Lithuania)”, Gonzalo Grau, composer (Brooklyn Rider)
- “Estirpe”, Pacho Flores; Carlos Miguel Prieto, conductor; Ingo Petry, album producer (Orquesta Sinfónica De Minería)
- “Afro-Cuban Dances”, Kristhyan Benitez; Jon Feidner, album producer
- “Semblanzas”, William Maestre Big Band
- “Camino”, Niña Pastori
- “Epifanías”, Susana Baca
- “Aguajes de mar y manglar”, Cantares del Pacífico
- “The Chick Corea Symphony Tribute”. Ritmo, Adda Simfònica, Josep Vicent & Emilio Solla
- “Danzoneando” (en vivo desde Matanzas), Orquesta Failde
- “Niche Sinfónico”, Grupo Niche y Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia
*Con más de 30 años de experiencia en el medio musical como Artista, Productor explorador sonoro, periodista, productor de programas de radio especializada, editor de revistas de música y DJ, Jairo Guerrero es considerado uno de los artistas de música electrónica más reconocidos de nuestro país. Su propuesta sonora abarca desde ritmos para la pista de baile, hasta ensambles como Techxturas Sonoras, que generan puentes entre la música electrónica y la literatura.
Es miembro de la Academia Latina de Grabación Latin Grammy además de haber sido nombrado mejor Productor y Dj de House en México por los DWMC Awards México y haber obtenido el primer lugar en el MXP4 de Ministry of Sound en Londres. Contacto: www.soyjairoguerrero.com