Originaria de Aguascalientes, Gabriela Bernal ha afianzado su propuesta musical al atender desde la composición a la producción de su música. Esto se escucha en su álbum “La Bernalina”, su tercer álbum, donde explora diversos estilos de la canción mexicana contemporánea como la décima, el canto en Hñäñho (variante de la lengua otomí), la ranchera y el bolero, haciendo complicidad con artistas como Ampersan, Hombre Árbol, Iraida Noriega, Nancy Zamher y Libni Casher.
Diferentes sonidos en una creación única
El disco contó con el financiamiento del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) en Querétaro, por ser el lugar de residencia actual de la cantautora, y se gestó en un periodo de año y medio desde 2024. Gabriela relata cómo fueron los procesos creativos y de producción que dieron vida a esta producción.
Para dar con la identidad lírica y sonora de “La Bernalina”, Gabriela revive el paso de sus inquietudes musicales: “Siento que ya exploré diversos géneros y que antes dependía de aquello que me influenciaba, como lo hecho por Ely Guerra, Gustavo Cerati, Julieta Venegas, Alanis Morisette y No Doubt. De hecho, por eso tuve incluso una banda que se llamó Jade. Quería ese sonido más rockero y en mi primer álbum está toda esa intención. En aquel entonces lo que componía eran rolas que tenían melodías y letras, porque tenía poco conocimiento de armonía”.

“Después vine a vivir a la Ciudad de México y tenía muchas ganas de aprender improvisación en el jazz y quería tomar clases con Iraida Noriega. A partir de ahí hice un segundo EP, más enfocado en el jazz y donde la parte armónica me abrió mucho más la inventiva. De instrumentos siempre he tocado la guitarra y algo de piano y, ya cobijada por músicos más experimentados, se abrió mi oído. De ahí pasé a poner atención en los sonidos y música latinoamericanos y eso me llevó a dedicarme mucho a escribir décimas en estructura poética; creo que ahí perfeccioné mucho mis letras de canciones y por eso musicalicé décimas para este álbum, poniéndolas con una mezcla de géneros -samba, dixieland y ranchera-, para demostrar que la décima entraba en muchos géneros, no sólo en el son huasteco”.
Referencias para el resultado deseado
La composición y producción de los temas para este disco encontró con más confianza a Gabriela: “Percibo en mí esa evolución que me hizo decir ‘lo voy a producir yo, porque quien generalmente lo hacía, no podía. En esta ocasión me apoyé en Beto Gómez, que interpreta el bolero y ranchera increíblemente bien, además colaboró con nosotros el guitarrista Roger Vargas, para atender bien el toque de bolero y ranchera. Mi método fue armar una tabla donde tenía la guía del sonido que quería por tema, con referencia de bandas o artistas. Por ejemplo, para el bolero cubano tenía a Los Zafiros, donde la guitarra suena de cierta forma. En esa tabla también ponía el estatus de las canciones, maqueta, grabación, mezcla y demás. A Roger le mandaba mis maquetas y le indicaba la melodía, letra, armonía y estructura, más la referencia del sonido, y con eso él añadía arreglos o efectos. De esa manera fui trabajando con algunos músicos a distancia, como con Aarón Cruz, a quien le mandé una línea y le pedí que fuera libre de tocar otras cosas en el contrabajo, pero respetó tal cual lo que mandé, con su sonido. Hubo muchos arreglos que se quedaron como los tenía en la maqueta”.



Las colaboraciones de voz fueron el otro ingrediente clave para redondear el estilo del disco: “Tenía muchas ganas de que otros artistas cantaran mi música, así que aproveché también para hacer colaboraciones con personas que son amigos o les tengo admiración. Les escribí y mandé la canción para que sin filtro me dijeran si les gustaba y todos quisieron ser parte del proyecto. Grabaron en su lugar y yo uní todas las piezas del rompecabezas en Querétaro”.
La mayoría de las canciones se grabaron en Kyoto Studio en Querétaro y un par en Aguascalientes en 2021. Donde se armó una sesión de doce horas fue en Garambullo Records, con la mayoría de los músicos. Para su voz, Gabriela usó en su home studio un Blue Spark y un Telefunken C12 en Garambullo Records. “Ganar el PECDA sirvió para avanzar y tener una fecha límite de entrega. Fueron seis o siete meses de trabajo continuo. Ya tenía el disco terminado en diciembre y todavía me dio tiempo de añadir un tololoche del corrido tumbado a una canción. Fui afortunada de que les gustara el trabajo a los músicos con los que colaboré”.
Los procesos de mezcla y masterización los hicieron Javier Romero y Eduardo ‘Chato’ González. “Para este disco ya entendía cuando me preguntaban: ‘¿A qué quieres sonar?’, y pude dar las referencias de cómo lograrlo. Me di a entender e hicimos una dinámica muy buena que, cuando me mandaban la primera mezcla, ya escuchaba todo en diferentes equipos y anotaba errores o cosas. Trabajamos con tiempo cada rola y pudimos corregir sin complicaciones”.
Lo que ha seguido para “La Bernalina” tras su publicación en plataformas digitales, ha sido su presentación en vivo; el anhelo de Gabriela es sonarlo en Aguascalientes, Guadalajara y Xalapa, como ya lo hizo en Querétaro y Ciudad de México. “Estoy gestionando las fechas y viendo la adaptación del ensamble para hacerlo a trío con Beto Gómez en la guitarra, Luis Marín en el bajo y guitarra, y yo con el cajón peruano, cantando, haciendo “loops” y en algunas canciones tocando la guitarra. ¡Espero que sea muy pronto!
Entrevista: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco
Listas de equipo para “La Bernalina”
Estudio Garambullo (Canción “Mi intuición”)
- Micrófono de voz: Telefunken C12
- Micrófono para guitarra: AKG 414, Josephson C700A
- Preamplificador de guitarra: Avalon 737
- Compresor de voz: Teletronics LA2
- Software: Pro Tools
Estudio Castmu (Canción “Anónimo destinatario”)
- Consola: Allen & Heath
- Software: Universal Audio Luna
- Micrófono de voz: 414 AKG
Estudio Kyoto
- Mixer: Soundcraft Signature 22 MTK
- Software de grabación: Presonus Studio One
- Micrófono de voz: Shure SM7B, Electro-Voice RE20
- Micrófono guitarras: Shure KSM 141, Electro-Voice RE29
- Preamp: Rupert Neve 511
Home Studio
- Micrófono de voz: Blue Spark
- Software: Ableton Live
- Preamplificador: Behringer U-Phoria UM2