Por Gonzalo Ramos*
Arturo “Turra” Medina es un ingeniero en sonido, músico y productor chileno con más de treinta años de trayectoria en la industria musical internacional. Radicado en Los Angeles (California), ha trabajado en más de 500 producciones a nivel mundial y con destacados artistas, como Sin Bandera, Natalia Lafourcade, Tiziano Ferro y Jesse & Joy. Su versatilidad y constante búsqueda de innovación le han permitido adaptarse a diversos estilos musicales, destacando en el género urbano junto a figuras como DJ Nelson, Farina, Ryan Castro, Anuell AA y Nio García. Entre sus logros, Medina ha sido galardonado con un Latin GRAMMY y ha participado en proyectos reconocidos por su calidad sonora. Además, es autor del libro “Los secretos de la mezcla y la masterización” y diseñador del micrófono “The Red Alert” de NDM Audio, contribuyendo al desarrollo de nuevas generaciones de profesionales en el ámbito musical.
Siempre estuve trabajando como músico e ingeniero de sonido y eso me llevó a dedicarme a la producción musical. También la motivación de ser productor musical viene de la pasión de la música heredada por mi familia y el gusto por el sonido y la ingeniería”.
Turra, cuéntanos sobre sus inicios en la música. ¿Cómo comenzó tu carrera y qué te motivó a dedicarte a la producción musical?
“Como hijo de músico me tocó muy temprano comenzar en la música. Mi padre fue director de orquesta y coro y mi madre cantante del mismo coro. Estudié en el Conservatorio de Música en mi ciudad natal, Concepción, Chile, la carrera de Violín, y más adelante estudié Percusión, también en el Conservatorio y con clases particulares. Una vez que me gradué de la escuela, decidí estudiar ingeniería en sonido en la capital de mi país, para luego dedicarme de lleno a tocar y a producir música. Siempre estuve trabajando de músico y de ingeniero de sonido y eso me llevó a dedicarme a la producción musical. También la motivación de ser productor musical viene de la pasión de la música heredada por mi familia y el gusto por el sonido y la ingeniería detrás de éste”.
Has trabajado con una variedad impresionante de artistas y estilos musicales. ¿Cómo abordas la producción cuando te enfrentas a géneros tan diversos?
“Yo siempre digo que al ser músico, uno habla el idioma de la música. Como quien habla español o inglés, también se puede hablar música. Con esa perspectiva intento entender lo que el artista me quiere decir y yo lo plasmo a través de su propio lenguaje; por supuesto que sirve mucho estar activo y atento estudiando las tendencias musicales y lo que está pasando en la industria, por lo que se me hace más fácil poder darles en el gusto y entregar el trabajo de calidad esperado por el artista.

Uno de tus trabajos más destacados es el Latin Grammy que obtuviste por tu trabajo en el álbum “Déjenme llorar”, de Carla Morrison. ¿Cómo fue esa experiencia y qué impacto tuvo en tu carrera?
“Fue un gran aprendizaje, desde la perspectiva de poder trabajar con varios productores al mismo tiempo y lograr una fusión que se transforme en un producto homogéneo. A este disco, a pesar de que se grabó de una forma muy sencilla, por así decirlo, le dediqué mucho tiempo a la edición y la mezcla para lograr el resultado óptimo y dejar a todos satisfechos con el trabajo. La clave de un disco exitoso es un artista de buena calidad y canciones inolvidables, cosas que se cumplen a cabalidad en esta producción y de ahí es que se desprenden las cuatro nominaciones y las dos estatuillas ganadas de los Latin GRAMMY.
La tecnología ha revolucionado la producción musical en los últimos años. ¿Cómo has integrado estas innovaciones en tu trabajo, especialmente en relación con formatos como Dolby Atmos?
“Creo que la tecnología es como una bendición/maldición. A veces nos hace la vida muy fácil y otras, muy difícil. Con tantas opciones que tenemos de herramientas, a veces nos hundimos en un mar de posibilidades. Yo intento mantenerme lo más simple posible. Tengo una selección de no más de veinte plug ins con los que trabajo todo el tiempo. Esto he tratado de mantenerlo también en el proceso de mezcla en Dolby Atmos, aunque he tenido que integrar nuevas herramientas que ya vienen preparadas para trabajar en audio inmersivo. Aunque en general el trabajo de mezcla estéreo y el de mezcla en Dolby Atmos es similar, hay que entender que no son iguales; son como primos cercanos, pero con resultados diferentes”.
Aunque en general el trabajo de mezcla estéreo y el de mezcla en Dolby Atmos es similar, hay que entender que no son iguales; son como primos cercanos, pero con resultados diferentes”.




¿Qué consejo le darías a los jóvenes productores e ingenieros de sonido que buscan abrirse camino en la industria musical actual?
“El consejo es que busquen su propio sonido. Es muy común actualmente escuchar todas las canciones muy parecidas, aludiendo a los mismos temas y utilizando los mismos recursos musicales. Eso transforma la música en algo repetitivo y aburrido. Todos queremos escuchar cosas nuevas y que nuestros cerebros viajen en un mar de nuevas sensaciones y esto lo provoca la búsqueda artística que tanto extrañamos últimamente. No se queden con la primera idea, busquen los caminos, agoten las posibilidades hasta que escuchen algo que nunca han escuchado antes”.
¿Cómo ves el futuro de la producción musical y qué papel jugarán los avances tecnológicos en la creación de música?
“Creo que siempre existirán los dos caminos: el de las personas y el de las computadoras. A pesar de que hoy puedes lograr todo con la inteligencia artificial, siempre habrá una parte humana o sentimental, por decirlo de alguna manera, que la IA no sabrá cómo decodificarla. Eso seguirá siendo nuestro aporte a la humanidad y a la música. Probablemente la mayor cantidad de la producción musical que se genere en el futuro será a través de la inteligencia artificial, pero siempre pasando por una última etapa donde habrá un humano detrás de un escritorio tomando decisiones finales”.
Has trabajado en diversos proyectos a nivel internacional. ¿Cómo influye tu herencia chilena en tu enfoque de la producción musical?
“Bueno, uno está hecho de carne, hueso y entorno. Artísticamente, todo lo que se plasme tendrá implícito mi barrio, mi gente, mi comida, mi familia y demás. Y con esto no digo que la nacionalidad importe, sino que lo que importa son tus experiencias y tus aprendizajes”.
¿Puedes compartir alguna anécdota memorable de tu carrera que haya dejado una impresión duradera en ti?
“No tengo una como tal, pero tengo muchos momentos atesorados en mi memoria de experiencias vividas con un sinfín de artistas con las cuales podría escribir un libro de anécdotas. Toqué para Lady Di, compartí escenario con Elton John, Lisa Minelli, Brian McKnight, conocí a Stevie Wonder, toqué diez años con Sin Bandera, me gané un Latin GRAMMY, me nominaron a otros, mezclé la música de una película ganadora del Sundance Festival y he trabajado en otras 500 canciones. Esas son mis anécdotas”.
¿Qué proyectos futuros tienes en mente y qué metas te ha propuesto alcanzar en los próximos años?
“Mis metas actuales son seguir trabajando en la música, seguir mezclando y produciendo y mi máxima meta es criar a mis hijos y dejarlos listos para el mundo”.
Pueden ver más de esta entrevista en mi canal de YouTube.
*Ingeniero de sonido.
Miembro votante de Grammy Awards y de Latin Grammy Awards, mentor en el Programa Grammy U Mentorship, de The Recording Academy.
Miembro votante de NAMM TEAC Awards.
Ingeniero de grabación, mezcla y mastering en Recorded in Los Angeles (USA).
Web Oficial: GonzaloRamos.es
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