Fotos de show: Liliana Estrada
Fotos de montaje y staff: Rafael Chaves
Originaria de Fresnillo, Zacatecas, la banda mexicana de indie rock Enjambre, celebró el arranque de su “Daños Luz Tour” con dos conciertos de localidades agotadas en el Palacio de los Deportes en la Ciudad de México. Lo anterior, sin duda es testimonio de la evolución del grupo como proyecto consolidado en el rock nacional (la gira tiene confirmadas 60 fechas en territorio mexicano y estadounidense), hecho que se sustenta también en la profesionalización de sus conciertos con una producción audiovisual imponente de la que a continuación habla su staff.
Un concepto creativo que evoluciona
Con 15 años siendo parte del staff del grupo, César Santana, jefe de producción técnica, ha sido testigo y pieza de la evolución en producción en vivo de la banda. “Entré con ellos a la mitad de la gira “Noches de Salón” y también estuve en la gira que hicieron junto a Carla Morrison, así que he visto el proceso y el progreso que han tenido, bajo la premisa de siempre avanzar un poquito más”.

“Creo que un salto importante ocurrió en 2013, cuando tuvimos una pequeña gira en Estados Unidos y se sintió ese paso de ir a foros para 80 personas, que luego pasó a otros de 150 y, después, ya empezaron a ser de 500 hasta 1500 personas, como el Great American Music Hall de San Francisco; recintos no sólo con más capacidad, sino con gente más preparada y con mejor equipo. Ya también hemos ido a Europa, comenzamos yendo a un festival y eso nos permitió abrir ese mercado. En 2019, justo en un show que tuvimos también en el Palacio de los Deportes, preparamos algo muy espectacular y pudimos armar un concepto creativo que mantenía la esencia del rocanrol. Esa vez sentí un avance en temas de producción que empataba con la madurez musical del grupo y era correspondido por el apoyo de los fans”.
De ese periodo a este momento del arranque del “Daños Luz Tour”, el flujo se mantiene en crecimiento y muestra un diseño de espectáculo cuyo concepto audiovisual traduce el imaginario de los integrantes del grupo, trayendo de nuevo su esencia electrificada, en contraste con el tono acústico de la gira anterior, como destaca César: “Los chicos se involucran al cien por ciento. El criterio principal fue visual y lo hizo Humberto Naveja, el vocalista de la banda se fue trabajando con tiempo entre él y nuestro iluminador, Diego Radabán. De alguna manera hemos aprendido a traducir esas ideas en Vectorworks y Depence, e irla llevando del papel al programa y de ahí al montaje. Isaac, el guitarrista, es el creador de los visuales, los renderiza y crea en 3D, y nos los entrega, Julián se mete más en la parte de audio”.



El concepto detrás se basó en la identidad visual del disco “Daños Luz”, el cual consiste en un túnel del tiempo iluminado. Dicho túnel fue la base para el escenario y las estructuras que le dieron forma combinando luminarias y pantallas LED. Para hacerlo realidad, se tuvo el soporte en proveeduría de equipo de compañías como Pro 3 (iluminación, pantallas), Logra (rigging, estructura, motores y audio), Alcar (CCTV) y Maple (backline). “Fue un trabajo de varios meses, no sólo para definir el rider, sino también en buscar los proveedores indicados y resolver cosas como la tarima que está construida de cero, implementar luces LED flexibles para delinear toda la parte de rigging y de la tarima que dan forma al túnel”, detalla César.
A esos elementos se sumaron luminarias como Chauvet PXL Curve, Strike, Épix Strip Tour y Rogue Spot, y Elation Chorus Line, en un entramado que permitió evitar la entrada de luz externa en la narración musical del túnel sobre el escenario. Y, respecto al audio, la columna vertebral fue tener el sistema principal con L-Acoustics K1 con refuerzo de K2 (24 cajas por lado) y una tira frontal de 36 subwoofers.

La particularidad de ese túnel impactó en la logística del montaje, el cual tomó dos días, y pudo fluir gracias a las facilidades del personal del recinto y el promotor, como destaca César: “fueron muchos equipos, tuvimos un rigging muy complicado, solo este implicó un día, mientras que en el segundo hicimos el montaje de la iluminación, el video y la tarima. El día del primer show atendimos lo demás de audio y la prueba de sonido”.
El montaje, un reto superado con creces



Respecto a lo complejo de armar la estructura para la iluminación, Alberto Meléndez, director técnico de montaje, añade: “El rigging tuvo un peso importante, porque no solo teníamos las Cuve y los Spots, una truss de cinco pies un poco inclinada y con más equipos, para dar con lo más parecido a lo que trabajamos en los visualizadores. Usar las PXL Curve fue un reto, porque había un punto en el que la curva daba en el tildeo de los pixeles y había que dar justo con esa apertura para que no chocaran entre ellos, tener libertad en consola de manipularlos de forma independiente y en conjunto. Otro reto fue manipular la enorme tira LED -de 150 metros aproximadamente- y hacer el contorno de los semicírculos del túnel”.
Desde su posición como iluminador (ya con seis años junto a la banda), Diego Rabadán tuvo la misión de colorear el show desde la consola grandMA3 de MA Lighting. “Fue un concepto ambicioso de Luis Humberto e Isaac Navejas que pudimos bajar como en doce días y darle identidad”.
Este concepto visual se deberá adaptar según los foros en la gira, sin que ello reste identidad al tour, como subraya Diego: “hacer shows como este, diferentes y fuera de lo común, ha sido desafiante, porque le damos un nuevo enfoque a lo que usualmente vemos en los conciertos; para mí eso ha sido gratificante”.

Un elemento que debe hacerse notar de este equipo técnico es la combinación de su experiencia entre las dinámicas del estudio de grabación y la operación en recintos y en empresas de renta de equipo, tanto en su localidad y la zona circundante (Aguascalientes y el bajío mexicano) como a nivel nacional. Como primer ejemplo de ello, está Aarón Pérez “Kometa”, stage manager de la banda, quien cumplió seis años con el grupo y posee un background como staff en festivales como Bahiadorá e Hipnosis, empresas de audio y recintos como el Auditorio Blackberry, además de artistas como Mon Laferte, Caloncho, Bunkers y Little Jesus.



Para Aarón, “estar con Enjambre es afrontar el reto de familiarizarse con lo que pide la banda en cada nuevo show, saber qué trae el grupo desde el disco y sus canciones y qué tipo de cosas jugarán en el concierto, cuántos instrumentos nuevos habrá, cambios de input list, de stage, de la logística y producción. Los ensayos ocurrieron en Testa Estudio -donde graban su música- y justo ahí marcamos qué set traía la banda, porque veníamos del tour “Noches de Salón”, que fue acústico, sin amplificadores, y ahora regresamos a lo eléctrico y al rock, y hay que adaptarnos, lo que es sumamente interesante, porque justo las fechas en el Palacio de los Deportes son con las que arrancamos”.
Desde su perspectiva, este crecimiento de la banda es consecuente con la solidez en su sistema de trabajo: “Como equipo, cada uno cubre las necesidades de su área como se debe y eso nos tiene muy sólidos. Sabemos apoyarnos y delegar tareas. Para mí ha sido aprender a tener buena comunicación con todos, todo el tiempo, detectar cómo está el ánimo, la atención y la energía de mis compañeros y la de quien te atiende en los lugares para ser consecuente y priorizar el factor humano, que es lo más difícil. Mi chamba es esa, ser el filtro entre los otros y mi equipo”.
Es Daniel Guerra, apoyo general en escenario, quien complementa así lo dicho por Aarón:

“Estoy con ellos hace dos años que me llamaron para apoyar en la gira “Noches de Salón”, desde los ensayos de la banda en su estudio en Aguascalientes y de ahí a los conciertos. Mi tarea es ser un facilitador de las cosas que se requieran en cada área, desde ayudar a acercar cosas a los técnicos de instrumentos, checar las conexiones o correr y traer lo que haga falta”.
“Ha sido una ventaja estar desde el estudio con ellos, porque eso me ha permitido ver cómo y qué ocupa cada canción y así, al momento de trasladarlo al en vivo, saber la estructura de las canciones y su personalidad, para identificar lo que necesitan y se haga más ágil. La labor es poder presentar en el escenario un trabajo más pulido de su sonido y haber vivido todo el proceso nos ayuda a trasladarlo de la mejor forma”.

Sugerencias que se escuchan
Por su parte, Luis Olvera -que entró como apoyo en escenario hace un año, para un concierto en León-, se asume como comodín en todas las áreas, con la misión de alivianar el trabajo y tener un impacto favorable al eficientar tiempos. “Eso es sólo posible, porque ya hay un sistema, algo que no siempre pasa en los equipos de producción. Aquí ya lo tienen todo estructurado y mi tarea es ver dónde puedo entrar para eficientar y no estorbar. Hay una clara cadena de comando y orden que marcan Kometa y KB (stage manager y audio en sala). La maquinaría está, lo que toca hacer es entenderla, además he compartido experiencias en el estudio con KB, también soy músico y eso nos deja aportar un entendimiento distinto con la banda y lo que necesitan”.
Sobre ese entendimiento del músico, habla Noé “Noah” Flores, encargado de los instrumentos de la banda en gira: “Algo increíble que tiene este staff es que todos somos músicos y eso también te da una noción de cómo deben funcionar las cosas o qué te gustaría que pasara. Desde ahí podemos hacer sugerencias, recomendaciones y, afortunadamente, los integrantes de la banda son abiertos a eso, escuchan”.

Para Noah, la parte clave de su tarea es tener perfectamente inventariado el backline y los accesorios (guitarras, pedales, amplificadores, cables, adaptadores, afinadores, cuerdas) y, partir de ahí ser pulcro, puntual y eficiente para que el show fluya y funcione como debe, “ahí se ve cuando una banda es profesional y Enjambre lo es. Por lo mismo siempre estamos atentos a lo que podemos mejorar e implementar de otras experiencias y shows, los consejos y recomendaciones de otros colegas. Creo que nosotros hemos tenido el acierto de ir creciendo nuestras herramientas de trabajo para prever situaciones. En mi caso, que estoy en guitarras y pedaleras, me armé un taller portátil y traigo de todo: soldadura, cintas métricas, plumones y kilos y kilos de gaffer. Como equipo sabemos que podemos tomar de ahí lo que se requiera, y esas cosas hacen una enorme diferencia”.
Como parte de los técnicos de instrumento, Rodrigo Esquivel, quien funge como drum tech desde una suplencia que tuvo para la gira Noches de Salón, destaca como desafío el poder conseguir la batería solicitada por la banda. “Ángel -el baterista del grupo- es artista Ludwig y en algunas ciudades es difícil encontrar el modelo y medidas de su batería -Ludwig Classic Maple-. Lo bueno es que hemos podido hacer buena relación con varios proveedores y tenerla disponible”.



Para Rodrigo también es de destacar que, además de músicos, la experiencia en el estudio de grabación de varios permite añadir y cuidar aspectos del sonido de la banda en vivo, de forma distinta: “Nuestro ingeniero de sala es muy meticuloso, una persona con mucha experiencia y muy talentoso, así que nos guía muy bien respecto a las variables que se deben eliminar cuando algo no camina, descartando equipo, canal, cables y demás; ahí está la emoción de hacer esto en vivo, porque si bien hay una presión grande, la banda sabe que somos su soporte técnico y haremos que pasen las cosas. Lo bueno de trabajar con Enjambre es ver cómo han tomado experiencia, están centrados y mantienen el sentido humano con su gente, respetando el trabajo hecho. No son de los que llegan el mero día del concierto a querer probar algo”.
Es Víctor Velázquez “KB”, ingeniero de sala (dueño de Testa Estudio, donde ensaya y graba la banda), quien sintetiza las bondades de articular el sonido del grupo desde el estudio al escenario: “Formalmente es la primera banda que hago en vivo, soy más ingeniero de grabación, pero llevo 12 años colaborando con ellos, así que cuando surgió la oportunidad, dije que sí. Resultó que me encontré con un muy excelente equipo de trabajo y todo fluyó y ha fluido hasta hoy”.

“Podemos mantener el sonido de la banda porque generalmente usamos las mismas herramientas, tanto para grabar como para en vivo, o lo más similar porque a ellos no les gusta usar secuencias, sino que suene en serio, así que el reto es más interesante”.
Para lograrlo, KB usa la consola Allen & Heath dLive C1500 -propiedad del grupo-, “que es muy práctica, pequeña, suena muy bien y siempre viajamos con ella, nuestra microfonía y cableado para cubrir todos esos eslabones y así sólo preocuparnos por la acústica y el sistema de audio. Para estos dos shows en el Palacio me pusieron la S7000 y estuvo increíble. Carlos Aldama fue el ingeniero de sistemas y dejó todo muy bien”.
Su aliado en monitores es Alejandro Herrera, quien llegó a la banda haciendo suplencia hace un par de años. Para atender a la banda utiliza la consola Avantis de Allen & Heath y así describe la labor: “Hemos ido evolucionando, ya que la banda ha estado adquiriendo equipo, ahora tienen ambas consolas y sus in ears Sennheiser EW300 G4. Por su parte, la Avantis nos da mucha flexibilidad, la podemos viajar y su calidad de sonido es tremenda”.

“En cuanto a la microfonía, tenemos equipo variado y no tan convencional para mantener el sonido tan específico y personal que ha marcado KB desde sala. Hay AKG D112 en el bombo, un Shure Beta 98, en las tarolas hay Telefunken, Josephson Professional en los toms, Audio-Technica en los overs, Beyerdynamic en las voces y en guitarras unos Royer de listón; en general es más una microfonía de estudio que hemos sabido controlar, como es el caso de los de listón, que nos gusta cómo suenan y nos dan ese crunch y calidez del amplificador, como si estuvieras en el estudio”.
“No usamos monitores a piso, ni sidefill, salvo un pequeño sub para el baterista. Tenemos cinco mezclas estéreo para ellos y una para los técnicos, que ya es parte de la comodidad en este crew: tener la comunicación interna vía in ears más dos o tres micros inalámbricos para eso. La misión siempre es tenerlos contentos y cubrir sus necesidades y para eso hay que tener en cuenta la parte de relaciones interpersonales y la psicología para ponderar el trato humano hacia las personas y entender que todos acá estamos con una finalidad, que es sacar el show lo mejor posible”.
Entrevistas: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco

Los equipos de “Daños Luz Tour”
Audio
- Altavoces L-Acoustics K1 con refuerzo de K2 (24 cajas por lado)
- Tira frontal de 36 subwoofers
Consola sala
- Allen & Heath dLive S7000
Consola monitores
- Allen & Heath Avantis
Sistema de monitoreo personal
- Sennheiser EW 300 G4
Microfonía
- AKG D112
- Shure Beta 98
- Telefunken
- Josephson Professional
- Audio-Technica
- Beyerdynamic
- Royer
Iluminación
- Chauvet COLORado PXL Curve, Strike, Épix Strip Tour y Rogue Spot
- Elation Chorus Line
- Consola MA Lighting grandMA3






