El metrónomo en el estudio: ¿amigo o enemigo?

El metrónomo es una herramienta que sirve para medir el tiempo de la música, así como darle exactitud y estabilidad a los compases que conforman la composición. Es una herramienta básica en la ejecución musical; sin embargo, para aquellos músicos que no están acostumbrados a utilizarlo en sus rutinas de estudio, puede ser una verdadera pesadilla trabajar con él, ya que al no tener incorporado el pulso, tiene que racionalizarse a la vez que se ejecuta cada nota y esto lo hace verdaderamente complejo al inicio. ¿Por qué es importante su utilización en el estudio?

Los productores deben tener en cuenta todas las maneras en las que se puede facilitar los procesos de los músicos en el estudio.

Herramienta versátil

Como ya se mencionó, el metrónomo nos da precisión en la medida de la música, porque, sí, así es, la música tiene medida, y si bien existen músicos que tienden a desafiar los principios de la música, también a lo largo de la historia se han desarrollado reglas que hacen que esta funcione y es por ello que antes de querer romper cualquiera de ellas, es necesario conocerlas y dominarlas.

El metrónomo es de gran ayuda al momento de llevar a cabo una producción en el estudio, aunque no todos los géneros se prestan para utilizarlo de manera mecánica; aun así, la gran mayoría lo utiliza dándole una gran estabilidad a la música que se está produciendo, para evitar el fenómeno de ir a toda prisa, como cuando algunas bandas tocan en vivo.

Su correcto uso nos proporciona una serie de ventajas en la post producción, por ejemplo: Al momento de la edición, se ajustan las imprecisiones en la ejecución, en caso de ser necesario, así como al copiar partes y pegarlas y duplicar o extraer secciones o partes del audio con gran exactitud, ya que incluso visualmente hay marcas en la mayoría de los DAWs en cada uno de los tiempos de un compás y sus subdivisiones si así se desea, dando una representación grafica a través de una red (grid) de divisiones en pantalla que nos indica en todo momento dónde es cada uno de los pulsos que estemos buscando dentro de un compás, además de ser una representación muy intuitiva y fácil de operar.

En la gran mayoría de los DAWs disponibles, el metrónomo, también conocido como click, es altamente configurable, haciendo de este una herramienta extremadamente versátil. Podemos enviar un sonido estándar a los audífonos del músico o cambiarlo por un sonido personalizado, como claves, cencerros, pulsos, percusión y virtualmente todo aquello que se nos ocurra; de igual manera, podemos usarlo solo en los monitores si así lo deseamos o solo al grabar y no al reproducir, o en ambos momentos, con un sonido para monitor y otro para control room. Podemos tener diferentes niveles en cada retorno y en nuestro monitoreo, podemos automatizarlo o cambiar automáticamente de velocidades a lo largo de un tema, entre muchas otras opciones.

Por supuesto, como cualquier herramienta en el estudio, también existen consideraciones a las que debemos prestar atención si deseamos tener el control, por ejemplo: los instrumentos con una intensidad acústica considerable, como una batería o una trompeta, requieren un mayor volumen en los audífonos de monitoreo del músico al escuchar la pista de referencia sobre la cual se graba, y esto a su vez hace que el volumen del metrónomo se fugue, capturándose de nuevo por el micrófono con alta sensibilidad y contaminando nuestra señal, dejando rastros lejanos de un metrónomo a lo lejos en nuestra toma final.

Para solucionar lo anterior, existen diferentes alternativas de solución, como utilizar audífonos in ear, ya que al estar dentro del oído del músico, evitan mucho la salida de la señal, pero con la desventaja de que al ser audífonos que se utilizan dentro del oído se convierten en herramientas de uso personal, los cuales no suelen compartirse por temas de higiene y no todos los músicos cuentan con unos, pero por eso existen otras opciones, como el uso de audífonos cerrados, que mientras más cerrados estén, menos dejarán escapar señales hacia el micrófono. Otra opción es cambiar el sonido del click por algo menos presente, como pulsos o bombos, haciendo que las fugas hacia el micrófono sean menos sencillas de escucharse. Por último, algo tan elemental como controlar el volumen puede ser de gran ayuda.

El metrónomo es de gran ayuda al momento de llevar a cabo una producción en el estudio, aunque no todos los géneros se prestan para utilizarlo de manera mecánica.

El conocimiento y la exploración, aliados de las producciones

Configurar de manera estratégica el metrónomo puede ayudarnos a conseguir buenos resultados y facilitar el proceso de grabación con los músicos, así como un volumen adecuado y una configuración correcta; por ejemplo, a veces los percusionistas prefieren escuchar en corcheas por la sensación de velocidad y menos silencios al momento de tocar, curiosamente, los temas lentos pueden ser problemáticos para algunos instrumentistas de percusión si se configuran en negras, y aunque es común, no es regla general, pues cada músico funciona de forma distinta y es parte de nuestra habilidad en el estudio de grabación dominar el arte de la configuración del metrónomo para conseguir los resultados esperados, facilitándoles los medios.

En teoría, un músico profesional, tiene el tiempo musical incorporado como parte de su formación y eso favorece mucho los procesos, sin embargo, no todos cuentan con ese entrenamiento o talento rítmico y es por ello que los productores deben tener en cuenta todas las maneras en las que se puede facilitar esto para llegar al objetivo. Es importante también que, al momento de determinar las velocidades de los temas a producir, se verifique que el tema “camine” de forma natural en el ritmo; es decir, que no se sienta forzado a una velocidad que parece no fluir con los músicos. Si el metrónomo se siente lento en relación a la ejecución, quizá en lugar de pedirles que toquen más lento, es mejor que se ajuste un poco el metrónomo, de tal manera que se sienta en un flujo más natural a la manera de tocar de la banda o el músico.

Como es de esperarse, un entrenamiento rítmico por parte del productor o ingeniero también es importante, ya que entender perfectamente el desarrollo del tiempo del metrónomo les permitirá incluso que sus punch in y punch out sean precisos (cuando inicia y termina la grabación) y así fluyan de la misma manera con la banda.

En conclusión, el metrónomo es de gran utilidad; para algunos es una herramienta neurótica, pero para muchos otros es totalmente indispensable y funcional, obviamente, no todos los proyectos lo requieren para grabar, pero sí la gran mayoría. Hasta los proyectos más sincronizados, como una orquesta, cuentan con un director que hace las veces de un metrónomo, marcándoles el tiempo a todos y cada unos de los músicos participantes. Mi recomendación es que lo exploremos, conozcamos y experimentemos con él y sin duda nos llevaremos una muy grata sorpresa, sabiendo que es un gran aliado de nuestras producciones. El resultado final nos dará grandes satisfacciones con esta arma invisible de la producción.

Por Ferrer León*

*Es productor musical, ingeniero en audio y músico y cuenta con 25 años de trayectoria en diversas áreas de la producción, participando en diferentes proyectos dentro y fuera de México, que abarcan música  regional, pop, jazz, rock y orquestas sinfónicas, así como música para empresas y soundtracks. También está a cargo de la producción de audio en la Dirección de Innovación de la Secretaría de Educación Pública. Es miembro votante de los Latin Grammy y cuenta con su propio estudio de grabación, AntenaStudio, en Guadalajara, Jalisco. Pueden encontrarlo en: ferrer@antenastudio.com y www.antenastudio.com