Flujo cognitivo de la mezcla / Ver vs escuchar

Por Raúl de Jesús Bustos Castañeda*

Estoy seguro de que todos los ingenieros de audio hemos pasado al menos una vez por la situación de estar ajustando un ecualizador convencido de los cambios que se están haciendo y posteriormente darnos cuenta de que el equipo está en bypass o en otro canal, o que, si alguien nos pide un cambio en la mezcla y a unos milisegundos antes de hacer dicho cambio, te dicen “listo, gracias; es justo como lo necesito”. 

En este artículo desmenuzaremos cómo funciona nuestra mente y por qué pasan estas situaciones; con ayuda de la neurociencia encontraremos pasos sencillos para enfocar nuestra cognición.

Desde el punto de vista de la neurociencia cognitiva, podemos entender cómo funciona nuestro cerebro y cómo intencionalmente debemos enfocar nuestra atención.

Cognición y atención

A lo largo de mis 13 años dando entrenamiento auditivo en diferentes instituciones educativas, por experiencia he confirmado lo que la “neurociencia cognitiva” nos explica acerca del cerebro y qué tan multitasking puede ser. Al comprender la importancia de tener un oído entrenado, busqué aplicarlo en todas mis clases, al menos 15 minutos en cada una de ellas. Aplicaba una metodología llamada “Golden Ears”, de Dave Moutlon, y rápido me di cuenta de lo difícil que aparentemente era dirigir la atención de los alumnos al cambio de frecuencia (por ejemplo), y aunque en ciertas ocasiones exageraba el cambio con más de 9 dBs, el alumno no lo identificaba. Descubrí algo que después me pareció obvio: la importancia de cerrar los ojos. Cuando empecé a enfocar a mis alumnos pidiéndole que cerraran sus ojos y pusieran atención en cierta sección de una mezcla, podían ya sentir al menos un cambio y ese era el inicio. 

En los primeros artículos de esta columna mencionamos un dato importantísimo que vamos a retomar. ¿Cuántos estímulos sensoriales recibimos en un instante? Pensémoslo bien: lo que ves, lo que escuchas, lo que hueles, la textura de tu ropa, la cantidad de información que siente tu piel, y no sólo eso; la atención que prestamos a lo que estamos pensando, a las ideas que nos extraen del presente y nos llevan a otros espacios. Todos hemos estado en una conversación donde no prestamos atención y nuestra mente viaja a un recuerdo o a lo que vamos a hacer en un momento futuro. ¿Entonces cuántos estímulos recibe nuestra mente en un instante? Cientos, pero la verdadera pregunta es: ¿En cuántos me puedo enfocar? David Del Rosario, reconocido investigador, cita que podemos enfocarnos en sólo 0.5 por ciento de todos los estímulos que recibimos en un instante. Pongámoslo en estos términos: nuestro cien por ciento de atención es el 0.5 por ciento de todos los estímulos que recibe nuestra mente.

Flujo cognitivo en la mezcla Escuchar | Pensar | Modificar

Podemos analizar juntos el flujo de trabajo o flujo cognitivo a la hora de estar mezclando cualquier proyecto, ya sea en vivo o en estudio; desde el punto de vista de la neurociencia cognitiva, podemos entender cómo funciona nuestro cerebro y cómo intencionalmente debemos enfocar nuestra atención. A continuación, describo a grandes rasgos el flujo cognitivo sano del proceso de la mezcla.

1. Escuchar

Escuchar con calidad determina la calidad de nuestro análisis mental de lo que estamos percibiendo. ¿Has escuchado el término: “Estás oyendo, pero no estás escuchando”? Justo aplica aquí. En mi experiencia no podemos escuchar a conciencia con los ojos puestos en la pantalla; es más, necesitamos cerrar los ojos o disociar la mirada para enfocarnos en la imagen sonora que nos dan los altavoces o audífonos, y es que si estoy viendo la pantalla y escuchando, mi 0.5 por ciento  de precepción está diluido entre la vista y lo que escucho; cuando entrenamos la percepción en frecuencias, los chicos cierran los ojos, incluso me ha tocado ver a chicos que están comiendo algo mientras estén estudiando y los ejercicios los obligan a tener que dejar de comer para prestar el total de su atención a la escucha y poder enfocar una frecuencia; también recuerdo darle clases de entrenamiento auditivo a un chico ciego y aprendí mucho de él; ver como él no tenía ese problema visual y cómo lo hacía más eficiente a la hora de escuchar fue un parteaguas en mi formación como instructor de entrenamiento auditivo. Estoy convencido fuertemente de que necesitamos cerrar nuestra percepción visual y las demás percepciones para escuchar mejor.

2. Pensar

Analizar a profundidad y ejercer nuestro oído crítico demanda recursos cognitivos; tenemos que darnos el tiempo de pensar detenidamente y evaluar lo que estamos escuchando para poder determinar qué modificación vamos a realizar. En este paso, si tenemos distractores mentales o estamos en un ambiente que busque robarme la atención, difícilmente podré determinar con claridad y precisión el paso siguiente, y es que todos lo podemos hacer a medias, pero de ahí el conflicto de malas decisiones que al final nos hacen frustrarnos y querer volver a iniciar el proceso de mezcla. Como profesionales tenemos que aprender a ser un Mute general de distractores externos e internos para poder enfocar nuestra mente a la mezcla que tenemos enfrente.

3. Ejecutar

En este proceso realizas la acción, abres los ojos, ves Pro Tools y ejecutas el cambio e inmediatamente tenemos que ir de regreso al paso uno para evaluar cómo está cambiando lo que estamos ejecutando y en milisegundos se evalúa el beneficio del cambio y la cantidad que se requiere del mismo.

Conclusión

Me parece trascendental conocer a detalle los procesos cognitivos de cualquier flujo de trabajo en el que estemos involucrados para poder mejorarlos conscientemente y buscar una mayor eficiencia; dicho de otro modo, conocer a profundidad cómo manejo mi atención y enfoque para llegar al mejor resultado posible.

*Es Ingeniero en Comunicaciones y Electrónica por el IPN. Cuenta con dos diplomados en Neurociencias y educación y Neurociencias para mandos medios, por el Instituto INECO-U. Ha sido docente por más de 12 años en instituciones como SAE Institute y Rec Música y es CEO y director académico en Sonic Ear Training Institute: soniceartraining.com.