Formada en 1999, la banda De Bruces a Mí cuenta con cinco discos y un cúmulo de sencillos que ha entregado para presentar su proyecto en el último lustro. Mauricio Osorio, uno de los fundadores de la banda colombiana, expone las ventajas de este formato: “El negocio de la música está cambiando muy rápido y nos sentimos bien con el hecho de lanzar nuestras canciones así, porque el álbum requiere más esfuerzo, tiempo e inversión. La gente se concentra en dos o tres canciones cuando sacas un álbum y, en cambio, con un sencillo se conecta más directo con lo que dice la canción”.
“Antes, entrar a un estudio significaba gastar mucho para grabar un álbum completo y cuando la tecnología empezó a ser más asequible y empezamos a sacrificar un poco ese sonido análogo para grabar en casa, empezamos a hacer un híbrido, armando algunas cosas en el estudio y otras en casa, no sólo por la facilidad económica, sino también por un asunto personal donde te agrada grabar las cosas a tu ritmo, probar e ir al ritmo que quieras. En Medellin grabamos batería, en Cardioide Studio, y su ingeniero Andrés Guerrero también mezcló las canciones”.
El proceso de mezcla fue virtual, enviando los tracks a Andrés, cuyo plus fue armar una sesión que, en línea, permitió hacer los ajustes y cambios en tiempo real, tomando la referencia fiel del sonido: “Se fueron indicando los últimos ajustes por hacer, dándole tiempo a Andrés para que pudiera masticar cada tema y sacar su sonido. Le damos su ritmo al igual que a la masterización, que también llevó a cabo él”, compartió el guitarrista.
Durante 2020, la banda trabajó desde casa las melodías, gracias a poseer cada integrante su propio home studio; en el caso de Mauricio, él cuenta con Reason, una interfaz de dos canales, micrófono, monitores y un controlador MIDI, con el que captura su voz y guitarras, como la Gibson Les Paul: “Me concentro más en la producción desde la composición, armonizar, crear bajos, sonidos y melodías, más que usar el DAW. El Reason cumple las funciones que necesito y me ayuda a concentrar en la composición”, afirma el músico.
En el EP reciente del grupo hay colaboraciones como la de Pablo Molina (Todos Tus Muertos) y Lion Reggae. Mauricio explica: “Con Pablo tenemos una buena amistad, estaba en México y grabó desde allá la voz; lo de Lion empezó como un poema y quería musicalizarlo. Me junté con Camilo, el bateristas de la banda, a trabajar un poco sobre la melodía de la canción y, luego, con Chucho Llanos armamos la producción con la armonía y el estilo de la canción. Nosotros solemos hacer maquetas para escuchar bien qué camino tomar y luego decidimos. Lion se sumó y aportó sus detalles; grabamos en una casa vieja con una acústica particular que es de una corporación que nos ayuda llamada Indub Music; tiene un espacio con reverberación natural que aprovechamos y luego ya cada uno grabo en casa. Lion vino a Medellín y grabamos las voces y el video”.
Los planes para la difusión de su nueva música están encaminados en más coproducciones, una de ellas muy especial junto al jamaiquino Prince Ranny (q.e.p.d.) con quien ya tenían una canción y maqueta con su línea de voz: “me encontré varios archivos y en homenaje a él decidimos terminar de producir esta canción”, concluye Mauricio.
Entrevista: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco