Lejos se encuentran de la mira las viejas discotecas de proporciones titánicas donde los amantes de la pista de baile se extraviaban entre penumbras y luces caóticas que acentuaban los efectos de los tragos que se despachaban en las barras. Actualmente, los adictos a la vida nocturna prefieren acudir a sitios donde la arquitectura y el diseño de iluminación hacen un tándem que, más allá de operar como mero aditamento decorativo, tienen la función de sostener un sofisticado eje conceptual. Justo ese es el caso de República, un club nocturno que desde su nacimiento se anunció como un espacio donde la vanguardia tecnológica y el buen gusto terminarían erigiéndolo como uno de los lugares que más elogios recoge entre el público asiduo a esos lugares que durante mucho tiempo tuvieron como objeto emblemático una esfera forrada de espejos.
Una república para la ciudad
Abierto en el otoño de 2014 bajo la batuta de Javier Díaz, Club República se ubica en la colonia Polanco del Distrito Federal, sin embargo, cuenta con una sucursal, una hermana mayor con residencia en Monterrey, llamada República San Pedro. En menos de un año de historia en la capital mexicana, la disco ha conseguido hacerse de una impecable reputación en las redes sociales y claro, de una clientela preocupada por consentir sus sentidos con esos detalles que durante décadas poco importaron para la mayoría de los empresarios que tomaban la decisión de abrir un negocio de tal índole. El portugués Filipao Nunes fue el arquitecto encargado de poner en marcha la personalidad visual del lugar de marras y es quien explica cómo dieron inicio las actividades de remodelación del local que, antes de transformase en un club, operaba con otro giro: “Lo primero que hicimos fue desmantelar todo lo que había para así materializar un concepto cuyo germen tuvo lugar en Monterrey bajo el nombre de República San Pedro; en realidad, lo que hicimos fue reinterpretar la sucursal norteña, perfeccionarla con lo aprendido en un lapso de dos años. Porque hubo, naturalmente, una evolución entre los artífices de aquel proyecto”.
El concepto al que hace referencia Filipao tiene muy claro su perfil: “encontramos inspiración en las casonas de inicios de siglo, es decir, tratamos de apelar a referentes del estilo colonial mezclados con guiños industriales. Lo que conseguimos fue una explosión de texturas donde se dan citas mármoles, metales y linos; diversos materiales. Recurrimos también a ciertos utensilios de tierra, echamos mano igualmente de herramientas de la agricultura, la literatura y la cacería. Toda esa mezcla es la que genera el concepto de República”.
La planeación del proyecto se prolongó por un mes y medio para luego poner manos a la obra y concluir la empresa en un tiempo de dos meses. Así lo sintetiza el arquitecto Nunes: “trabajamos rápido porque desde que tomamos el local la renta empezó a correr, así que había que laborar a prisa. La remodelación se consiguió en tres turnos de labores diarias: uno de ocho de la mañana a seis de la tarde, el segundo de seis de la tarde a medianoche y el último tenía lugar durante toda la madrugada; fueron alrededor de ochenta personas quienes se encargaron de alcanzar el objetivo”.
Pendiente de montar un sistema de iluminación de primer orden, el equipo encargado de dicha tarea estuvo integrado por el propio Filipao y Edson Rivera (de la empresa Adimsa, en la capital regia), quienes se empeñaron en llevar a cabo labores que potencializaran la arquitectura del local. “El concepto que traíamos en mente era clarísimo –advierte Filipao: una imagen muy vintage pero que se notara bien integrada con lo más avanzado en tecnología. Claro, algunos de los elementos modernos que mencioné antes fueron camuflados para que ambos mundos se entrelazaran bien, pero en otros casos se integraron naturalmente al paisaje, como en los libreros que colocamos, donde los asistentes pueden notar luminarias robóticas”.
Filipao ya había trabajado con Edson en otros proyectos, así que reencontrarse no hizo más que afianzar la confianza que ya se tenían. El arquitecto prosigue: “Desde los primeros layouts, ambos trabajamos de la mano con la intención de lograr los mejores resultados y sacar el máximo provecho a la tecnología para unir ésta armónicamente con el diseño estético que propusimos. Porque para nosotros una manera de acentuar la arquitectura es con el uso apropiado de la luz, y finalmente, logramos manipularla con certeza para resaltar ciertos puntos. Seguros de que el concepto de clubes nocturnos ha cambiado con el paso del tiempo, nuestra apuesta en República fue construir un lugar más iluminado, si se le compara con los sitios oscuros que solían dominar el panorama de este tipo de recintos hace tiempo”.
“Y es que ha cambiado mucho el concepto de discotecas”, define Filipao; “es decir, gracias a internet, actualmente estamos al tanto de lo que ocurre en otras partes del mundo; ya nadie se encuentra aislado. La realidad es que la gente sabe bien qué clase de lugares pisa y ya no se le puede dar gato por liebre. Porque el público llega con ciertas expectativas a divertirse y nuestro deber es no sólo cumplir con lo básico a nivel de operación, sino ofrecerle un plus. Hoy por hoy, el cliente es conocedor y le gusta apreciar su entorno a nivel lumínico. En ese sentido, para nosotros es determinante que los asistentes vean claramente lo que hay a su alrededor”.
Edson Rivera, director general de Adimsa, es quien continúa con los pormenores a nivel técnico que han hecho de República un referente obligado de la vida nocturna capitalina: “Reforzamos mucho los acabados que iban a sobresalir en la construcción porque el lugar tiene mucha calidez, así que no pudimos echar mano de luces agresivas; más bien, buscamos sumar, no quitarle protagonismo al diseño del lugar para que todo lo que se invirtió en barras y libreros se apreciara, se luciera. Nuestra idea fue simple: la iluminación debería ayudar a acentuar, no protagonizar”. Desde su planeación, República tuvo claro que la marca que proveería los aspectos de iluminación sería Elation; en ese rol, Edson comenta que la decisión fue tomada por dos puntos clave: “uno, por las garantías que la firma ofrece a la hora de vender; y dos, porque se trata de un equipo que no falla. De hecho, podemos decir sin problema que desde que abrimos a la fecha no ha habido reportes de que alguna luz haya fallado jamás. El margen de falla es mínimo”.
¿Y cómo fue la ubicación de los equipos? Edson detalla: “Colocamos cuatro cabezas móviles Event Bar, una Matrix atrás del DJ, cabezas móviles Rayzor Beam 2R y estrobos Proton LED, además de equipos de rayo láser, entre otras cosas”. La instalación de estos elementos tomó cerca de tres semanas y para alcanzar la meta, un equipo de ocho personas trabajó en dos turnos de ocho horas cada uno, esto apenas el equipo Elation llegó directamente de California: “Realmente había apuro por concretar la obra, porque ya teníamos la apertura encima y no podíamos darnos el lujo de generar un margen de error”.
Las razones de la elección
De las luminarias instaladas, existe el común denominador en su eficiencia de operación y tecnologías actuales. Uno de estos ejemplos, Event Bar, ofrece cuatro LEDs blancos de larga vida y es ideal para efectos de beam, además de ofrecer un fácil acceso al programa interno DMX y contar con efecto de estrobo. Su entrada de datos de control es a través de cables de entrada y salida DMX de 3 pin. La unidad cuenta con un ángulo de haz luminoso de doce grados y otro de seis grados opcional.
Por otro lado, los páneles Cuepix, de reciente aparición, ofrecen 25 LEDs COB RGB de 30 watts tres en uno y larga vida, además de un ángulo de haz luminoso de sesenta grados, sistema remoto de gestión de dispositivos, control individual de cada módulo COB, curvas de dimming variables y seleccionables, efectos de estrobo, y goza de operación libre de flicker para televisión y cine, DMX de 3 y 5 pin y conexiones de entrada y salida powerCon, pantalla de menú LCD con panel de control de cuatro botones, puntos de rigging integrados y bracket de rigging disponible, además de una fuente de alimentación auto conmutable universal multivoltaje (100-250 v).
Otro de los equipos que fueron seleccionados para este proyecto de importante magnitud fueron las también recientes Rayzor Beam 2R, mismas que ofrecen la lámpara de 132 watts Platinum 2R, prisma rotatorio de ocho facetas, motores rápidos de pan y tilt de 16 bits y tres fases, estrobo electrónico (uno a trece cuadros por segundo) y dimming de cero a cien por ciento, trece colores dicroicos, incluyendo UV, CTO y CTB, más blanco, catorce gobos estáticos, haces luminosos de múltiples tamaños, operación libre de flicker para televisión, soporte para protocolo de manejo remoto de dispositivos, conexiones de entrada y salida powerCON y DMX de cinco pin, pánel de control táctil de seis botones, consumo máximo de energía de 230 watts y fuente de alimentación auto conmutable universal multi voltaje (120-240v).
Luego de sobrevivir a una terrible resaca provocada por un oleaje de inseguridad, poco a poco Monterrey vuelve a la vida nocturna e, incluso, vive una suerte de auge en cuanto a clubes nocturnos, según Filipao Nunes reconoce. “Muchos locales cerraron; sólo se quedaron aquellos que ofrecían máxima seguridad y afortunadamente fue en esa época que nació República de San Pedro y luego República en el Distrito Federal, lugares que desde su comienzo fueron muy bien recibidos”. ¿La razón del éxito? El portugués tiene la respuesta: “Creemos que esto ha ocurrido debido a que las macro discotecas ya no son proyectos que la gente prefiera; es decir, el cliente hoy día elige lugares más controlados”.
En ese sentido: “Javier Díaz, el artífice del club, fue muy intrépido”, comenta a modo de remate Edson; “y desde el inicio del proyecto buscó ese plus, crear un gran reacción al ir un paso adelante de lo que se hace en nuestro entorno. Finalmente, con República estamos poniendo nuestro granito de arena para mantenernos a la vanguardia en los clubes nocturnos. Porque es cierto que antes hemos trabajado en muchos lugares de este estilo en América, tenemos experiencia al respecto y por eso precisamente podemos decir que esta vez conseguimos un nivel de discoteca que nada le pide a sus símiles de Las Vegas. Generamos un estándar muy alto apoyados en una arquitectura e iluminación de primera”.
Redacción: Alejandro González Castillo