El lanzamiento del tema “La Cabra Jala Pal Monte” representa la nueva faceta en el desenvolvimiento artístico de Eduardo Cabra —“Visitante” en Calle 13, colaborador y productor con colegas como Trending Tropics, Jorge Drexler, Monsieur Periné, Vicente García, Louta, La Vida Boheme, Cuarteto de Nos, Rita Indiana y más—, además del nacimiento de su sello discográfico, La Casa del Sombrero, sede donde tiene también su estudio de grabación (en su natal Puerto Rico). El sencillo fue producido por él, escrito en colaboración con Rita Indiana y con la mezcla de Fab Dupont en Nueva York.
La autoproducción
Ya sea al colaborar con otros o para él, Eduardo Cabra basa el trabajo de producción en el equipo:
“Siempre es un trabajo de equipo cuando uno está produciendo a otra gente; cuando estoy produciendo me gusta que los líderes formen parte de la producción, es algo que siempre he pensado o descubriendo como un concepto. Cuando empiezas crees que el productor es quien tiene la última palabra o el de las ideas más brutales, pero no, con el tiempo te vas dando cuenta que el trabajo del productor tiene una fecha de vencimiento y, de ahí en adelante, empieza el artista o la persona con quien uno está trabajando, a defender ese proyecto, arriba y abajo del escenario. Entonces, esa persona tiene que tomar decisiones también de la producción, porque de esa manera, creo yo, defenderá mejor el proyecto, pues cree en él”.
“En mi caso”, recuerda Cabra; “me ayudó Rita Indiana en la interpretación de “La Cabra Jala Pal Monte”, y también trabajé con Raúl, de la banda Sotomayor. Desarrollé la estructura, hice los cambios y hubo un trabajo de otras personas que hay que reconocer. Definitivamente, creo que en todos los niveles de ingeniería, asistentes en el estudio y demás, es importante el trabajo en equipo”.
“Estoy en un momento de consolidar el trabajo que hago o venía haciendo con otros porque no quiero ser como el que lo ha dejado todo y ahora ser el cantante, sino todo lo contrario: cantar y estar al frente del micrófono me ha dado mucho aprendizaje; me ayudó a sensibilizarme con la gente con quien he producido desde hace mucho tiempo y con quien tengo las herramientas para poder ayudar a que siga mejorando la comunicación en el estudio de grabación con las personas que trabajo. Realmente, la propuesta de dar yo la cara en los temas y lanzarme a cantar es algo que honestamente es raro para mí; me mueve tratar de ser honesto, dentro de las limitaciones que uno tiene, para dar lo mejor de mí y seguir mejorando, es lo que quiero con eso. Ponerme en situaciones incómodas para seguir creciendo y hacer cosas nuevas”, explica Eduardo.
Un proceso desde casa
El espacio de uno al servicio de otros. “Lo chévere de Cabra es que se están sumando a la propuesta otros proyectos, lo que me tiene bastante contento. La grabación se hizo en Puerto Rico, se mezcló en Nueva York por Fab Dupont y se masterizó en Buenos Aires. Hablaba del trabajo de equipo y a mí me gusta trabajar con el mío, casi todo lo que produzco se desarrolla en La casa del Sombrero como estudio de grabación y aparte de eso estoy empezando a hacer proyectos nuevos a través del sello discográfico”.
“El estudio tiene como diez años; como una base, me gusta trabajar el sonido dependiendo del micrófono y el preamplificador. Se debe tener clara la manera de registrar eso en la grabación y pienso que tener opciones es muy bueno, pero de la misma manera, usando el ejemplo de cuando empecé y no había tantas opciones, también es bueno tener límites en cuestión de ponerse más creativo y tratar de buscarle la vuelta, eso es lo más importante. A mí me ha servido mucho en la pandemia tener el estudio, porque he invertido mucho tiempo y he seguido creando. El equipo no es el que determina si algo va a estar bien grabado o no, sino que tengas la idea clara y cómo la vas a desarrollar con los elementos que tengas disponible para tratar de maximizar o ajustar la idea a eso que tienes”.
Aportar diversidad al sonido latino
Para Eduardo Cabra hay un sonido que pone a la música latina desde hace tiempo en un nivel muy alto, que la reconoce todo el mundo, pero que amerita manifestar aún más la diversidad: “Ahora mismo el sonido que se comercializa a nivel “mainstream” es uno: una sola manera de hacer los videos, un monotema, y eso contrasta también con la historia de la música latinoamericana. Hay un sonido latino que yo creo que este encierro va a ayudar a que surja más diversidad. Estoy convencido de que se apostará más a la diversidad después de esta pandemia. Si las disqueras grandes le metieran a cosas diferentes también verían que pegarían de la misma manera, pues que sea monotema no significa que va a tener éxito, es simplemente cómo se mueven las cosas y sé que hay muchas propuestas independientes que les vendría bien una inyección de promoción y de conectar con otros circuitos. Siempre una situación apocalíptica o de movimiento social nutre la oferta artística y van a salir cosas nuevas de este momento, tengo fe en eso”.
Resistir creando
El multi-nominado y ganador del Latin Grammy tiene claro que la adaptación de los nuevos formatos de show no suplirá a los conciertos en vivo, pero requieren sumar a la cadena de talento que los hace posibles: “Al principio de la pandemia hubo un boom de las transmisiones en Instagram, por ejemplo, que siempre vi como una terapia personal de querer seguir haciendo arte y conectar con la gente, lo cual fue muy agradecido. Avanzó el tiempo, aquello se normalizó y hoy estamos en la búsqueda de hacer estos streamings con un concepto. De hecho estoy formando con dos amigos más, un foro para realizar estas producciones en la mejor calidad. Creo que esto ha sido un aprendizaje y las cuestiones de transmisiones on line de alta calidad seguirán, pero no hay nada que sustituya al show en vivo, a la conexión y retroalimentación del artista con el público”.
Cabra continúa: “Ésta es una respuesta para estar más conectados. Hace dos años hice un disco concepto llamado “Trending Tropics”, donde se resaltó la dependencia que tenemos de la tecnología y hoy se ha convertido en algo muy relevante, porque en este momento esto es muy fuerte y a pesar de que estamos más conectados y con información, como especie estamos muy lejanos entre nosotros. Pero la pandemia hizo que tuviéramos mucha necesidad de ir a un show, escuchar música en vivo (así me pasa a mí), y ese “feeling” no se parece a nada, treparse al escenario es muy diferente”.
En cuanto al personal técnico que hace posible los conciertos, Eduardo sugiere: “Creo que el músico debe valorarlos, ya que son fundamentales para montar un escenario y lo que pasa en él. Los artistas consolidados no tendrán mucho lío en mantenerse, pero los independientes sí, porque los técnicos son gente de trabajos eventuales y es complicado sumarlos; de ahí la idea de convertir estudios de grabación y televisión en foros para seguir dándoles lugar. Tendremos que reinventarnos”.
Sumado al esquema de lanzar sencillos, Eduardo Cabra también tiene clara la importancia de armar un disco, después de presentar el single “La Cabra Jala Pal Monte”: “La idea es sacar un tema mensual en lo que queda del año, añadir cuatro más el siguiente y así consolidar un álbum. El problema de los singles es que por lo general, quien logra éxito de esa manera, lo sigue como una fórmula, y el disco permite plasmar las distintas emociones que se presentan en el artista. En lo que a mí respecta, pienso que saldrá mucho de eso también en este periodo, porque nos ha dado tiempo para pensar sobre muchas cosas”, concluye certero el productor, demostrando como siempre que la creatividad será la mejor aliada de los músicos siempre.
Entrevista: Nizarindani Sopeña / Redacción: Marisol Pacheco