Beto Nájera, del metal musical al de las estructuras para escenario

Los músicos emprendedores tienen a un representante que en su rol de vida amalgama a la industria de la infraestructura para conciertos y al heavy metal. El paso de Humberto Nájera Gallardo por el mundo de la música y el espectáculo ha sido muy fructífero. Su paso como guitarrista por la legendaria banda Toncho Pilatos y la fundación en los años ochenta del no menos icónico Megatón —banda de heavy metal que creó junto al también guitarrista Raúl Ochoa—, le proporcionaron la perspectiva para crear la empresa Forum Toma 5, dedicada a la manufactura de infraestructura de hardware para conciertos y que sigue trabajando hasta la fecha con el nombre N-Pro. En esta ocasión, Beto nos adentra en su historia y comparte la evolución que ha tenido su empresa de estructuras para escenarios.

“Cuando se terminó Trapecio me regresé a Estados Unidos y llegué a Torreón a despedirme de mi familia. Ahí me encontré con Raúl Ochoa y armamos Megatón, componiendo material original e inédito, que era nuestra finalidad”.

Experiencias que definen

“Nací en Gómez Palacio, Durango y tocaba con varios grupos pequeños, aunque con nada de base. Me gustaba mucho ir a los conciertos, y estuve la primera vez que fue la Revolución de Emiliano Zapata (LREZ) a Torreón, que alternó con Javier Bátiz y Peace and Love. Me impactó el “Javis” (Javier Martín del Campo, guitarrista, compositor y cantante de LREZ). Me marcó su estampa, su forma de tocar la guitarra, su soltura y la manera de moverse en el escenario, ya que eso era a lo que yo aspiraba, y fue mi primer ídolo mexicano. Ahora somos muy amigos”.

“Después de eso, me fui a Guadalajara e ingresé a Toncho Pilatos, con los que estuve hasta 1983 y con los que grabé un disco, llamado “Segunda Vez” y que se realizó en los Estudios Cronos con una tecnología de grabación muy análoga y todo a la primera toma, por lo que uno tenía que llegar bien ensayado. En ese estudio grabamos diez temas producidos por Crescencio “Chencho” Hernández, que era el productor musical del Mariachi Los Toritos. En ese tiempo yo también era músico de sesión y tocaba las guitarras en discos populares. Le pregunté a Toncho Guerrero la razón de trabajar con un productor de este género popular y finalmente lo entendí, ya que con esta banda había detalles y matices de mariachi y huapango, como si fuera vihuela, pero con guitarra eléctrica. Chencho hizo muy buen trabajo”, recuerda.

“Como además soy ingeniero civil, me dediqué a hacer mi negocio. Fundamos la empresa Forum Toma 5, la primera empresa mexicana de escenarios y estructuras y seguimos hasta la fecha, con el nombre de N-Pro”.

Megatón explota

Beto continúa: “Cuando salí de Toncho Pilatos hice un trío que se llamó Trapecio. Duramos de gira dos años y recorrimos desde Los Ángeles hasta Brasil, a la vieja usanza, en la que llegábamos, armábamos el concierto, pegábamos publicidad y nos correteaba la policía. Cuando se terminó Trapecio me regresé a Estados Unidos y llegué a Torreón a despedirme de mi familia. Ahí me encontré con Raúl Ochoa y armamos Megatón, componiendo material original e inédito, que era nuestra finalidad; de hecho, en ninguno de los grupos en los que estuve hicimos covers, siempre intentamos crear y producir canciones nuevas. Cuando el grupo estaba listo para entrar a grabar, éramos Raúl, otros músicos de Torreón y yo, pero mis paisanos no se querían mudar. Les dijimos que primero nos iríamos a Guadalajara y después a la Ciudad de México para ver en cuál de los dos lugares nos estableceríamos, sin embargo, ellos se quedaron. Raúl y yo llegamos a Guadalajara con todo el material y ahí fue cuando reclutamos a “El Pollo” Miguel Carrillo, que fue un pilar en la banda, y a Ernesto Franco en la batería”.

“De ahí nos fuimos a la Ciudad de México a grabar a Discos Gas. Ya estábamos para grabar (Raúl y yo éramos los cantantes), y nos pospusieron la grabación un mes, así que teníamos tiempo y un día nos propusieron probar a un vocalista, de nombre Chava Aguilar. Hicimos una prueba y dio el ancho inmediatamente. En quince días tenía las canciones y entró a grabar el disco. Duró con nosotros un año, antes de que nos separáramos y él de ahí se fuera a Coda”. 

Beto Nájera continúa: “La grabación de ese disco fue muy mal planeada. Nos daban espacios en los que el estudio no estaba ocupado. Llegó a suceder que ya estábamos con el set up, íbamos a comenzar a grabar, y justo entonces nos notificaban que teníamos que dejar el estudio porque iba a entrar Lola Beltrán. Así estuvimos, hasta terminarlo en año y medio. Tomábamos fotos y grabábamos los parámetros de los amplificadores y guitarras para tener el mismo color. Un día, contactamos por correo a un productor e ingeniero canadiense. Era Howard Steele, que colaboraba con Rush y Loverboy. Le mandamos el material, le encantó, y vino desde Canadá. Él llegó al estudio, reestructuró todo, mandó traer un set de parches y cuerdas de bajo y guitarra,  nos armó y empezamos a sonar increíble. Regrabamos una gran parte del disco, empezó con las bases, la voz el fin de semana y en una semana estaba lista la producción. Cuando los del sello lo escucharon quedaron asombrados. Howard tenía compromisos en una gira de Rush, y se comprometió a regresar en tres semanas para hacer la mezcla. Cuando estaba a punto de regresar, nos llamó Gas y nos dieron el disco terminado, ante nuestro asombro. Nos notificaron que hicieron la mezcla porque tenían que sacarlo como estaban acostumbrados. Así fue como arruinaron la producción. Incluso borraron un bombo. De cualquier modo, quedamos con una excelente relación con Howard”, dice con nostalgia.

“Actualmente, no nos queda otra más que reinventarnos, para enfrentar la situación que ahora nos tiene suspendidos”.

Fórum de escenarios

“Después de eso, nos concentramos en los conciertos. Hicimos giras por toda la república. Tuvimos que parar a la salida de Chava. Originalmente nos detendríamos tres meses para buscar cantante, pero no había quien diera el ancho. Así pasó casi un año y decidimos dedicarnos a hacer producción, en lo que yo sabía hacer: escenarios. Antes de integrarme a Toncho, yo trabajaba en una compañía en Los Ángeles que se llamaba 5 Stars, que se dedicaban a hacer estructuras y reflectores. Yo estaba a cargo de la producción. Como además soy ingeniero civil, me dediqué a hacer mi negocio. Me alié con “Pollo” y fundamos la empresa Forum Toma 5. Fuimos la primera empresa mexicana de escenarios y estructuras y seguimos hasta la fecha, con el nombre N-Pro. Hacemos escenarios de aluminio, ground support, parrillas, barrera heavy y de popote y todo el hardware que se necesita para producción”. Beto sabe bien que la industria de la música y el espectáculo ha evolucionado mucho con los años, y se ha dedicado a contar con materiales y métodos actualizados para ofrecer a los productores de shows.

Para Beto Nájera, Megatón sigue siendo parte esencial de su vida y se ha encargado de renovarla: “Contamos con sangre nueva; gente joven que le dio su toque a la banda. Con respecto a nuestro segundo disco, por distintas cuestiones no podíamos dedicarle el tiempo para grabarlo en un mes o dos, de forma que a lo largo de tres años fuimos armando bocetos y maquetas y finalmente grabamos las bases y comenzamos a insertar. Este álbum se grabó en nuestro propio estudio, el ingeniero fue Raúl Ochoa y la producción fue de ambos. Personalmente diseñamos todo el disco, incluyendo el arte. Es un disco que nos costó dinero, tiempo y sangre. Decidimos asesorarnos con amigos como Galo Ochoa, ex integrante de Cuca, a quien le tenemos mucha confianza, y con otros productores e ingenieros conocidos por nosotros para tener un sonido más limpio. Este disco es un bebé con el que tenemos un año y medio y se llama ‘Los Libros Sagrados”.

Los planes de Beto, siempre con reservas por los tiempos que se están viviendo, incluyen la edición de un vinil doble de colección que incluirá el primer disco. “Ahora estamos preparando la tercera producción y saldrá próximamente, con el formato de lanzamiento de sencillos. Megatón estará en todos lados y en cuanto a producción, no nos queda otra más que reinventarnos, para enfrentar la situación que ahora nos tiene suspendidos”, finaliza el músico y empresario.