La idea de explorar terrenos sonoros diferentes al pop electrónico que caracteriza al grupo y apostar por un concepto sinfónico produjo un miedo aterrador a los integrantes de Belanova.
Durante la etapa en la que el trío jalisciense preparaba su regreso a los escenarios, la vocalista Denisse Guerrero, el tecladista Edgar Huerta y el bajista Ricardo Arreola asumieron el reto de grabar algunos de sus éxitos con orquesta, resultado que quedó plasmado en el álbum Canciones para la Luna- Sinfónico en Vivo. Esta es la primera producción de la banda bajo ese formato, y fue grabado el 2 de septiembre pasado en el Centro Cultural Roberto Cantoral.
Para esta nueva aventura musical, el trío contó con la colaboración de algunos amigos y colegas músicos que participaron en la grabación de este trabajo: el cantante de Moderatto (Jay de la Cueva), las cantantes Sofi Mayen y Renee Moi, el vocalista Javier Blake (División Minúscula), el guitarrista César “El Vampiro” López (ex Maná y Jaguares), y el tecladista Alejandro Rosso (Plastilina Mosh).
A la lista anterior se suman: Giovanni Figueroa en la batería acústica; Israel Ulloa “Campañita”, en la batería eléctrica y las percusiones; Ricardo Acosta “Richo”, en la guitarra eléctrica y Julio Reyes, en el piano de la canción Mírame.
“En 13 años de carrera que tiene Belanova, hemos aprendido que sumar cómplices a los proyectos te enriquece mucho como persona y como músico”, comenta Edgar. “Pusimos a disposición de nuestros invitados las canciones, pero lo mejor fue que llegaron a la grabación para dar más que un arreglo: realmente se involucraron para imprimir una nueva vida a nuestros temas”.
El proceso de preparar un disco sinfónico
Edgar Huerta cuenta que el proceso previo a la grabación de este CD-DVD editado por Universal Music tuvo una duración de seis meses, tiempo en el que el grupo pudo experimentar con nuevos sonidos y armar las primeras ideas antes de llegar con el productor del disco, Julio Reyes Copello.
“Abordamos nuevas maneras de orquestar el sonido de Belanova y esa búsqueda duró seis meses. Después decidimos que sería algo más orgánico y pasamos a otra etapa que duró otro semestre. La clave fue cuando conocimos a Julio, quien además de producir el álbum fue el arreglista. Escuchó unas 20 canciones y le encantaron. Ya conocía a Belanova y él fue realmente quien nos propuso que apostáramos por un sonido orquestal”, Señala Edgar.
“Al inicio sí nos tomó un poco por sorpresa. ¿Cómo se iban a escuchar canciones como Por ti, que son más de beat? No queríamos que quedara un sinfónico muy lento que no tuviera esa energía que es parte de la esencia de Belanova, realmente queríamos mantener esa adrenalina. Finalmente nos dimos cuenta que Julio le inyectó más energía y el mismo sentimiento de todos los involucrados. Éramos 60 en el escenario, 50 de la orquesta y 10 músicos, entre Belanova y los amigos invitados”, agrega Edgar.
“El mayor desafío fue prepararlo, estar en los ensayos antes de grabarlo en vivo. Era como si nos preparáramos para un maratón y es muy emocionante escuchar ahora el resultado, porque este trabajo en verdad nos exigió muchísimo como músicos”, dice por su parte Denisse.
El trío se preparó intensamente para adentrarse en el proceso de grabar con orquesta. Richie Arreola recuerda que además de adquirir un contrabajo Steinner Strauss para una ocasión tan especial, aprovechó para retomar sus clases y se apoyó en la experiencia del veterano contrabajista Hipólito Ramírez para perfeccionar su técnica. “Hipólito es un verdadero maestro del contrabajo, ha trabajado con la Orquesta Sinfónica de Nueva York, entre otros proyectos a nivel internacional y pensé que, dados sus antecedentes con sinfónicas, me ayudaría mucho a tomar el rumbo que necesitaba para el proyecto”.
Richie señala que para la grabación de Canciones para la Luna- Sinfónico en Vivo también usó un Fender Vintage ‘63 Precision, un Rickenbacker 75 y un jazz bass Rondo conectado a un amplificador directo a la consola Neve Legend. Los ingenieros de grabación que trabajaron con Belanova en Canciones para la Luna- Sinfónico en Vivo fueron Javier Garza, Ricardo López Lalinde, Carlos Fernando López y Julio Reyes Copello.
Por su parte, Edgar Huerta señala que para este trabajo discográfico buscó que predominara la parte orgánica. “Esa era la intención, obviamente sí hay sintetizadores. Alejandro Rosso se encargó de un Hammond Vintage B3, por ejemplo. Por mi parte, me quedé con un piano Yamaha Modus, que el maestro Armando Manzanero gentilmente me prestó. Fue uno de los momentos más lindos. Subí al estudio a revisar algo, vi el piano por ahí en un rincón, pregunté de quién era, y luego el maestro aceptó prestármelo, gesto que valoro mucho”.
En este proceso creativo, Edgar también se dio la oportunidad de experimentar con el theremin. “Es un instrumento muy sensible, pero complejo, es todo un arte su manejo, implica mucho control en las posiciones de tus manos, si es que lo quieres tocar afinado. Si lo quieres tocar para hacer efectos, entonces te diviertes”, dice.
Tras su presentación en el Pepsi Center de la capital mexicana, en diciembre pasado, Belanova planea llevar a diversas plazas de México y Latinoamérica su nuevo álbum este 2014 y le gustaría que las orquestas locales de los lugares que visite le acompañen para recrear el concepto sinfónico que promueve en esta nueva entrega.