Auditorio Harman, ver para hacer

Con puntuales demostraciones de los productos que debutaron este año y que ya están disponibles en nuestro país, la familia Harman exhibió en colaboración con algunos de sus socios de negocio en la distribución —Hermes Music, Hi Tech Audio y Arquitectura Aural—, la innovación tecnológica incluida en equipos de sus marcas AKG, Crown, dbx, Digitech, JBL, Lexicon, Martin, Soundcraft y Studer y demostró su aplicación en ámbitos como el audio, video e iluminación en contextos de tour, estudio de grabación y otras.

Para tal objetivo se hizo acompañar de usuarios y especialistas como Roberto González, quien expuso las prestaciones de la consola Studer Micro; Icautli Cortés, quien habló de la identificación de distorsión armónica en el tracking; el trabajo de post producción con los monitores JBL Serie 7, impartido por Valentín Rivero; José Luis Doblado “Bola”, quien se encargó del audio en sala del Auditorio y mostró las funciones de la consola Soundcraft Vi3000; soluciones para hotelería por Sergio Trejo, y con la intervención de artistas como Sotomayor, hacer un ejercicio de las posibilidades en giras y conciertos que ofrecen los altavoces JBL A8 —de quien por cierto dio introducción puntual Salvador Castañeda—, y varios de los novísimos modelos en luminarias Martin.

Simon Phillips: “Tiempo, sonido y conceptos de batería”

En su agenda, como ha ocurrido desde hace varios años, el Auditorio Harman recibió las master class de sound:check xpo, volviendo a tener en tal marca y sus especialistas un anfitrión dedicado que acondicionó y facilitó el intercambio de filosofía, prácticas y técnica musical que han hecho de las carreras de Simon Phillips, Mimi Fox y Camilo Lara un foco para orientarse en el quehacer de esa expresión artística.

Así, bajo el nombre “Tiempo, sonido y conceptos de batería”, el camaleónico Simon Phillips (Toto, Judas Priest, The Who, Hiromi Trío, Protocol), arrancó las clases magistrales y cautivó a la audiencia con ejemplos concisos de solos de batería, en los que combinó improvisación con tintes de jazz, rock y groove, que dejaron claro por qué se mantiene en forma y cumpliendo cincuenta años de carrera profesional. Puntualizó en cada ejercicio lo esencial que es no perder el feeling, lo instintivo respecto a la técnica y lo que el baterista puede aportar a una canción; un virtuosismo que sabe conectar con el lado emocional.

 

Mimi Fox: “Improvisando con el corazón, el alma y la mente”

En el segundo día, Mimi Fox (Branford Marsalis, Stevie Wonder, Charlie Byrd, Stanley Jordan) ejemplificó con su guitarra el eje de su charla: “Improvisando con el corazón, el alma y la mente”, apenas comenzó con su interpretación de “Una bola de mentiras”, tema dedicado al presidente Trump; continuó con “Will you wait for me?” y posteriormente hizo el cover a Chick Corea y The Beatles con un par de arreglos suyos.

Contundente, Mimi afirmó que el aprendizaje autodidacta es valioso, al igual que el académico y que en realidad lo importante es saber qué se quiere hacer y decir con el instrumento. Reveló que en la música hay que valorar la ocasión y ser agradecido con quienes abren el camino para los músicos y apoyan, especialmente siendo mujer, pues es una realidad que incursionar como instrumentista tiene otras reglas del juego y códigos que sólo la empatía, el abrazo al talento y un cambio de actitud rompen.

 

Camilo Lara: “Do It Yourself”

Para cerrar las master classes, Camilo Lara tomó el escenario y lo transformó en una sesión de estudio de grabación para armar en vivo un ejercicio del “Do It Yourself”. Camilo —músico, productor y gestor—, quien conoce los pros y contras de lo comercial y lo emergente y ha sabido ganarse su lugar con su visión y sus oídos, condujo la creación de una canción desde cero (versos, coro, puente) y junto a su colega e ingeniero de cabecera, Marco Carrión, dejó lista la rola para subirla a las distribuidoras musicales, apoyándose en otro aliado, Paco Arriaga (director general de Casete México, compañía de la que el también artífice del Instituto Mexicano del Sonido es fundador), y así desnudar un proceso crucial de la autogestión que implica considerar la estructura de la canción y los alcances que se le quieren dar al exponerla a determinadas audiencias, desde diversas estrategias de distribución física y digital; qué equipo se tiene para grabar, los puntos a atender en la preproducción, grabar con gente experta, atender los procesos de mezcla y masterización y tener el mejor contrato de distribución para lo creado, así como un plan de mercadotecnia y comercialización.

Esta tríada de visiones sobre el music business y la parte artística de la música dio un panorama más amplio de lo que implica ser un profesional de ésta y lograr vivir de ella con coherencia y autenticidad. Sin duda, quienes acudieron a las tres sesiones pudieron apropiarse de esta intención; confiamos sea para la concreción de sus anhelos y metas.