Es usual que en nuestro mundo —el de la música y el espectáculo—, las caras de los ejecutores de la estructura de la cual se cuelgan firmemente los shows sean desconocidas para el grueso del público, pero sabemos que estos héroes desconocidos están armados de una pasión inquebrantable por el trabajo duro y la adrenalina que lo acompaña.
“A mí me gustaba ver cómo le ayudaban a los músicos y pensé que algún día estaría haciendo eso”.
El escenario, su segundo hogar
Armando Jiménez Hernández, conocido ampliamente en la farándula de los escenarios como “Rostro”, ha alimentado su experiencia todoterreno en un amplio espectro de ocupaciones sobre los escenarios. Alternando su existencia entre su hogar y los entarimados y las giras durante casi cuatro décadas, ha cultivado un amplio bagaje de relaciones en el mundo musical y su generosidad lo ha llevado a formar nuevos técnicos y productores para la industria del entretenimiento en vivo.
“Rostro”, nacido en Guadalajara, narra su historia: “Soy hijo único. Fui el mayor de los nietos de la familia de mi madre. Mi caso es muy curioso. Yo tenía unos tíos en un pueblito llamado Huescalapa y tocaban en un grupo versátil. Era muy apegado a ellos y me gustaba verlos tocar. Ese fue mi primer encuentro con la música. Después, cuando empezaron a transportar bandas, empecé a andar con ellos en sus eventos. Ellos le rentaban equipo a una señora en Guadalajara, a la que le firmaban un pagaré inflado. Ella entregaba un equipo Sunn o Peavey y se lo llevaban a la tocada. Yo, como estaba muy chavito y no podía entrar a los antros, me quedaba en la camioneta cuidando, mientras ellos subían. Esos fueron mis primeros coqueteos con la música. Mi segundo encuentro fue con la música folklórica. Como cualquier chavo, entré a tocar a un grupo”.
El inicio de una carrera
Armando comparte sus inicios profesionales: “En algún momento, me gustó el rock. El hecho que me hizo querer dedicarme a esto, fue ver en vivo a Toncho Pilatos en un hoyo fonky. Esta era la primera banda que yo veía más profesional, ya que traían técnicos —que ellos llamaban chícharos—, los cuales acomodaban audio y luces. Entonces los amplificadores no se microfoneaban y el sonido salía directo. Sólo había micrófonos para la voz y eso lo entendí con el tiempo. A mí me gustaba ver cómo le ayudaban a los músicos y pensé que algún día estaría haciendo eso”.
“Con mis amigos, formamos una banda en 1984. Empezamos a abrirle a Toncho, y a La Cruz de Tijuana. Yo empecé a cuidarle los instrumentos a una banda que se llamaba Trash, y poco a poco fui empezando a aprender en el aspecto técnico. Como staff, en mi primer trabajo no obtuve un pago como tal. Con mi banda, le ayudábamos a montar al grupo Megatón y nuestro pago era poder tocar con ellos. Así conocí a Beto Nájera, su guitarrista, que también había tocado en Toncho Pilatos. Más adelante me hice muy amigo de ellos”.
“A mí me gusta compartir lo que sé. En algún momento yo pensé que si existe el don y la virtud de enseñar, tendría que hacerlo”.
Rostros y Cucas
“Yo cobré mi primer sueldo e inicié mi profesionalización cuando caigo a Rostros Ocultos. Hice con ellos las Fiestas de Octubre para el programa “Siempre en Domingo”, en el que tocaron en vivo. Me pagaron 50 pesos y permanecí con ellos varios años. El que realmente me enseñó muchas cosas fue Roberto Daniels “Bob”, que era el production manager de esa banda. Yo no sabía lo que era un afinador y él me enseñó a usar uno de marca Boss y a afinar mi guitarra, que yo afinaba de oído. Empecé como técnico de guitarra de Arturo Ybarra, con el tiempo inicié a hacer audio y llegué a ser su ingeniero. Muchas cosas se me daban muy fácil, como si ya las hubiera vivido. Finalmente empecé a tomar decisiones para sacar los shows, ya que había que hacerlos como fuera”.
El grupo Cuca llegó a la vida de Armando de forma circunstancial: “Hice el primer show de la banda el 14 de febrero de 1990. Hubo un festival en el que tocaban Azul Violeta, el cantautor Oscar Fuentes y Cuca. “Cala”, cantante de Rostros Ocultos, puso el equipo, y mezclé a Cuca en la prueba y en el show. Ahí empezó mi relación con ellos y finalmente, hice casi todos los shows del año con ellos. Entonces Galo Ochoa me da a escoger “Cuca o Rostros”, y dije Cuca. Ser su stage manager fue el paso más importante de mi vida, porque la banda empezó a crecer rápido. Aunque no eran tan famosos, podíamos ir toda la semana a la Ciudad de México y cada día tocábamos en un sitio diferente. Así fui conociendo a diferentes empresas de audio e hice un gran equipo con su ingeniero Armando Chong y “Trosky. También por ese tiempo, pude aprender producción con Liz Gil y Chela Contreras”.
Es aquí cuando el técnico nos cuenta el porqué de su célebre apodo: Con Rostros, hicimos una gira que se llamaba “Rock de los Noventa” en la que alternábamos con Los Amantes de Lola, Fobia y Maná, y de ahí nació mi apodo. En aquel tiempo no necesitabas tu identificación para subirte al avión y nadie sabía mi apellido. Solo me decían “Armando Rostros” con “s”. Al tiempo se cayó la última “s”, y se quedó “Rostro”, dice con una sonrisa.
El aprendizaje y la correspondencia
La comunión de “Rostro” con la tecnología de amplificadores tuvo un detonante al conocer a un importante personaje del rock tapatío: “La primera persona que me acercó a ver el mundo de los amplificadores fue Reynaldo Díaz-Vélez “Tucky” (The Spiders, D.E.P.), a quien ya conocía antes de yo ser músico. Alguien me llevó a arreglar su guitarra con él. Nos caímos bien y me empezó a llevar como su técnico a las giras de Spiders. El tenía un conocimiento muy grande de los amplis de guitarra, incluso diseñó varios, y con él aprendí muchas cosas. Fue mi maestro más básico en ese sentido”.
Una importante y espontánea faceta de Armando es su papel como formador de nuevos talentos técnicos. Con respecto a este tema, “Rostro” habla: “Eso ha marcado mucho mi vida desde que era chavo: nadie te enseñaba nada. Eran muy egoístas. No querían que vieras cómo conectaban algo. Se me hacia una idea muy tonta, pero mucha gente lo hacía. Cuando Armando Chong empezó a mezclar a Cuca, yo le daba indicaciones de lo que yo ya sabía y conectaba los juguetes para que él hiciera la magia. Así fue como empecé a meter chavos nuevos a Cuca. Muchos que ahora están en el medio empezaron conmigo. En el festival Sonofilia, en el que tocó Björk, me lleve a 10 o 12 chavos a trabajar y todos respondieron muy bien. A mí me gusta compartir lo que sé. Aprendí mucho de personas como “Lefty” Barajas y me ofreció ayuda con cualquier duda. En algún momento yo pensé que si él tuvo el don y la virtud de enseñarme, yo tendría que hacer lo mismo. Desde entonces abro las puertas al que quiera aprender y enseñarle lo poco o mucho que sé. He hecho producción para muchos festivales, entre ellos Rock x la Vida, el Festival 212, hice el Festival de la Cerveza por muchos años y el Encuentro del Mariachi más de veinte años, desde el inicio, como encargado de escenario”.
“Rostro” reflexiona sobre lo que fue y lo que viene: “Alguien me preguntó si aún me gusta lo que hago, y sí me sigue haciendo vibrar. Creo que si amas lo que haces y ves que tu trabajo produce esos frutos, eso es lo mejor. Ama tu trabajo y da lo mejor que tengas. No ser mediocre y no malbaratar tu trabajo es una regla. Si la sigues, creo que vas a ser feliz. No sé si rico o millonario, pero por lo menos vas a disfrutar lo que haces toda tu vida”, finaliza.
“Creo que si amas lo que haces y ves que tu trabajo produce frutos, eso es lo mejor”.
El “Rostro” y sus distintas facetas
Como production manager
- Cuca
- Forseps
- Machingón
- Ópera Rock “Orlok”
- Ópera Rock “Dr. Frankenstein”
Como stage manager
- Festival Rock X la Vida
- Festival 212
- Fiestas de Octubre
- Foro Fil
- Encuentro Internacional del Marichi
- 468 Aniversario de la Fundación de Guadalajara
- Ocesa Jalisco
- Sonofilia (Björk)
- Cultura UdG
- Hard Rock Live
- Centro Cultural Roxy
- Azul Violeta
- El Personal
- The Spiders
- Nata
- Gerardo Enciso
Internacionales
- Aerosmith
- Guns & Roses
- Garbage
- Tatu
- Strokes
- Slayer
- Scorpions
- Motley Crüe
- Deep Purple
- Placebo
- Manu Chao
- Radiohead
- Silvio Rodríguez