Andrés Mayo Mastering & Audio Post: fuerte y claro

Prodigio acústico. Empezó teniendo conocimientos musicales mucho antes que supiera sobre ingeniería de audio. Toca varios instrumentos desde los ocho años. Estudió composición y guitarra clásica. Pudo haberse dedicado a interpretar profesionalmente, pero en realidad, no era lo que al ingeniero argentino Andrés Alberto Mayo más le apasionaba.

Lo suyo estaba del otro lado del micrófono. “Me parece que si estuviera ocho horas ensayando obras clásicas, seguro que no las estaría disfrutando como ahora, que las toco por gusto y sin la obligación de hacerlo perfecto”, inicia Andrés. “No coincido con la visión de algunos de que el ingeniero de sonido es un músico frustrado. Creo que al contrario, la elección de no ser músico en mi caso, tuvo que ver con el deseo fuerte de separar las cosas y poder entender la ingeniería como una verdadera pasión. Lo otro, como un gusto por algunos momentos; pero no todo el tiempo”.

Con diploma de Ingeniero en Electrónica por la Universidad Tecnológica Nacional de Buenos Aires. “De hecho, hice toda la práctica dentro de la Especialización de Audio; “no la puedo dejar de lado”. Debe existir el componente de ingeniería que nos permita orden para llevar a cabo un proyecto y eso es fundamental en cualquier producción: tener la capacidad de ordenar los pasos, pero sin quitarle el corazón. Que no todo sea cabeza ni olvidarse de lo importante: el arte”.

Hace 20 años nada era fácil. “Cuando empecé a trabajar en masterización, era la única persona que lo hacía en Argentina y uno de los poquísimos que lo hacía en Latinoamérica. Eso me permitía trabajar en mi casa con Luis Alberto Spinetta, una de las grandes figuras del rock argentino. Estábamos en un departamento destartalado, donde no había ni la más mínima condición para trabajar bien”, reconoce, “si lo pude hacer fue sólo porque no había otro lugar”, sonríe.

En 1991, Andrés dejó el hogar para estudiar en el Center for the Media Arts de New York. De vuelta a casa tres años más tarde, se asoció con el ingeniero Eduardo Bergallo para fundar Mr. Master, el primer estudio argentino exclusivamente dedicado a la masterización profesional de CDs. Para perfeccionar su servicio, cursó en 1998 la Especialización en Sonido de los estudios dB Post de Londres.

Mitos de la canción. En los 12 años que operó Mr. Master, algunos de los éxitos que sonaban en la cabina fueron escritos, además de Luis Alberto Spinetta, por Gustavo Cerati, Fito Páez, Pedro Aznar, Bersuit Vergarabat, Héctor Infanzón, Kevin Johansen, Les Luthiers y Attaque 77, entre una larga lista. Inquieto, Andrés Mayo arrancó la productora musical Tango DVD en 2001. Su primera colección, Buenos Aires, Días y Noches de Tango, consta de siete DVDs y ha sido traducida a ocho idiomas. Igualmente, es responsable de los DVDs de Bersuit Vergarabat De la Cabeza y La Argentinidad al Palo. Por su esfuerzo, nuestro ingeniero resultó ganador de dos Latin Grammy en 2008 y por cinco años, del Premio Gardel a la Ingeniería de Audio. Su crédito está en alrededor de mil 500 proyectos.

Una nueva ruta
Con el trabajo de una vida. Después de haber estado instalado en su ciudad natal, Andrés Mayo decidió construir un nuevo estudio desde cero. “No existía nada”, recuerda, “los planos estaban hechos desde marzo de 2012, empezamos la obra en mayo y se terminó en diez meses.
Compartir predio. A la par que el estudio, Andrés construyó en el mismo terreno su propia casa, en una decisión para tener la valiosa oportunidad de trabajar y estar atento a su familia, esencial para él. “Pero aunque compartimos el lugar queríamos que fuera independiente; estamos separados por un pasillo y funciona muy bien”. Para el estudio se hicieron dos oficinas, una recepción, cocina y baño, además de los espacios para el trabajo de masterización y en la planta alta se construyó un balcón y una sala de grabación, para lo que haga falta para concluir la producción”.

Diseño del arquitecto Raúl Cadario. “Es una persona muy reconocida en Argentina, él planteó el diseño y lo íbamos supervisando. Fuimos modificando, haciendo ajustes, hasta que llegamos algo que nos podía servir en función de las medidas y los requerimientos que tenía. Su puntualidad en la entrega del proyecto es destacable; tuvimos un retraso de sólo un día. Eso algo insólito, por lo menos en Latinoamérica”.

Método box in box. “El estudio se hizo construyendo una caja dentro de otra. Realmente fue pensado para no tener a posteriori ninguna complicación”, ataja Andrés; “fue una pauta clave que le di a Raúl cuando diseñó desde cero. Al poder hacerlo así, el plano inicial ya contemplaba muchas de las cosas que terminaron siendo los puntos fuertes”.

Uno de estos puntos fue tener luz natural en el estudio. “Que pudiera contar con esto es un plus absoluto y al mismo tiempo es importante que no moleste, porque tampoco queríamos el rayo del sol directo sobre las máquinas. Es una combinación bastante particular de ambientación, con luz natural y artificial”. Convertir este estudio en un diferencial sobre los otros fue la meta: que no entrara agua con un diluvio ni provocara molestias a los que están sentados en el sillón trasero, ni tuviera pérdidas térmicas ni condensara humedad. Fueron muchos detalles que se hicieron muy complejos pero que se lograron”, explica.

Se podría esperar. “Porque como en toda situación acústica, las salidas al exterior son lo más complejo”, ilustra Andrés; “si uno mantiene todo cerrado no es complicado, pero cuando empiezan a aparecer estudios no tradicionales como éste, conservar el espacio acústico se vuelve complejo”.

Lo más interesante es que cerrando la puerta de Andrés Mayo Mastering & Audio Post, lo único que sucede es la música: “no hay ruido ni absolutamente nada que moleste. No hay problemas eléctricos porque la electricidad trifásica está controlada con un estabilizador que permite a las líneas de los equipos estar absolutamente regulada”.

Mudanza de época
El estudio presenta actualizaciones y no sólo la mudanza de los equipos desde el anterior recinto. “Hice la renovación de Pro Tools hacia la versión diez y tenemos una interfaz Avid 8x8x8, que realmente ofrece mejores resultados en capacidad y versatilidad”. El mundo digital está compuesto por la consola de masterización TC Electronic 6000” y los procesadores Z-Systems, ecualizadores y compresores digitales para trabajar en sonido surround 5.1. Utilizo mucho el convertidor A/D LabVIEW”.

Joyas de los dos estudios anteriores. “En cuanto a equipamiento analógico, sigo teniendo los Manley Voxbox, que son una garantía de color. Los uso para darle una especie de sensación algo más agresiva a la guitarra de rock o a la tarola”, expone Andrés. Otros componentes clásicos son el Focusrite 315 Blue Isomorphic, el compresor Massenburg GML 2030, que es extraordinario como compresor de mastering y el compresor-limitador Neve 32609”.

Desde que abrió su control room el pasado febrero de 2013, el nuevo estudio ha recibido más de 50 producciones. “No lo puedo creer: en marzo estábamos definitivamente establecidos”. Andrés Alberto agradece a su clientela: “hay muchos discos hechos para gente fuera del país. Estoy trabajando con cuatro bandas de Perú, como Mar de Copas y Súper M, además de Los Sordos, de Venezuela, y con el sello Diablito Records, de México”. Combos todo género.

Uno de los productores más conocidos por Andrés Mayo es Tweety González. Conocido por tocar y producir a Soda Stereo, el productor trabaja continuamente en este estudio. “Me trae sencillo de grupos como Arbolito, con gran presencia en Argentina, y otros grupos como Rayo Láser”. Una de las cartas fuertes de Tweety es el cantante Axel. “Hace poco mezclamos su DVD en vivo, realizado en el estadio de Vélez Sarsfield. “Eran 50 mil personas, el concierto se grabó con 17 cámaras y un audio muy grande. Eso fue lo que estuve mezclando. Y al mismo tiempo que se mezcló en surround 5.1 también se hizo en estéreo. Por lo general, lo que me llega para trabajar de un disco es la parte del mastering; no pienso que sea bueno involucrarse en la mezcla y en la masterización al mismo tiempo; una cosa puede quitar objetividad a la otra”.

Su aportación, lo más completa posible
A Andrés Mayo le gusta involucrarse; “no solamente en la calidad de audio de cada canción, sino también en conceptos de producción”, advierte; “esto me pasó con la banda uruguaya La Otra Vida: me hicieron llegar un tema para que viera cómo estaba el audio y terminé dando recomendaciones sobre el solo de guitarra. Las recomendaciones que les di les sirvieron mucho para replantearse cosas con respecto a la mezcla”. A partir de lo musical, se llega al sonido. “Si esto no está bien, ya el audio es poco lo que puede hacer”, concede Andrés Alberto; “ahí es donde creo que se mezcla un todo y mi estudio pretende dar ese servicio de manera integral”.

Versatilidad. “Es lo que más me gusta del estudio”, reflexiona el ingeniero Mayo; hay “mucho equipo puesto a disposición de sesiones de mastering totalmente diversas entre sí, no solamente de un disco a otro, sino de una canción a la otra, que son diferentes y que requieren otro tratamiento”. Actualmente existen otros estudios dedicados a la masterización en Argentina y Latinoamérica y Andrés no tiene inconveniente: “Aquí hay muy buenos profesionales. Soy de la idea de que mientras existamos una buena cantidad de profesionales responsables, la industria crecerá. Tiene que existir una selección natural en la cual todos podamos trabajar. No puedo dejar de reconocer que hay gente talentosa que hace las cosas bien”.

La nueva aventura del estudioso es el sello disquero Cool Du Monde, enfocado exclusivamente a la producción de viniles. Su primer lanzamiento fue el LP de El Güevo, legendaria banda de los años ochenta.

Miembro distinguido de AES
Otra parte importante del legado de Andrés Alberto al mundo del audio es su cotidiano esfuerzo dentro de la Audio Engineering Society (AES). “Fue algo que empezó como una curiosidad”, reconoce; “como a la mayoría de la gente le debe pasar: ‘¿qué es la AES? ¿A qué se dedica?”.

12 años escuchando. El ingeniero Mayo fue elegido por periodos consecutivos (2005-2009) como vicepresidente de AES Latinoamérica y ha impartido más de 50 seminarios en Alemania, Estados Unidos, Canadá, Brasil, Chile, Ecuador, Colombia y México. En octubre de 2009 recibió el Board of Governors Award. “Siento que hay una recompensa grande de haber podido conocer mucha gente a través de AES”, sonríe animado; “de compartir o inculcar el concepto de la asociación a otra gente”.

¿Cuál es el secreto? “Compartir el conocimiento”, insiste; “lo esencial es que al conocimiento no hay ya que protegerlo. No hay necesidad ni es bueno estar ocultando lo que uno sabe para que otros no lo copien, porque los datos se puede conseguir de una forma más accesible que antes. Internet es un medio de comunicación sencillo. Ocultar (o pretender que uno es el único que posee tal conocimiento), no tiene ningún sentido; “lo que sí tiene sentido es compartir, como un símbolo del verdadero crecimiento”.

Junto a Mercedes Onorato, Andrés fue Chairman de la First AES Latin American Conference on Surround Sound, reunión de reconocidos expertos internacionales como Kimio Hamasaki, Wieslaw Woszczyk, Tomlinson Holman y George Massenburg. Actualmente desempeña funciones de encargado en el President´s Advisory Group de AES. “El impulso será tomar a Latinoamérica como un área de trabajo real”, analiza; “no simplemente como un área marginal, sino poder hacer una Convención Internacional con todas las luces, como se hace en Estados Unidos o Europa, pero en Latinoamérica. Y muy posiblemente en México”.

“En AES no hacemos más que expandir el conocimiento original de una asociación que desde hace 65 años y sin que existiera internet, se dedica a compartir conocimientos”, concluye Andrés Alberto Mayo; “ahora pasa: a partir de la creación de comunidades virtuales que se expanden a todo el mundo. AES es esto justamente”.

En últimas noticias, está el Premio Gardel que Andrés Mayo Mastering & Audio Post ganó por mejor Álbum Conceptual en la edición más reciente de estos reconocimientos, lo que suma entonces dos Latin Grammy y Seis Premios Gardel para el ingeniero Mayo. Sencillamente excelente.
Redacción: Víctor Baldovinos