Baterista, compositor, educador y productor colombiano, originario de Barranquilla, Nacho Nieto también ha dirigido su talento como docente de la Universidad del Norte de dicha ciudad, y es propietario del estudio de grabación Caribe Records. Toda esta experiencia le ha valido ser miembro de LARAS (Latin Academy of Recording Arts And Sciences), organización que elige y entrega los Latin Grammy, y es desde su estudio en el que registra sonoramente una buena cantidad de música creada en esta región.
Talento barranquillero
La historia de Nacho Nieto se inicia como músico y líder de su banda, con la que tiene dos trabajos grabados: “Los viajes de Manacurá”, “Urbantia” y recientemente, “Cuentos cortos”. También cuenta un álbum con el grupo “El colectivo”, agrupación conformada por músicos de Perú: Óscar Stagnaro, Edmar Colón, y los músicos colombianos Joaquín Pérez y Leo Donado. Además, forma parte del proyecto “Evolution” con el saxofonista colombiano radicado en Nueva York, Jay Rodríguez, y en el que participan el pianista Pacho Lequerica y el bajista Obert López. Los grupos de Nacho son: “Nacho Nieto y su grupo”, “López, Calderón, Nieto Jazz Trío” y “Nacho Nieto Trío”. Se ha presentado en festivales de jazz de grandes magnitudes como Jazz al Parque y Festival de Jazz del Teatro Libre (Bogotá), Festival de Jazz de la Habana y el Festival de Santa Lucía en Monterrey (México), entre otros.
Explicado por el mismo Nacho: “En mi música fusiono el jazz con la música folk colombiana, logrando una rica combinación rítmica y a la vez con la capacidad de comunicación y conversación. He tocado con grandes músicos de mi país y del exterior, como Mario René, Obert López, Caco Villa, Enrique Cárdenas, Pedro Ramayá Beltrán, Pacho Lequerica, Pascual Gutiérrez, Libardo Herrera, Libardo Mesa, Gonzalo Lubo, Joaquín Pérez , Hermides Pérez, Adalberto Marrugo, Andrés Luquetta, Daniel Moncada, Emo Sarmiento y Kent Biswell, por nombrar algunos”.
Nacho es también artista de platillos Bosphorus, y recientemente acaba de concluir la producción de su disco “Cuentos cortos”, una visión avant garde de la fusión de música colombiana con el jazz. En este trabajo le acompañaron los músicos Jay Rodríguez (saxofón), Kent Biswell (guitarra), Gonzalo Lubo (saxofón), Óscar Stagnaro (bajo), Joaquín Pérez (silbatos folclóricos), Caco Villa (bajo) y Libardo Mesa (piano). Una faceta más de este baterista y productor es la de drum clinician, y ha impartido clases magistrales por Colombia, México, Argentina, Perú y Brasil), además de ser parte de la Asociación Latinoamericana de Escuelas de Música (ALAEMUS).
“Al principio, el estudio comenzó debido a la necesidad de grabar mi propio disco de una manera relajada, sin presiones de tiempo ni presupuesto y acceder a él a cualquier hora que quisiera”.
Grabar en el Caribe
“Al principio, Caribe Records el estudio comenzó debido a la necesidad de grabar mi propio disco de una manera relajada, sin presiones de tiempo ni presupuesto y acceder a él a cualquier hora que quisiera”, comenta Nacho; “comencé en el 2002 en Barranquilla con una superficie Digi 001, preamplificadores Focusrite Platinum y Presonus Tube Pre, micrófonos Audix, SE Electronics y Oktava. He pasado por Digi 002 y ahora tengo un sistema Pro Tools HD3 Accel y micrófonos Neumann U87 y U47 Fet de los setenta, Cascade, Shure, Oktava y Electro-Voice, y como outboard cuento con Universal Audio 610, Scully 280 (los legendarios de 1960, con los que grababa Jimmy Hendrix, Beach Boys y Boston, entre otros), Trident S20, preamplificador Camilo Silva y compresor Camilo Silva SSL (Camilo es uno de los mejores ingenieros de sonido de Colombia y un genio construyendo equipos personalizados), Ampex (Line amps de los sesenta), dbx, Apogee, Avid Pre, Warm Audio WA76, Dolby (modificados para ser utilizados en voces) y recientemente llegó un compresor Orban 414A que siempre me encantó”.
La música proveniente de Barranquilla y el Caribe, y la forma en la que se graba y se mezcla es explicada por Nacho: “La definiría como ecléctica y en constante evolución; si bien está la música tradicional (cumbia, puya, chalupa, son corrido, vallenato y demás) en su formato original, también están las diferentes fusiones con géneros como rock y la electrónica, que la han potenciado y abierto a nuevos mercados y públicos, la parte del proceso de grabación y mezcla depende mucho del artista, pero normalmente, para música tradicional comenzamos grabando en bloque (para atrapar el feel y el sentido), y después se van haciendo los overdubs. Otra opción es grabar una voz guía y un tambor al que se le conoce como “llamador” (que lleva la clave en la música tradicional colombiana). Sobre esto se ensambla el resto de instrumentación, no se cuantiza nada y dependiendo del artista utilizamos click o no. En la mezcla de la música tradicional trato de no ser tan agresivo con los procesos, permitiendo que “respire”. Utilizo compresión paralela en casi todo y ya en trabajos de tipo fusión, utilizo procesos más invasivos para buscar más densidad”.
Aplicado en Caribe Records, Nacho menciona: “El estudio tiene 16 años trabajando ininterrumpidamente, comencé en un local pequeño y ahora tengo un espacio cuatro veces mayor. Inicié trabajando para mí y ahora he tenido la suerte de haber trabajado con artistas de diferentes géneros a nivel nacional e internacional. He trabajado en las grabaciones de músicos como Alberto Barros, Francisco Zumaque, Charry y Vaech, Alfredo Gutiérrez, Orquesta Calle Latina, Orito, Grupo Tradición, Jorge Oñate Dangond, el cantautor Malabet, Alerta Camarada, Altafulla, Lina Babilonia, Martina Camargo, Gio y Bastian. También he trabajado con productores como Gus Lozada (México), entre otros. Estoy muy contento con la evolución que ha tenido mi trabajo y mi estudio a través de todos estos años. En Barranquilla ha recibido muy buena aceptación y confianza por parte de los artistas de la escena”.
“En estos momentos hay una evolución muy interesante de estudios con buenos equipos y excelente personal en la ciudad, que ha ido de la mano del cambio de mentalidad de la escena musical”.
Siempre hace falta más apoyo para la música en sus distintas formas: “Hace falta tener más canales de difusión, porque la riqueza y diversidad musical es enorme, además de que el artista entienda que tener éxito es un proceso que lleva tiempo”, menciona Nacho; “los artistas y sobre todo los tradicionales, deben aprender de las diferentes herramientas que les presenta el mercado para promoción de su producto y no esperar a que los arrope una gran disquera. Hay servicios de streaming y distribución de audio como Spotify, Deezer, Apple Music, CD Baby, iTunes y servicios como Reverbnation, además de los showcases que los ayudan a que su música trascienda y hacerla accesible a mucho más público”.
Los estudios con mejores instalaciones y equipos más adecuados están floreciendo en Barranquilla: “En estos momentos hay una evolución muy interesante de estudios con buenos equipos y excelente personal, que ha ido de la mano del cambio de mentalidad de la escena musical. Si entendemos que un buen producto es una cadena fuerte en todos sus eslabones (generalmente el eslabón más débil era ahorrarse la grabación en un estudio profesional), actualmente existen en la ciudad escuelas de audio y materias relacionadas (como en la universidad donde laboro, como mi cátedra como baterista y otras clases de producción, además de que próximamente se abrirá la carrera de ingeniera de sonido ahí mismo”.
Por último, Nacho señala su mayor aprendizaje en Caribe Records y de todo el trabajo que ha realizado con todos los músicos que han pasado por sus instalaciones: “Definitivamente, se ha tratado de perseverar y siempre trabajar”. Ese trabajo es lo que le ha rendido los mejores frutos.
“Caribe Records ha recibido muy buena aceptación y confianza por parte de los artistas de la escena barranquillera”.