Estos dos modelos de la marca alemana nos traen, como es costumbre, varias sorpresas que a muchos facilitarán su trabajo sonoro en estudio y campo, por lo que ofrecemos sus correspondientes y útiles revisiones en las siguientes líneas. Que lo disfruten.
KU-100, micrófono binaural
A finales de los años setenta, Sony sacó a la venta con gran éxito su primer reproductor de casete Walkman y el detalle que a mí más me impresionó al ponerme sus ligeros audífonos fue escuchar el demo estéreo de una grabación con gran realismo de un avión pasando por arriba de mi cabeza. ¡Por arriba y por dentro de mi cabeza!
Acababa de oir mi primera grabación binaural y años después volvería a quedar sorprendido al someterme con audífonos a otra grabación binaural clásica: La rutina de la peluquería, “sintiendo” las tijeras cortándome el pelo de la nuca, de la coronilla, de las patillas y a punto de cortarme una oreja. Esas experiencias me invitaron a investigar con qué micrófonos se realizaban ese tipo de grabaciones que podían reproducir tan fielmente los sonidos, tal y como los escuchamos cotidianamente.
Así, empecé a enterarme de la maravilla que son nuestros oídos a la hora de tener que identificar con increíble precisión la ubicación, distancia, fuerza y otras cualidades de los sonidos que constantemente reciben. Aprendí de la gran importancia que tiene la ubicación de los tímpanos, la forma del pabellón de las orejas y hasta la “sombra” auditiva que proyecta la cabeza y en especial la nariz sobre las orejas (mucho mayor en los individuos tan narigones como el que esto escribe), al estar sujetos a los cambios de presión en el aire que percibimos como sonido.
Finalmente, en uno de tantos documentos encontré una foto del micrófono binaural: ¡Increíblemente era una cabeza! Una cabeza artificial del tamaño exacto de una humana, con todo y sus orejas, transportada por un científico (creo que de bata y todo), colgando de un arnés y con un par de cápsulas colocadas exactamente en el lugar de los tímpanos.
Me pareció muy lógica la solución binaural al buscar reproducir con el mayor detalle posible la forma en que los humanos escuchamos. A partir de ese momento, el sueño de llegar a tener entre mis manos una cabeza —conocida en inglés como Dummy Head— de grabación binaural se convirtió en una obsesión que finalmente quedó satisfecha hace poco al poder tener en mi estudio el micrófono Neumann KU 100 durante un mes, la más reciente encarnación de la ya legendaria Dummy Head.
Antes de conectarla, me resultó muy gratificante cargarla, acurrucarla, acariciar su textura súper agradable al tacto, sobar sus orejitas, sentir su peso considerable, admirar su diseño magnífico. Poco faltó para que empezara yo a platicar con este ser como si fuera mi mejor amigo (al estilo de Tom Hanks con su pelota en la película El Náufrago). Pero vamos a una descripción más objetiva.
Los conectores se encuentran en la parte inferior del micrófono, empezando por un macho de cinco pines para conectar el cable incluído que se divide en dos cables balanceados XLR de tres pines cada uno. Después siguen las salidas desbalanceadas por medio de dos conectores de tipo BNC hembra y también abajo se encuentra el foco indicador de energía y el interruptor para asignarla, ya sea por medio de baterías AA, alimentación phantom o una fuente externa opcional.
Al abrir fácilmente la cabeza por la mitad, mediante un par de seguros rotatorios, podemos ver el tubo donde van colocadas las cápsulas, el compartimento de las seis baterías AA, un interruptor para escoger las tres frecuencias del filtro de paso de altas frecuencias (High Pass Filter): linear de 8, 40 y 150 Hz, y también hay un interruptor de atenuación de 10 db.
Tanto en la parte inferior de la cabeza como en la superior —a la altura de la coronilla—, existen receptáculos para acoplar el micrófono a una base estándar, dándole así gran flexibildad de colocación en cualquier situación de estudio. También de la parte superior se desprenden un par de ganchos, con los cuales es posible transportar el equipo con relativo aislamiento a una grabación de campo, inclusive colgando de la mano.
En mis pruebas, lo conecté tanto a mi preamplificador con phantom por medio de las salidas balanceadas, como a una grabadora portátil Tascam DR-1, utilizando la potencia de las baterías para grabar en campo y en ambos casos los resultados fueron más que satisfactorios. Grabé una multitud de percusiones, instrumentos musicales, objetos ruidosos, voces susurrantes y me quedé con ganas de seguir registrando todo el mundo a mi alrededor, pero se me quedó corto el tiempo. Sin embargo, no me quedé con las ganas de ponerlo a prueba de fuego en dos situaciones muy especiales para mí. La primera era grabar mi piano, el que toco desde que era niño y conozco a la perfección.
Colgué el micrófono justo arriba de mi cabeza, me puse a tocar y cuando oí con audífonos el resultado, ¡quedé espantado! Por primera vez estaba escuchando exactamente lo que siempre le ha entregado mi piano a mi cabeza, ni menos ni más, igualito.
Ya entrado en gastos, lo sometí a la prueba de fuego no superada por ninguna otra situación de micrófonos que había intentado. Me refiero a grabar el muy interesante efecto acústico que produce un gran tazón de cuarzo (naranja, para el segundo chakra). Si nunca lo han experimentado de cerca y en silencio, el sonido parece dar vueltas en una y otra dirección y a distintas velocidades al ser excitado frotándolo.
Coloqué el KU 100 a unos tres metros del tazón y una vez más, el resultado que escuché con audífonos me dejó boquiabierto: Por primera vez logré captar con precisión el increíble fenómeno del sonido girando dentro de mi cabeza.
Mas allá de mis experimentos, este micrófono suele utilizarse en las siguientes situaciones: grabaciones en vivo de ensambles preferentemente acústicos, sampleo de animales, ruidos mecánicos y naturaleza, sonido directo en ciertas situaciones de cine y video, evaluación de instrumentos musicales y audífonos abiertos (colocados a la dummy head) y medición de la inteligibilidad del habla.
Los resultados se escuchan muy bien en altavoces desde luego, pero para derretirse de placer es imprescindible ponerse los audífonos favoritos. Sin duda, éste es un micrófono que voy a extrañar mucho.
Micrófono digital TLM 103 D
Este micrófono es la nueva versión digital del ya clásico y análogo TLM 103, una excelente herramienta de diafragma grande para aplicaciones profesionales y semi-profesionales para presupuestos limitados. Revisemos primero las características principales del TLM 103, ya que sobre este modelo está basado el nuevo TLM 103 D.
La cápsula está derivada de la K 87, utilizada en el venerable U 87, y aunque sólo se puede utilizar en patrón cardiode, ofrece un nivel de ruido inherente extraordinariamente bajo, así como un excelente rechazo al sonido proveniente de la parte trasera. Presenta una respuesta plana hasta los 5 Khz y de ahí en adelante, una ganancia de 4 db en presencia.
Dada su alta eficiencia de consumo eléctrico, el ruido que produce es muy bajo (de 7 db A); sin embargo, soporta niveles de hasta 138 db sin distorsionar con un rango dinámico de 131 db (A weighted).
Las letras TLM usadas para nombar el modelo significan Transformerless Microphone, es decir, Micrófono sin transformador. Esta tecnología sustituye al tradicional transformador de salida por un circuito electrónico que asegura una excelente calidad de la señal y también lo protege de la interferencia de radiofrecuencias (RF) externas.
La pastilla —cápsula—, se encuentra montada internamente sobre soportes elásticos, lo cual le permite captar frecuencias abajo de los 20 Hz, extendiendo así el rango de graves. Esta característica lo convierte también en un micrófono muy sensible al ruido mecánico y del viento, por lo que se recomienta utilizar una montura externa elástica, así como una pantalla (filtro) de viento –wind screen o pop screen— al grabar o transmitir. Los accesorios correspondientes de Neumann son la montura EA 1 y las pantallas W 87, PS 15 ó PS 20.
Ahora veamos las características propias de la versión digital, el TLM 103 D.
Este micrófono se atiene a las especificaciones denominadas como Solution-D de Neumann, por lo que puede ser utilizado directamente con equipo que cumple con el estándar AES 42, que es capaz de procesar señales digitales.
Para equipos (mezcladoras, preamplificadores) que no soportan este estándar, Neumann ofrece las interfaces DMI-2 y DMI-8 (dos y ocho canales respectivamente), que convierten la señal del formato AES 42 a una señal AES/EBU tradicional. Dichas interfaces se conectan con un cable USB y el adaptador USB-RS 485 a una computadora y son operadas mediante un software propietario de Neumann. Las interfaces se sincronizan a un reloj externo —word clock—, y a falta de éste cuentan con su propio generador de reloj interno. Varias pueden conectarse en cascada para distintos micrófonos, manejándose individualmente desde el software.
Volviendo al micrófono, la señal es convertida de análoga a digital en la misma cápsula y con gran calidad. Por sujetarse a las especificaciones de la línea Solution-D, el TLM 103 D presenta las siguientes características digitales:
– Filtro de Bajas Frecuencias: Plano, 40, 80
y 160 Hz
– Pre-atenuación: 0,-6, -12, -18 db
– Ganancia: De 0 a 63 db en pasos de 1db
– Señales de prueba: 1 Khz, ruidos rosa
y blanco
– Frecuencias de muestreo –sampling-: 44.1,
48, 88.92, 96, 176.4 y 192 kHz
– Compresor paramétrico/limitador y de-esser
– Interruptores de reversa de fase,
encendido y silencio (mute)
– Conversión A/D interna a 28 bits
– Salida XLR3M a 24 bits
– Energía alimentación phantom (AES 42)
El resultado es un micrófono de diafragma grande, relativamente pequeño de tamaño en general pero de gran calidad, muy sensible, silencioso, precio accesible y sobre todo, de rápido y fácil uso por entregar una señal de salida digital con uno de los mejores convertidores A/D existentes.
En cuanto a las aplicaciones del TLM 103 D son muy amplias y variadas, es el clásico caso del “micrófono para la isla desierta”. Las sugerencias de Neumann son para grabación de voz, broadcasting, sampling, efectos de sonido en cine y televisión, estudios caseros y semi-profesionales.Instrumentos de viento, cuerdas, percusión, amplificadores de guitarra y como micrófono aéreo de batería. En resumen, la elección adecuada para quien quiere adquirir su primer micrófono con el legendario sonido Neumann.