La sobreinformación que encontramos en internet sobre algunas materias nos ha hecho creer que todo está dicho y, sin verificarlo en carne propia, le otorgamos veracidad solo por estar publicado en la red. Miles de tutoriales, libros, cursos, blogs y demás, nos generan la ilusión de que es solamente ahí donde encontraremos la verdad absoluta sobre cualquier tema, por lo tanto, es muy común que, al experimentar el conocimiento en el mundo real, nos demos cuenta de que no todo estaba escrito o que no era tal como lo leímos en la red. No pretendo desprestigiar la información a la que hoy se puede acceder; ciertamente existen muchos conocimientos e información valiosísimos en internet, pero, en definitiva, hay cosas que sólo la práctica o la experiencia vivencial nos terminará de complementar el escenario real al cual nos enfrentamos una vez dentro del ámbito profesional de la producción musical.
Existen situaciones que solo experimentándolas por uno mismo, nos ayudarán a comprender mucho mejor ciertas creencias y a formarnos un panorama mucho más objetivo y sólido que nos permitan desempeñar de manera más práctica nuestras funciones dentro de la producción musical, y es por ello que hoy quiero compartir algunas de las situaciones más comunes que necesitan vivirse en carne propia para complementar nuestro conocimiento.
1. No siempre los músicos con vasta experiencia en vivo son los mejores en el estudio. Tenemos la creencia de que si un músico ejecuta de manera excepcional su instrumento, seguro tendrá un gran desempeño en el estudio de grabación, sin embargo, no siempre es así. Tenemos que comprender que son territorios distintos y aunque pueden complementarse en ocasiones, en el estudio se involucran factores diversos, tales como dominar una serie de opciones sonoras para cada canción, estilo e incluso solo partes y que puede repercutir en el equipo, tipo de instrumento, versatilidad musical y por supuesto, una gran habilidad para trabajar en equipo y búsqueda de resultados sonoros junto al productor. He visto músicos tener dificultad para conservar las distancias requeridas a los micrófonos como si fuera un show en vivo, o batallar con el metrónomo, el monitoreo o muchas otras variables de importancia.
2. No siempre el equipo más caro es el que te dará mejores resultados. Para algunos, el inicio en la carrera musical implica comenzar con lo que es posible tener en ese momento, lo que significa que en algunos casos, tendrás que aprender a sacar lo mejor de cada equipo a tu alcance y eso se convierte en una habilidad necesaria. He sido testigo de cómo se consiguen resultados excelentes con herramientas que están al alcance de casi todos. No quiero decir que los equipos costosos puedan ser suplidos con facilidad por equipos de gama más baja, sino que ciertos equipos bien utilizados pueden darnos resultados que no imaginábamos y que solo al experimentarlo lo sabremos con certeza.
3. El rendimiento de los músicos va muy de la mano de la química, el ambiente y lo cómodo que se sienten en el estudio. El intercambio de vibraciones entre las personas, el equipo de trabajo y el espacio es de vital importancia para que todos y cada uno sienta armonía y en las condiciones ideales para ejecutar su función plenamente y sin forzarlo. Por eso, como productor es tu responsabilidad seleccionar al equipo de trabajo correcto, en el que todos se sientan bien entre sí. Es común escuchar comentarios de experiencias de usuarios en estudios que aseguran sentirse muy presionados, incómodos o a disgusto de alguna manera en algunos estudios o con algunas personas y que eso los ha limitado en el resultado que entregan. Una producción en la que el músico se siente libre, cómodo, valorado y en confianza es casi garantía de que su habilidad quedará bien reflejada en la producción y a favor de la música.
4. A veces, quien aparenta menos experiencia es quien consigue mejores resultados. Evitemos los prejuicios, seguro que alguna vez nosotros fuimos prejuzgados, así que sabemos lo que significa estar de ese lado. Emitir juicios sin bases normalmente nos da sorpresas, a veces gratas y otras no tanto, pero si hemos de ser objetivos, lo mejor es, con base en la experiencia, saber qué esperar de las personas. A veces vemos a un músico en formación, que gracias a su creatividad, claridad en las ideas, su equipo de trabajo y determinación para llevar a cabo su producción, nos lleva a conseguir mejores resultados que personas que tienen mucha mas experiencia, pero mal utilizada y que por ego, se complica conseguir los resultados que pudieron haber sido. A veces, estas personas que aparentan menos experiencia, terminan haciendo mucho más que otros y en ocasiones hasta se convierten en parte de tu sólido equipo de trabajo.
5. La acústica del lugar donde te encuentres trabajando influye y mucho en el resultado, de manera que aprende a manejarlo a tu favor. Es muy común creer que un microfoneo muy cercano nos evitará tener que preocuparnos por un comportamiento acústico inusual o poco conocido por nosotros; sin embargo, una acústica correctamente estudiada, aplicada y utilizada a favor, nos puede otorgar resultados muy característicos y favorables a nuestra producción, obteniendo resultados que evitan muchos procesos electrónicos si se aprende a sacar el provecho necesario para nutrir nuestro sello sonoro, reverbs naturales propios de la sala, ecos o coloraciones que le aportan un tono específico a nuestro sonido. Dicen que no existen dos salas que suenen exactamente igual, aprende a conocerlas y a sacarle provecho.
6. Aprender a escuchar es la clave de todo, tanto lo que tienen que decir, como cada elemento y detalle de la producción. No hay gran secreto aquí, se trata de escuchar con atención y detalle; es algo que se aprende con el tiempo, pero al saber hacerlo, garantizas que con experiencia y dominio puedes manipular y conseguir virtualmente el sonido que estés buscando capturar y transmitir. Aprende a escuchar lo que los músicos quieren decir, tanto verbal como con su instrumento; aprende a escuchar todo tipo de producciones musicales que te aporten algo y créeme que casi todo te aporta algo, en mayor o menor medida. Con una escucha crítica, seguro aprenderás algo nuevo. Por último, pero no menos importante, está aprender a escuchar cada elemento con detalle, ir de lo general a lo particular y viceversa, poder distinguir la sección, el instrumento, la cuerda y las características sonoras de cada elemento.
7. Aprendizaje y constante capacitación nos da más y mejores probabilidades creativas. El mundo del audio y la producción avanza y cambia día a día, de manera que es necesario conocer las nuevas tecnologías aplicadas al campo, las tendencias musicales, nuevos lanzamientos y nuevas propuestas. Aprender, aprender y aprender siempre será una garantía de ampliación del panorama para aplicar más y mejores herramientas en pro de conseguir la excelencia en nuestro desempeño musical.
¡Hasta nuestra siguiente columna!
Por Ferrer León*
*Es productor musical, ingeniero en audio y músico y cuenta con 25 años de trayectoria en diversas áreas de la producción, participando en diferentes proyectos dentro y fuera de México, que abarcan música regional, pop, jazz, rock y orquestas sinfónicas, así como música para empresas y soundtracks. También está a cargo de la producción de audio en la Dirección de Innovación de la Secretaría de Educación Pública. Es miembro votante de los Latin Grammy y cuenta con su propio estudio de grabación, AntenaStudio, en Guadalajara, Jalisco. Pueden encontrarlo en: ferrer@antenastudio.com y www.antenastudio.com