Protocolos e interfaces de audio. ¿Cuál nos conviene?

Hoy en día, la variedad de interfaces de audio para nuestras DAWs disponibles en el mercado puede ser apabullante y por lo tanto, muy desalentadora. Si estamos pensando en comenzar, cambiar o actualizar nuestro home, project studio o inclusive reemplazar todo el sistema de grabación en nuestro estudio profesional, este artículo nos dará una guía y arrojará un poco de luz en el camino que hemos emprendido para buscar nuestra interfaz ideal de audio.

Aclaración: En este artículo no hablaremos de las interfaces de audio de protocolos Ethernet o MADI, ya que su complejidad merece un artículo aparte que nos permita tratar el tema con todo el detalle que merece.

Los equipos, según nuestras necesidades

¿Hay una interfaz perfecta? Sí, la que mejor se acomode a las necesidades de nuestro flujo de trabajo, a la calidad de audio que buscamos y a la portabilidad requerida, así como a los puertos disponibles en nuestro equipo de cómputo, por mencionar las principales variables.

Vamos a comentar la arquitectura de los puertos más utilizados actualmente para enlazar nuestras interfaces de audio al equipo de cómputo con sus ventajas, desventajas y aplicaciones más comunes.

Daremos una lista de las interfaces más recomendadas a nuestro criterio, pero vale la pena aclarar que todo depende también de lo que necesitemos para nuestro proyecto de estudio, ya sea como productores, músicos e ingenieros y por supuesto…de nuestro presupuesto.

Arquitectura paralela, serial y “concatenar o enlazar”

Desde los primeros tiempos de la informática, los protocolos serie son aquellos en los que un dato va tras de otro; son rápidos, pero de pequeño ancho de banda (USB y viejo puerto serial). Por otra parte, los protocolos paralelos son aquellos en los que los datos van por distintos canales de forma paralela; son más lentos, pero de gran ancho de banda (Firewire, Thunderbolt, PCI, PCI-E, LPT).

Concatenar dispositivos es, como se muestra en el gráfico, unir o enlazar secuencialmente los dispositivos –relación “Source – Target”-, y que solamente llegue un solo cable al equipo de cómputo. Esto hace referencia al viejo protocolo SCSI (Small Computer System Interface), y los protocolos actuales que permiten este tipo de unión o enlace son Firewire, PCI, PCI-E y Thunderbolt.

USB 1.0, 2.0 y 3.0

USB, la interfaz “entry level”, es la más difundida de los sistemas de grabación actuales, por su precio y practicidad, aunque a veces sacrificando en varios casos la calidad de sus preamplificadores y convertidores. Estas cuentan con la ventaja de que varias interfaces USB no necesitan estar conectadas a la corriente eléctrica sino que son alimentadas por el mismo puerto. Ventaja que también disfrutaron algunas interfaces Firewire, ofreciendo una portabilidad no imaginada en los albores del audio digital, ya que con una laptop y la interfaz, prácticamente uno podía trabajar con su DAW en la comodidad del hogar, en un parque o una cafetería; cabe mencionar también la posibilidad de trabajar en aviones, trenes, autobuses o automóviles  (mientras que no seamos nosotros los conductores, evidentemente). En fin, todo un mundo nuevo de posibilidades y portabilidad para nuestra música.

Ahora, por su propio diseño, este puerto durante mucho tiempo -tendencia que recién ahora está en cambio-, no nos ofrecía la posibilidad de altas resoluciones (24bits / 96Khz) en varios canales, sino limitando esa resolución a pocos canales o hasta anular el playback a favor de la utilización de esos canales para grabación, esto a causa de la arquitectura serial y no paralela del puerto USB y de su ancho de banda.

Algunas interfaces USB que sí deben ser conectadas a la corriente eléctrica traen preamplificadores de mejor calidad y convertidores A/D y D/A más exactos, ya que la carga de energía que estos últimos requieren para realizar su trabajo proviene de una fuente externa y no del puerto, lo cual deja a este último con sólo el trabajo de negociar datos.

La reducción de los tiempos de latencia es otro tema que el puerto USB recién en estos días empieza a mejorar, ya que a más alta resolución de audio, las latencias se hacen más largas, lo que afecta de manera importante a la grabación y al playback simultáneo, haciendo la grabación imposible debido al retraso de señal que las latencias de más de cinco milisegundos generan. Con las revisiones y perfeccionamientos en los motores de audio, esta mejora empieza a ser muy visible.

Ante la aparición de la revisión del puerto USB 3.0 y 3.1 (recordemos que las normas IEEE tratan las versiones de los puertos como “revisiones”), los fabricantes de las interfaces de audio, que van siempre unos años atrás,  no lanzan los productos hasta que no comprueban que el puerto y su arquitectura es lo suficientemente estable, de forma que deberemos esperar unos años para empezar a ver en el mercado interfaces de audio USB 3.0 o 3.1.

Un punto a destacar para quienes requieran varios canales de grabación, es que el puerto USB no permite concatenar dispositivos, opción que en los puertos Thunderbolt, Firewire y PCI-E sí es posible.

Sobre el tema “USB-C”, hablaremos en otro apartado.

Thunderbolt

La evolución necesaria del Firewire. Este protocolo desarrollado por la gente de Apple e Intel, antes conocido como “light pipe” y rebautizado como “Thunderbolt”, nos trae una velocidad de 10 Gbps por puerto (20 Gbps en total por BUS). Este puerto, además de poder llevar audio en altísima resolución (24bits/192Khz), puede llevar video en 4K, datos a una gran velocidad, todo por el mismo precio. Este puerto, respetando la naturaleza paralela del Firewire tanto 400 como 800, nos permite apilar dispositivos, habilitándonos a tener varias interfaces enlazadas o concatenadas (deben ser de la misma familia y permitidas por el fabricante) enlazadas sumando sus canales y de tener DSP (Digital Signal Processors), combinando sus procesadores para tener más poder de procesamiento. Las interfaces que poseen puertos Thunderbolt poco tienen que envidiarle a sus pares PCI-E, ya que en varios casos, éstas superan por arquitectura y velocidad al viejo puerto PCI-E, además de la ventaja de que no tenemos que abrir nuestro equipo de cómputo para conectarlas a otra computadora, y por si esto fuera poco, también podemos enlazarlas a las laptops que posean este puerto, pero con la desventaja de que debemos tener una conexión eléctrica cerca, ya que por su naturaleza, estas interfaces no pueden ser alimentadas por el puerto. Los preamplificadores y conversores A/D y D/A de dichas interfaces suelen ser muy buenos, lo cual las hacen en varios puntos, las favoritas. Thunderbolt, tanto en su versión 1, 2 y en test, la versión 3, soporta por adaptador enlazar placas Firewire 400 y 800 a los puertos Thunderbolt, haciendo posible extender la vida de nuestras interfaces y discos Firewire.

PCI-E

Son interfaces –internas / externas-, es decir, que se instala una tarjeta dentro del equipo de cómputo y por medio de conectores propietarios, se conecta a la unidad externa. Estos dispositivos, hasta la salida de Thunderbolt, en su época fueron el tope de velocidad ya que permitían configuraciones de alto rendimiento, pero con una portabilidad nula, puesto que si queríamos removerlas de nuestro equipo de cómputo, había que desarmar y no era tarea sencilla. Estas interfaces son la evolución del antiguo puerto PCI.

USB-C/ Thunderbolt-3

Este tipo de puerto usa el mismo conector para los dos protocolos, tanto USB-C como para Thunderbolt-3. Por ahora, para que nuestras actuales interfaces USB y Thunderbolt utilicen este puerto, necesitamos adaptadores, también para adaptar nuestras interfaces PCI-E se requiere una caja o adaptador de conversión PCI-E a Thunderbolt-3/ USB-C de Magma. Si bien nos permite una velocidad en la actualidad descomunal (USB-C a 10Gps y Thunderbolt-3 a 40 Gbps), actualmente hay muy pocos usuarios que han hecho el salto. Como siempre es de esperar que para la adopción de un puerto nuevo, el mercado tardará no menos de tres o más años para tomarlo como un estándar.

En conclusión, más allá del protocolo, opciones y el costo de las interfaces: Antes de comprar tenemos que informarnos bien y sobre todo buscar una interfaz que tenga buen audio y buenos conversores, porque de esa calidad elegida será el resultado de nuestro trabajo. No nos olvidemos que el sonido resultante tendrá la calidad del eslabón más débil de nuestra cadena de audio.