Por Jairo Guerrero*
Entrevista con Christopher Alva, de Colibrí Records, el productor que fusiona fe y música.
Christopher Alva, destacado multi-instrumentista, ingeniero en audio y productor musical, ha logrado importantes reconocimientos desde su estudio, Colibrí Records, incluyendo una nominación en 2023 al Latin Grammy, primera para México en la categoría de música cristiana.
En esta entrevista tuve el privilegio de visitar su mundo desde una perspectiva menos técnica, explorando su vida personal y su visión del mundo.
Más allá de los detalles sobre sonido, hardware y software, Christopher compartió sus procesos creativos y las creencias fundamentales que lo inspiran y motivan a diario. Durante nuestra conversación, dejó ver con claridad el papel crucial que juega su fe en su trayectoria profesional, permitiéndole alcanzar metas que una vez parecían imposibles. Su enfoque trasciende los aspectos técnicos de la producción musical, abrazando una misión más profunda: “Cuando ayudo a un artista a cumplir sus sueños con mi trabajo, cumplo mis propios sueños”. Esta visión integral del arte y la producción refleja no sólo su habilidad técnica, sino también un compromiso personal y espiritual con su labor.
La Industria me obligó a estudiar algo que me preparara para enfrentar situaciones que no estaba manejando como quería, como el management, los conciertos y la producción musical (…), no tenía mucha certeza sobre la grabación, así que decidí estudiar producción para tener un criterio sólido”.
Antes de hablar del productor, hablemos del músico.
¿Qué instrumentos tocas?
“Comencé a los seis años con la guitarra eléctrica. Luego me incliné hacia la guitarra clásica, al ingresar al Conservatorio de Música del Estado de México. A los trece años empecé a tocar el piano y a los dieciocho, la batería. Así me convertí en multi-instrumentista. Al final, ser productor requiere ese tipo de versatilidad”.
Entonces, si te metiste con tantos instrumentos, ¿por qué decidiste quedarte en la producción y no desarrollarte más como artista o músico?
“Fue una evolución constante. Inicialmente, el proyecto de vida era ser músico, incluso me veía como guitarrista de algún grupo; sin embargo, me di cuenta de que no me satisfacía del todo solamente tocar. Sentía la necesidad de hacer algo más, como cantar también. Así, la guitarra pasó a ser secundaria y la prioridad se volvió mi voz y mis canciones. Así nació el proyecto de Christopher Alva. La Industria me obligó a estudiar algo que me preparara para enfrentar situaciones que no estaba manejando como quería, como el management, los conciertos y la producción musical. Logré sacar un disco a los dieciocho años, llamado “Papel y Lápiz”, pero no tenía mucha certeza sobre la grabación, así que decidí estudiar producción para tener un criterio sólido”.
¿Qué aportó para ti tener formación musical cuando empezaste a producir para otros?
“Lo más importante fue darme cuenta de que podía alcanzar mis sueños trabajando en los sueños de otra persona. Un ejemplo es el de Jesús Israel, para quien su gran sueño era producir un disco dedicado a Dios. Con él, no sólo logramos hacer el disco, sino que además obtuvimos la nominación al Latin Grammy. La idea de ayudar a otros se alinea con mi filosofía de que “un acto sincero de bondad siempre genera otro”.
Eso que dices es interesante, porque construir sueños ayudando a otros también implica un gran reto. Cuando trabajas en el sueño de otros y ese sueño no se cumple, ¿qué pasa?
“En este momento de mi vida, estoy logrando mi primera misión como productor, que es hacer que el artista suene bien. Mi reto es asegurar que el proyecto cumpla su misión después del estudio. Trabajo para que todos los proyectos cumplan su objetivo, ayudándolos a aspirar a algo más grande, como llegar a los Grammy. Me preparo para conocer y entender vías para que las producciones bien hechas se coloquen y sean consideradas”.
Ahora, en 2024, con una nueva nominación al Latin Grammy por mejor álbum en la misma categoría con el disco “Necesito de Ti” de Jesús Israel, su influencia y éxito continúan creciendo en la industria musical.
¿Cuál es el reto más grande al que te has enfrentado como productor hasta hoy?
“Los productores somos traductores de ideas. Nuestra misión es llevar las ideas del artista a un segundo nivel. El reto más grande ha sido crear un concepto con el artista en medio de la fusión de géneros. Los artistas jóvenes quieren experimentar y fusionar géneros, pero a veces es complicado entender lo que quieren. La fusión de géneros extremos puede ser un desafío”.
Actualmente, los estudios de producción tradicionales parecen estar en modo de supervivencia. ¿Por qué es importante tener un estudio?
“Siempre quise tener un estudio como el que tengo porque, aunque la tecnología permite emular el equipo analógico en plug-ins, la experiencia de trabajar en un estudio físico es incomparable. La presencia de un estudio profesional impacta en la percepción de los clientes y artistas. Es diferente abrir un estudio en el cuarto de alguien a ir a un estudio como Colibrí”.
“La experiencia no se trata solamente de la tecnología, sino de la atmósfera que rodea el proceso de creación. Aunque el costo puede ser alto y no siempre es rentable, el valor de trabajar en un estudio de calidad es significativo para muchos artistas. La sensación de estar en un lugar donde el equipo está bien organizado y cuidado inspira confianza y creatividad”.
¿Qué significa para ti la nominación al Latin Grammy en términos de producción?
“Esta nominación ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Recibir la noticia fue un momento muy emotivo. Aunque no la esperábamos, fue una gran alegría para nosotros y ha abierto nuevas oportunidades y elevado nuestras responsabilidades. Ahora, muchas personas buscan trabajar conmigo con la esperanza de lograr el mismo tipo de éxito, lo cual es una gran responsabilidad. No hay una fórmula mágica para el éxito; hay muchos factores que influyen. La nominación también ha llevado a un nuevo desafío: definir y establecer la categoría de música electrónica para el próximo año, lo que es un gran logro en mi carrera”.
Una nominación especial
Lo que probablemente los lectores no saben en este punto es que la nominación al Latin Grammy se logró con un álbum en la categoría de Música Cristiana, género es particularmente único, y en este caso, se trató de crear algo que se alejara del molde tradicional de la música que acompaña los mensajes de alabanza y gratitud, para incursionar en un sonido más mainstream.
¿Cómo abordaron la desmitificación del concepto de música cristiana en español?
“La música cristiana en español a menudo se asocia con ciertos estereotipos, como el canto en iglesias o eventos religiosos tradicionales. En nuestro proyecto, queríamos demostrar que no hay un género específico para hablar de Dios. La idea era hacer música cristiana que pudiera abarcar diferentes estilos, desde pop hasta rock, sin limitarse a un formato predefinido. Nos enfrentamos a la percepción de que la música cristiana debía seguir ciertos patrones y trabajamos para mostrar que la música, sin importar el estilo, puede ser una forma válida de expresar la fe. Queríamos demostrar que la música cristiana puede ser tan diversa como cualquier otro género musical”.
¿Cómo fue el proceso de producción del disco que llevó a la nominación?
“El disco comenzó con Israel como mi alumno de producción. Lo conocí cuando quería aprender a producir y, con el tiempo, se convirtió en un colaborador. Al principio, él producía sus propias canciones, pero llegó un momento en el que necesitaba ayuda. Trabajamos juntos en la producción de ‘Hazme Caminar’, una canción que tiene un significado personal para él. Fue un proceso desafiante, ya que Israel estaba acostumbrado a trabajar de manera independiente. Sin embargo, fue una experiencia enriquecedora que me enseñó mucho sobre paciencia y colaboración. La producción del disco se convirtió en una mezcla de aprendizaje mutuo y exploración creativa.
¿Qué volverías a hacer igual? ¿Qué harías de otra manera?
“En esencia, lo que buscamos hacer igual es concentrarnos en hacer un buen disco para Dios. Lo que quería cambiar era el nivel musical del disco pasado. Quería que el disco se sintiera como suena la música en el cielo. Para eso, estaba decidido a hacer todo lo posible para que sonara celestial y con fuerza. En mi visión y en mi verdad, quería que la música no sólo transmitiera calma, sino que también fuera enérgica y dijera ‘Yo creo en Dios’ con convicción. Eso es lo que quería con mi visión y verdad. Lo más importante también fue escuchar a Israel. Me di cuenta de que él tiene toda la visión; sabe lo que quiere. Aprender a escuchar y tomar mejores decisiones es algo increíble”.
De todos los equipos que tienes en tu estudio, ¿con cuál no podrías vivir si te faltara?
“Hablando de los que le dan color a las cosas, tengo un Anthony de María, un emulador de un CL2A, que es crucial para mí. No podría vivir sin ese equipo. Es un aparato fundamental en mi cadena de voces y con el que grabo la mayoría del disco que obtuvo la nominación al Latin Grammy.
En la edición digital podrán acceder a “Hazme Caminar”, el disco de Jesús Israel producido por Christopher Alva.
¡Gracias por leer!
*Con más de 30 años de experiencia en el medio musical como Artista, Productor explorador sonoro, periodista, productor de programas de radio especializada, editor de revistas de música y DJ, Jairo Guerrero es considerado uno de los artistas de música electrónica más reconocidos de nuestro país. Su propuesta sonora abarca desde ritmos para la pista de baile, hasta ensambles como Techxturas Sonoras, que generan puentes entre la música electrónica y la literatura.
Es miembro de la Academia Latina de Grabación Latin Grammy además de haber sido nombrado mejor Productor y Dj de House en México por los DWMC Awards México y haber obtenido el primer lugar en el MXP4 de Ministry of Sound en Londres. Contacto: www.soyjairoguerrero.com