En un estudio, sea cual sea su tamaño, categoría o presupuesto, los monitores son una pieza fundamental de los equipos, probablemente una de las más importantes. Estos no van a mejorar el sonido de ninguno de los instrumentos o voces grabadas en nuestro proyecto si no fueron adecuadamente registradas, pero sí influirán enormemente en la percepción que tendremos de ellos; la forma en la que los trataremos y procesaremos.
Podemos llevar hasta el infinito los procesos de grabación, mezcla, ecualización y todo el sinfín de procesos que aplicamos sobre la música que grabamos, pero los monitores del estudio son la última puerta, el último paso a través del cual llega la música a nuestros oídos y sobre todo el resultado que será la base sobre la que tomaremos todas las decisiones. Tengamos en cuenta también que nuestra percepción no es plana y nuestro gusto artístico usualmente tampoco lo es. Consideremos también el asunto de las gráficas de respuesta de frecuencia, que muestran sólo un par de dimensiones de las muchas que nuestro cerebro toma en cuenta para una experiencia audible completa.
Hay tres consejos importantes que se deben tomar en cuenta a la hora de seleccionar los monitores de estudio:
·Elegir el tamaño adecuado para el estudio. Los monitores vienen en varios tamaños y normalmente se miden por el tamaño del cono de graves. La mayoría de quienes trabajan en un estudio de grabación necesitan un rango de escucha de campo cercano (nearfield), lo que significa que estarán cerca de nuestra posición de escucha. En este caso, lo habitual es escoger tamaños de conos de entre cinco y ocho pulgadas. “Sala pequeña, monitores pequeños; sala grande monitores grandes”, reza el dicho.
·Monitores adecuados al presupuesto. No estamos a salvo de cometer el error de comprar equipo de audio más caro del que podemos permitirnos. Lo mejor es buscar un par de monitores del tamaño que necesita la sala y al precio que se puede pagar. Hay muchas compañías creando muy buen equipo y que están disponibles en nuestro país, así que seguramente es posible encontrar justo lo que se necesita.
·Si ya elegiste, no mires atrás. Una vez se decida el precio y modelo, comprar y avanzar. Aun así, muchas cosas influirán en la escucha: los convertidores de la interfaz, la sala y su acústica, la posición y demás.
Tomando en cuenta estos consejos y como una introducción, la compra seguramente será mucho más acertada. Para ayudarlos un poco más, en esta ocasión hablaremos de una serie de monitores muy interesantes: la serie Les Paul Reference de Gibson, con tres modelos: Les Paul 4 Reference Monitor, Les Paul 6 Reference Monitor y Les Paul 8 Reference Monitor.
Lógicamente cada modelo ofrece características diferentes, empezando por el tamaño del woofer (graves), cubriendo así las diferentes necesidades de cada tipo de usuario, pero todos pretenden ser aprobados para cualquier persona involucrada profesionalmente en el mundo del audio.
En el campo de batalla
Realizamos diferentes pruebas para conocer las capacidades de estos monitores, y dentro de ellas probamos respuesta en frecuencia; coloración, respuesta transiente, potencia de salida, dispersión y tipo de caja acústica. Indudablemente hay más pruebas, pero en este caso trabajamos sobre las más evidentes, con el fin de que como usuario final haya una idea de la eficiencia de estos modelos.
Trabajamos con los monitores LP4 y LP6. El primero es una buena opción para mesas de trabajo o escritorios, mientras que el LP6 es ideal para la gran mayoría de aplicaciones. El LP8, (que no pudo ser probado en esta ocasión), es, a la vista, el adecuado para grandes espacios, o para cuando el contenido en graves es especialmente crítico con el material con que se trabaje. Los tres modelos son activos (bi-amp) y vienen con un tweeter de una pulgada de titanio bañado en carbono. El rango de frecuencias promedio en los modelos que probamos está entre los 37 Hz y los 47 kHz, así que ofrecen un espectro de frecuencias suficiente para escuchar de forma adecuada todas las áreas críticas de una mezcla musical. Sin embargo, hay un gran tema de mucha polémica en cuanto a la reproducción de las frecuencias bajas (graves), ya que hay quienes prefieren caja sellada y otros cajas con bass-reflex; estos monitores Gibson vienen con diseño bass-reflex con puerto frontal, y de acuerdo a las pruebas realizadas, lo más recomendable es el uso de un subwoofer, mismo que hay que elegir con mucho cuidado, ya que la marca no lo ofrece (esto puede no ser necesario en el modelo LP8).
Los amplificadores tienen suficiente headroom como para que no se genere distorsión, con una relación señal-ruido por encima de los 92 dB y un nivel SPL de pico máximo de 117 dB.
Si es necesario ajustar la respuesta de los monitores a la acústica del estudio en cuestión, estos incluyen controles para ajustar volumen, frecuencias graves y agudas, que aunque limitados, es posible que ayuden a mejorar la escucha. En cuanto a conexiones, los tres modelos vienen con RCA desbalanceado, así como TRS y XLR balanceados.
Lo más importante a la hora de realizar la escucha de unos monitores se basa en el emplazamiento de la imagen sonora, la ecualización, balance y timbre, que deben de ser tomadas obligatoriamente en un rango estrecho (aproximadamente +/- 30 grados horizontales y +/- 15 grados verticales), y separados al menos 30 centímetros de la pared posterior, ya que ésta es el área de trabajo en la que los ingenieros, productores y músicos toman decisiones críticas sobre la mezcla y es donde los monitores optimizan la respuesta de la sala de control.
Las pruebas se realizaron en un project studio, y se usaron tanto tonos de prueba como ruido rosa y ciertamente música de diversos géneros, además de realizar algunas mezclas distintas.
La imagen sonora resulto muy interesante en ambos modelos, sin embargo, al no contar con un área de sweet spot muy grande, la mezcla tiende a “caerse” cuando nos movemos un poco. En cuanto a la directividad, ésta es medianamente uniforme en frecuencias hacia el frente y con radiación lateral y posterior, lo cual puede generar reverberaciones indeseadas.
La respuesta de frecuencia por supuesto es crítica y siendo sistemas de dos vías, obtenemos el sonido de un instrumento emergiendo de dos drivers al mismo tiempo, mientras que los armónicos del mismo sonido emergen también separados, lo cual puede llegar a desconcertarnos, sin embargo, en las pruebas entregaron unos agudos cristalinos, de manera que se puedan tomar decisiones de mezcla precisas trabajando con ellos en monitoreo de campo cercano. Cabe mencionar que gracias a esto, en trabajos de edición de audio, estos monitores pueden llegar a ser los preferidos.
En resumen
Los fabricantes nos pueden abrumar y tratar de convencer con números, diagramas y todo tipo de resultados nacidos de pruebas exhaustivas, pero si el sonido no nos llena, esos no son, definitivamente, los monitores que buscamos, así que podemos considerar a esta línea de monitores como interesantes para trabajar y en los modelos LP4 y LP6, probablemente será necesario un subwoofer.
Algo de lo que más llama la atención en estos monitores son los acabados Les Paul, con un frente que reproduce fielmente la tapa arqueada y flameada de arce de la histórica guitarra. Recordemos que Les Paul no sólo diseñó y dio nombre a una de las guitarras más icónicas de la historia de la música, sino que entre sus muchos logros estuvo la loca idea de la grabación multitrack. La serie Les Paul Reference es una forma directa de aportar una buena porción de clase y estilo a cualquier estudio, control-room o home studio. Los tres tamaños de monitor están disponibles en tonos Cherry, Tobacco Sunburst o Cherry Sunburst.