Luz de Riada es el resultado de la unión de cuatro músicos que crean y narran relatos sonoros. Historias que surgen a partir de la alegoría de “luz” como “irradiación de energía luminosa acumulada”, y que evocan el poder de ésta para activar la imaginación de aquellos que se dejen seducir a través de la música.
Ramsés Luna (alientos), Hugo Santos (grand stick), Hugo Hernández (batería) y Guille del Castillo (encargado de la sección de cuerdas, quien tomó recientemente el lugar de Alejandro Vergara), conforman este cuarteto de fusión contemporánea que recrea la banda sonora perfecta para ocho cuentos y cinco fábulas inexistentes; historias cargadas de dramatismo, acción y suspenso que se traducen en formas surrealistas, coloridas y minimalistas.
“El proyecto nació a finales de 2010, en medio de una gira por la India de Cabezas de Cera, el grupo del que formé parte, y es el resultado de un proyecto que teníamos Hugo Santos y yo, llamado Organismo Mecánico Sonoro, creado por en el 2002. En aquel tiempo también trabajaba con nosotros Mamselle Ruiz y Rasheed Durán en la batería. Por cuestiones de agenda el proyecto se detuvo y lo retomamos hace casi tres años”, cuenta Ramsés Luna.
La trilogía de Cuentos y Fábulas
Cuentos y Fábulas, el álbum debut de Luz de Riada, se grabó entre marzo y julio de 2011, en EAR Audio, el estudio de grabación de Edgar Arrellín Rosas, diseñador e ingeniero de audio de Luz de Riada y viejo cómplice musical de Ramsés.
“En EAR Audio se grabaron las producciones que tuve en mi vida pasada con Cabezas de Cera, así que hay un excelente entendimiento con Edgar; él es el director del estudio y llevó a buen puerto este disco, porque lo planteamos de forma distinta a lo que ya habíamos hecho en conjunto. Esta vez buscábamos sobreproducir un sonido, meter mucho efecto. La idea de Luz de Riada es un sonido crudo, como si se tratara de un ensayo en un garage y que en vivo sonara de la misma manera”, señala el músico.
En esa primera entrega discográfica, el cuarteto contó con la colaboración de amigos y colegas que se sumaron al proyecto, como el guitarrista Alejandro Otaola, Wilfrido Terrazas en la flauta, Floriano Martins en la voz, Carlos Alegre en el violín, Iván Bringas en la guitarra eléctrica expandida, Rodrigo Frenk en el acordeón y Ernesto Mendoza, en el theremin. La producción ejecutiva estuvo a cargo de José Luis Guzmán y Mexitli Cultura; en tanto, Luz de Riada se encargó de la producción artística.
Tras una primera etapa de presentar en vivo Cuentos y Fábulas, el grupo planeó grabar un DVD que conjuntó algunos de los conciertos más representativos que realizó en el Distrito Federal durante 2012. Dicho material saldrá a la luz en septiembre de este año, bajo el título de Cuentos y Fábulas Volumen 2. Los foros en los que se grabaron los conciertos que serán registrados en el DVD son: La Sala Julián Carrillo de Radio UNAM, el Salón de Actos del Palacio de Minería, en el marco de la XXXIII Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería; el Centro Cultural España y el Zócalo de la Ciudad de México.
“Este DVD formará parte de la trilogía a la que da vida Cuentos y Fábulas. El Volumen 3 será un disco con canciones inéditas que planeamos para 2014, con el cual cerraremos un ciclo y abriremos otro, esta vez de la mano de un nuevo integrante que dará un giro espectacular a la sonoridad; él es Guille del Castillo, bajista de origen pero que toca varios instrumentos”, cuenta Ramsés.
Guille del Castillo es un músico multi-instrumentista uruguayo. Inició sus estudios musicales en 1995 y en 2003 tomó cátedra con el renombrado bajista uruguayo Popo Romano. En marzo de 2013 se integró a la alineación de Luz de Riada para encargarse de la sección de cuerdas, integrando el bajo, la guitarra frotada, el sitarel (invento del laudero uruguayo Ariel Ameijenda, un híbrido entre el sitar hindú y la dilruba), el rabel y la mandolina.
Edgar Arrellín fue el responsable del diseño de audio para los conciertos registrados en el DVD, tanto en la sesión de grabación como en vivo. “Esto fue para todas las presentaciones, a excepción de la del Zócalo, en donde la productora de Epigmenio Ibarra, Argos, fue la encargada. Edgar llevó su estudio móvil”, señala Ramsés.
“Como ingeniero de audio de la banda, Edgar está muy activo. Él determina muchas cosas y diseña el sonido, por lo que nosotros preferimos no intervenir. Uno está sumergido en la cuestión de la composición y la ejecución, y considero importante que esté otro ingrediente, el de la mezcla y el diseño de audio, lo haga alguien desde lejos. Al momento de planear el diseño del disco, buscábamos algo contundente y lo más directo al corazón de la gente, y Edgar nos ayudó a lograr ese objetivo”, señala.
El toque político-social
Uno de los aspectos que Ramsés Luna destaca de Luz de Riada es la conciencia política y social que sus integrantes buscan difundir a través de la música. “Independientemente de la música, queremos motivar a la gente a defender sus ideas, no es hacer música por hacer música, es utilizarla para argumentar el quehacer de un comunicador. Es lamentable que algunos músicos sólo asuman un papel de entretenedores, nosotros pensamos que también debemos tener un compromiso social”, opina Luna.
“Hay músicos excelentes allá afuera, pero sí falta compromiso. Para mí hay dos vertientes, el músico que vive de la música y el que vive para la música, ambas posturas son muy respetables; en el caso de este proyecto, nosotros queremos defender nuestra visión del mundo, tanto en las producciones discográficas como en nuestros conciertos”.
Redacción: Natalia Cano